martes, 29 de noviembre de 2011

Hay que doblarla más...

Anda Rajay, cómo casi hombre de Estado que es, hablando con propios y extraños para empezar su legislatura, cuando zETAparo le deje, que veremos a ver si al paso que vamos le deja, con fuerza. Así, una de sus primeras ideas, será la de sentarse con sindicatos y patronal para intentar llevar a cabo esa cosa llamada Reforma Laboral que a todos les suena a cosa gravísima y a los trabajadores nos suena a tocada de huevos. La  Reforma Laboral, tan temida cómo necesaria, es una de las premisas básicas que nos exigen desde Europa. Es el caballo de batalla de los sindicatos contra el gobierno (el que viene, porque el que se va le han estado haciendo más de siete años la cama, previo pago de mil millones de euros) y una de las cosas que más miedo nos dan, pues nos pensamos que traerá más precariedad, será más facil que nos manden a tomer por saco cuando el empresario se le antoje y desde luego nos privará de nuestro curro de toda la vida.

Antes.
Al que lo tenga claro. Hoy en día, cinco millones de compatriotas no pueden decir eso simple y llanamente porque andan peleándose por un currete para repartir publicidad en Navidad. El curro de toda la vida, ese en que antes te podías tirar desde que iniciabas tu vida laboral hasta que te jubilabas ya no existe. Tampoco era demasiado abundante antes, a no ser que fueras funcionario, enterrados o labriego, pero queda bonito decirlo y bueno, sino era de toda la vida, si te tirabas en el diez o quince años. Eso sí, la cantidad de derechos que había por entonces era directamente proporcional a los lujos que te podía permitir. Más o menos ninguno. Malvivías, sobrevivias cómo podías y si eras padre, no digo de uno o dos cómo hoy en día, sino que quince cómo hasta no hace tanto era lo normal, ya te podías olvidar siquiera de tener luz eléctrica. Un candil alimentado con aceite de pescado usado e ibas que te matabas. Así era el mercado laboral no hace tanto y si así volviera a ser, en muchos sentidos, nos podríamos dar con un canto en los dientes.

No digo que tengamos que volver a comernos los higadillos unos a otros cómo antaño, a la puerta del estanco,en mitad de la plaza del pueblo, para ver si algún señorito se dignaba a hacernos el favor de dejarnos trabajarle el terruño de sol a sol por el equivalente dinerario de un chusco de pan duro. Pero si digo que no podemos seguir con la neura de nuevos ricos que nos ha llevado a ésta dolorosa situación. Una neura que nos ha movido a hacer veraderas aberraciones económicas cómo en mi pueblo ha pasado. De hecho no creo que haya pueblo en España con más coches de lujo con el cartel de Se Vende que en él mio. Resultado de una expansión industrial basada en la madera que se ha venido abajo cómo un castillo de naipes en el mismo momento que la Construcción se llevó, cómo a tantas cosas a lo largo y ancho de la crisis que nos afecta, el dinero y las ilusiones de toda la población. Así las cosas, cualquier niñato se compraba un Audi o BMW nada más entrar a trabajar. Vehículos que ahora están en la puerta de su cas con el susodicho cartel.

Ahora.

La situación ha rotado de modo sorpresivo y sin permitir reaccionar mas que a los cuatro contados que han ahorrado algo mientras la cosa derivaba en hecatombe. Mientras la economía escoraba a estribor estrellando nuestro país, nuestra economía y nuestro trabajo contra los arrecifes de la realidad, alguno, cual Nerón, seguía tocando la lira, gastándose lo que no tenía, endeudándose aún más en una carrera suicida cuyo destino era reventarse los morros contra la pared de la insolvencia que tenemos hoy cómo mejor compañera. Mejor y en algunos casos, única. Que ya hay que ser mastuerzos. Claro que, el que ande libre de pecado tire la primera piedra, pues en mayor o menor medida todos hemos cometido aberraciones económicas que nos llevaban al límite de la lógica, engulléndonos a día de hoy cómo a cualquier hijo de vecino. El que no haya comprado un coche muy por encima de lo que sería lógico, pagado unas vacaciones por encima de lo que sería asumible o comprado una casa más allá de lo que se podría considerar normal, simplemente, no es de éste mundo.

Dicen que mal de muchos consuelo de tontos. No consuela nada saber que nuestro país ha caido en picado, no ya por los desmanes de nuestra clase politicástrica o por la desidia de unos gobernantes inexpertos o la presión de europa. Todos sómos en gran medida culpables de ésta situación. Todos nos hemos dejado embaucar por los bancos y las líneas de crédito y hemos pasado, de guardar en la alacena por lo que pudiera venir a comer hoy hasta empacharnos y mañana Dios dirá. Esa política económica a nivel doméstico que de forma suicida y colectiva nos ha embargado es uno de los puntales básicos de ésta crisis en la que, cómo principal síntoma, se ha resentido el consumo. Consumo que se mueve en los comercios que, al no vender, despiden. Y cómo no es barato despedir, al final toca arruinarse y a otra cosa mariposa. Yo soy uno de tantos currantes que lo ven así y saben que la Reforma que nos viene va a ser del carajo. Es la que nos toca. Una Reforma Laboral que va a movilizarnos y a más de uno, en dirección a la cola del Inem.

Mañana.

En un país enfermo, el paro es un cáncer que, si crece desbocado cómo aqui, al final lo fagocita todo, desde la Administración hasta el último colmado de barrio. La Reforma Laboral viene cargadita de sorpresas ante una patronal que ha sido vapuleada por el gobierno durante dos legislaturas y unos sindicatos que, lejos de tener alguna credibilidad, se la han jugado a ver quien le hace mejor la pelota a un Ejecutivo ramplón y sin ideas. Hemos llegado al temido punto de inflexión en que empezamos a coger velocidad en la cuesta abajo que nso lleva a ese temido veinti tres por ciento de paro que preconiza, agorera, la OCDE. Es hora de que el gobierno ponga las cartas sobre al mesa y a ninguno nos va a gustar. El zarpazo va a ser tremendo, la afectación mayúscula, la pérdida relativa de derechos en pos de una productividad que hemos ido dando de lado durante décadas inevitable. Las vamos a pasra canutas. Vamos a sudar sangre y con suerte, sólo con suerte, dentro de unos meses quizas sigamos conservando nuestro puesto de trabajo de toda la vida.

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12 comentarios:

José Luis Valladares Fernández dijo...

La solución al problema económico que padecemos, va a ser tremendamente dolorosa, pero creo que necesaria si queremos volver a recuperar algo de lo que fuimos. Ese es el tremendo daño que ha hecho Zapatero y los que le apoyaron, por no haber hecho mutis por lo menos dos años antes. Ha fundido el dinero en subvenciones, como las que han concedido ahora estando ya en funciones, y endeudándonos hasta las cejas. Solamente en intereses se nos van 100 millones de uros diarios. Ahí es nada.
Ahora ya se va, pero demasiado tarde.

Un abrazo

Rafa Hernández dijo...

Pues yo no estoy para que me la claven mucho por mucha vaselina que me unten, y nos la van a clavar de todas las formas, posturas y posiciones. Mucha ganas tenía la gente de que entrara el PP, y estos nos van a acabar de dejar con los huevos al aire. Saludos amigo.

Unknown dijo...

La que nos está cayendo es macanuda, pero la que nos ha de caer, aún es peor por inimaginable.
¡Cuando abra la boca Rajoy!
Sapos y culebras habrán de salir después de inspeccionar los cajones en números rojos (nunca mejor dicho: tan rojos de rojería que nos habrán de quemar el cielo y el paladar, y el cielo del paladar con la patata caliente) ¡qué futuro!
En Nochevieja habrá que rezar para que el reloj de Sol, como es tradicional, nos confunda con los cuartos y las horas, resistiéndose a entrar en 2012.
Ni uvas ni copita de cava: botellón por el morro para olvidar la que nos esprera.
Saludos, SOS.

Wittmann dijo...

Buenas C S.

El problema esencial es que el cúmulo de problemas de las altas instancias financieras, bien directamente, bien a medio de las instituciones del Estado, se ha llevado de un modo u otro a las escalas más bajas de la sociedad, esto es, al ciudadano medio que trabaja para poder vivir dignamente. Del mismo modo, la vorágine de reformas que nos acucia va a descargar toda su fuerza sobre los mismos sujetos, víctimas de la caída y víctimas de la recuperación. Una Reforma Laboral que se apoyará en la desaparición de derechos que la tradición jurídica española consideraba fundamentales en materia de trabajo. De nuevo, solucionamos los problemas recortando más a quien ya tiene poco. Manda Europa, y lo demás no importa.

Un saludo.

Reinhard dijo...

Creo que es frase de inspiración marxista-de Groucho, ojo-aquella que dice que partiendo de la nada, hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria.

Así estamos y así andamos.Tal vez, el consuelo es que no se puede estar peor. O sí.

Saludos

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo: Un análisis perfecto y un cuadro de un realismo (si me permites, brutal.
Tan sólo decir que por esto precisamente no podemos consentir que quienes han gobernado, apoyado o guardado silencio en parlamento, senado, alcaldía... se marchen sin más a retiros dorados ¡No pueden salirse de rositas! Tienen responsabilidades políticas y penales, pero también morales; ellos son los encargados de gobernarnos, de avisarnos de lo que podía pasar y poner los medios para corregirlo.
Y ahora toca volver a empezar.

Unknown dijo...

Jose Luis, lo que es evidentísimo es que la caja está vacía y cualquier cosa que haya que hacer deberá maquinarse en función de nuevas y dolorosas emisiones de deuda.

Asi será, porque lo que es reducir gasto mediante recorte sólo podrá hacerse hasta cierto punto y desde luego, de suprimir CCAAs, reducir funcionaríos y quitar enchufados nada de nada.

El país seguirá enfermo porque no será capaz de hacer borrón y cuenta nueva desde cero y de ello derivará el fracaso de la nueva política económica.

Unknown dijo...

Rafa, pues vete preparando que vienen curvas y nos va a doler la acometida brutal de la fuerza centrífuga de dods gobiernos que nos zarandearan mientras se van y se avienen.

Que nos quedará por ver...

Unknown dijo...

Jano, más que pedir que no entre el dos mil doce, habría que pedir que pase rápido éste que viene y el otro, y el otro, hasta que salgamos de la crisis. Sería gracioso pensar cómo sería salir de ella, ahora que es una utopía tan alejada cómo alejada se va quedando la burbuja que la provocó.

Un saludazo.

Unknown dijo...

Llegados a éste punto Wittmann, quizás fuera interesante pensar en el abandono de lo establecido que no ha funcionado para dar los pasos en la dirección tangente. Salida del Euro, de la Unión Europea, establecimiento de enlaces con territorios más afines, cómo hispanoamérica, supresión de CCAA, copago... Lo que sea para sacar a España del agujero en que se haya metida a presión.

Unknown dijo...

Reinhard ¿Quién sabe? Cuando creíamos que no podíamos caer más, descubrimos que el suelo puede ceder para descubrirnos un abismo aún más tenebroso.

Y lo que te rondaré morena.

Unknown dijo...

Pues de momento Lobo, ya vamos quejándonos por internet, poco más se puede hacer ante una sociedad atocinada que no ve más allá de sus prejuicios y que prefieren a un suciata ladrón a un derechista expderto en economía.

Mal vamos y peor nos terminaremos encontrando.

Darle Caña a ésto: