viernes, 18 de noviembre de 2011

Responsabilidades Políticas.

Al margen de que estemos en tiempos de elecciones y de que esas mismas elecciones puedan dirimir la detrucción total o la salvación del País, toca pensar en el futuro de la política en España. Esa casta politicástrica que, tras tirarse un buen tiempo viviendo de nuestro sudor, sin aportar apenas nada y colocando de manera vergonzosa a toda su casta, se va dejándolo todo hecho unos zorros, con el Estado coleando, los enemigos del mismo enardecidos y muchos, muchísimos millones de Euros de nuestros impuestos diseminados en multitud de porquerías que no nos benefician en nada. Una casta que se cree intocable y de hecho lo es, pues viendo cómo colea, cómo manipulan los medios, la judicatura y las voluntades de todos y cada uno de los que en éste país bregamos, se podría decir que más que servirnos cómo poderes públicos son nuestros amos, a los que servimos y adoramos.

Amos con pies de barro.

Me avergüenzo mucho de tener gente así que se cree lo más cuando son, en su gran mayoría, analfabetos funcionales. Vividores profesionales que se metieron en politicástrica cuando vieron que no servían absolutamente para nada que no fuera mangonear y vivir del sudor del prójimo. No sólo eso, no contentos con cobrar un sueldo por no hacer nada, pues verdaderamente lo único que llevan a cabo es la toma de decisiones que muchas, muchísimas veces son de ineptos, colocan a más de su casta, sólo por tener un carnet que no certifica salvo su propia idocia e incapacidad. De esos tenemos cientos y miles colocados con los más variopintos títulos, en cargos inexistentes, con categorías profesionales mínimas pagadas aprecio de oro. Seres aborrecibles por una sociedad que, en tiempo de bonanza los asume cómo un mal mayor pero que, en tiempos de crisis son, simplemente, una causa de la misma.

Gente que pilla la poltrona y, cómo un imán superpotente, se quedan pegados a ella, metiendo constantemente la mano en la caja e invitando a los suyos a meterla mientras chantajean con su poder al resto de los mortales. En éste país te iran las cosas tanto mejor cuanto mejor trates a los profetas de la politicástrica. Si vas en su contra, si no dejas que mangoneen, la llevas clara. No podras conducir, construir, ni hacer nada sin su todopoderoso permiso. Permiso que cuesta dinero, pues su afán recaudatorio, su codicia excede con creces su inmundicia cómo personas. Es el politicastro, de pura cepa española, engendrados en la dictadura que daría paso a lo politicamente correcto. A la gestión integral de nuestra vida. Que beber, comer, hacer, dormir, consumir y circular. Todo para nuestro sometimiento y para su confort vía dinero, influencias o favores.

Por eso, responsabilidad.

Andamos por terrenos baldíos en los que todo lo profanable, gastable, consumible y absorvible ha sido succionado por la voracidad inequívoca de nuestros politicastros. Ésos seres que pueden arruinar un ente público sin más remordimiento que el de no haber arramblado con lo suficiente. Sin mas duda que si habrán colocado suficiente gente o si habran saqueado lo suficiente, establecido suficientes puentes para el futuro o dejado las menos pistas posibles de su mala gestión. Un politicastro entra en nuestra vida, nos arruina con impuestos directos o indirectos, multas, tasas y demoras sin darnos un mejor servicio y cuando se va, encima, le tienes que agradecer que te haya perdonado la vida. Es una especie de sinergia en la que todo va en su dirección. Es tu garrapata y tu, cómo contribuyente y cómo sufrido ciudadano tienes la obligación de alimentarla. Con tu sangre y con tu dinero.

Es algo que pervierte al sistema por cuanto el que lo representa es el eslabón más corrupto. Es cómo poner a vigilar al lobo, el gallinero. Una aberración total que se ha ido creando e incrementando por una falta absoluta de elementos reguladores. Nuestro sistema judicial no puede hacerse cargo de una revisión absoluta y en profundidad de la gestión de todos y cada uno de los miembros de un gobierno estatal, autonómico o local. Revisar cada acción es esencial para comprender en que se ha gastado el dinero que, en contra de lo que dice la señora (por decir algo) Calvo, si que tiene propietario. El pueblo, del que emanan los poderes del estado y no al revés. El politicastro eso no lo entiende. En el momento de ganar la elección, es dueño y señor de todo cuanto abarca a su alrededor.

Por eso no me gusta ésta democracia.

Porque no me gusta pagar vicios y lujos que yo no me pago a mi mismo a otros que engañan diciendo que trabajan para el ciudadano y lo que hacen en realidad es sajarle hasta los empastes. Son sátrapas en trajes carísimos que encima se te encaran diciendo que no sabes con quien estás hablando. Son indeseables que no saben cual es su puesto. Debajo, a los pies de la sociedad que lo elijen, subvencionan y mantienen y no sobre él, tocándole las gónadas a diario y con las más variopintas razones. El politicastro. Ese engendro hispánico que nos chupa la sangre y que sólo se aucerda de nosotros cuando, cómo ahora, se acercan elecciones. Todo lo demás no existe, salvo la caja, su mano, su familias y el partido. Para todo lo demás, hay que buscarse la vida.

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8 comentarios:

María dijo...

¡Cuanta razón tienes!, son tantos los desmanes de casi toda la casta política que deberíamos intentar hacer algo al respecto, intentar que sean responsables de sus actos y que, como cualquier hijo de vecino, paguen por ello.

Enciende ver como se van de rositas.

Besos

Maribeluca dijo...

Esto que sufrimos aquí es muy mejorable desde luego, pero hemos de exigirlo por los cauces debidos y no caer en trampas aún peores como la idea de la presunta "democracia a la indignada"...veremos qué día nos espera pasado mañana.

Espero que el recado en las urnas sea lo bastante contundente.

Saludos

Anónimo dijo...

Fin de la "inmunidad parlamentaria"; un tribunal en exclusiva para abusos de poder compuesto por juristas profesionales, pero con un jurado popular elegido por sorteo secreto... ¡Y que las penas se cumplan íntegramente(yo las subiría al triple además de incautar bienes)!

Unknown dijo...

Eso sería lo ideal María, pero del dicho al hecho... Hay que presionar con todos los medios al alcance de nuestra mano y no me refiero a llenar de porquería la Puerta del Sol, ya me entiendes.

Unknown dijo...

Ya lo fue, Maribeluca, con las elecciones municipales. Ahora bien, los recortes y ajustes que se están llevando a cabo en las Comunidades donde los suciatas anduvieron sajando la economía han traido maifestaciones de sectores, digamos privilegiados, cómo los docentes.

¿Estaremos preparados para asumir sacrificios para salir de éste escollo?¿Lo haremos con los suficientes redaños para aprender y no volver a votar a la izquierda que representa el PS?

Próximo episodio en su Colegio Electoral.

Unknown dijo...

Eso, eso Lobo. Te aplaudo por tu comentario. Es lo deseable y sería lo justo. Lo mismo que las deudas que ahoran sufren los municipios las paguen aquellos que maniobraron para provocarlas pero con su patrimonio.

El que quiera peces que se moje el culo, no que lo robe a la pescadería.

Anónimo dijo...

Esto o cambia o nos vamos al guano todos. Pero la única forma de cambiar sin montar la marimorena, seria darles un batacazo de los gordos, primero a estos y si los peperos lo hacen igual de mal, también a ellos. Me acabo de enterar que el alcalde pepero de Torrevieja, llama a los abueletes al ayuntamiento para darles en mano un aguinaldo de 350€ la madre que los pario. Cuando se le inunde Torrevieja y pida pasta, que arrastre el culo por una zarza.
Saluditos.

Unknown dijo...

Al final se liará, Zorrete. Al final la cosa se hundirá y al final saldremos a palos. Da lo mismo que sean de derecha o de izquierda. Todos bregan hacía el voto fácil, el de la senectud. Y sólo coneguiran que el desinterés de una población que está harta de incompetencia, de mangoneo y de gastos estupidos mientras los impuestos no dejan de subir, las prohibiciones aumentar y sólo saben mencionar un "Estado de Bienestar" que no es suyo sino nuestro, ya que somos los que lo pagamos.

Y ni eso es, la sanidad, la educación y las prestaciones sociales tampoco están, por mucho que digan lo contrario, para tirar cohetes.

Darle Caña a ésto: