miércoles, 15 de junio de 2011

Los Hijos de la Gran Bretaña. Así nos veian hace dos siglos.

En muchas cosas apenas hemos cambiado pero ya en el tránsito del siglo XVIII al XIX los ingleses nos habían calado. En aquella época el deterioro imperial español era ya patente, mientras que el imperio británico comenzaba a caminar a su apogeo. Eran años de tránsito en que la Revolución Francesa había dado paso a Napoleón que haría que los sajones se creyeran más importantes que nadie precisamente porque el enano frances notivo redaños para ponerlos a sus pies. En el diario ABC viene esa descripción que nos pone a caldo sin dejar, en muchos aspectos, de ser aproximada a nuestra realidad de entonces y de ahora:

No es la primera vez que hablamos en esta seción de Dashiel, un español que como él mismo indica en el título de su blog, se encuentra «expatriado» en los países nórdicos. Precisamente sea esta posición "extra muros" la que le facilite las cosas a la hora de escribir y presentar la percepción que los habitantes de otros lugares tienen sobre nuestra nación.

Aún recordamos, por ejemplo, aquella entrada que publicó con una aplastante sinceridad, en la que explicaba la opinión de los nórdicos sobre España, más allá de los estereotipos que todo el mundo conoce. Otro de los textos que más éxito ha cosechado en la parroquia digital durante las últimas horas retrocede un poco más en el tiempo (unos doscientos años) para presentarnos la experiencia de algunos célebres ingleses como Lord Byron, George Borrow y Richard Ford.

Estos grandes literatos visitaron nuestro país y quedaron altamente impresionados, para bien o para mal, dejando constancia en diferentes textos que Dashiel ha querido rescatar de los libros del s. XIX «Handbook for travellers in Spain Vol. I", «Handbook for travellers in Spain Vol. II» y «La Biblia en España».

Entre los temas tratados, encontramos por ejemplo la percepción sobre los catalanes y su relación con la política española, de quienes entre otras cosas se dice: «Los catalanes no son ni franceses ni españoles, sino un pueblo distinto, tanto en el lenguaje, vestuario y costumbres, de hecho, su rudeza y su trabajo son suficientes para convencer a los viajeros que ya no está delante de personas de alta cuna e indolentes de España» (...) 

«Cataluña es al mismo tiempo la fuerza y la debilidad de España, y ninguna provincia del cajón de sastre que forma la monarquía hispánica cuelga de un hilo tan débil de la corona como este clásico país de revueltas que siempre esta preparado para separarse» (...) «Cataluña, la dificultad gubernamentales perpetua, es el niño mimado de la familia de la independencia, a la que, aunque el más díscolo y rebelde, el resto de las crías son sacrificadas» (...)

Respecto a los gallegos

«Los emigrantes (gallegos) en general, están ausentes de cuatro a cinco años, después de ese tiempo hacen una visita a sus familias, y vuelven a empezar de nuevo, para no ser domados estos salvajes montañeses confinados en las ciudades, vuelan con gusto a sus libres colinas , mientras que otros sólo van fuera para recoger las cosechas, volviendo después, como los auverneses, con sus dinero duramente ganado» (...)

"La lengua de Galicia, un "patois", duro y tosco al oído, es bastante incomprensible para los españoles, que se ríen de su uso de la U en vez de O. Está más cerca del portugués que del español y se habría convertido en la lengua dominante de la península, de no ser porque Alonso el Sabio elaboró sus códigos legales en castellano, por lo que se fijó ese dialecto,como el toscano lo fue con Dante." (...)

Sobre Madrid y los madrileños

«Aunque el madrileño pueda pensar que es un paraíso, la capital realmente es poco querida por el resto de la nación. Despierta en ellos, ciertamente, orgullo y apela a su interés, pero también es cierto que todos los individuos que contribuyen a engrosar la muchedumbre de cazadores de fortuna prefiere, en lo hondo de su corazón, la capital de su propia provincia. Muy equivocado, por tanto, estaba Bonaparte cuando se imaginó que la toma de Madrid serviría para conseguir el dominio sobre el país entero, como ocurrió en el caso de París, Viena y otras capitales. El conjunto de la población de Madrid, que está formada por emigrantes de todas las otras provincias, se caracteriza por un tono metropolitano y cortesano de superioridad» (...)

«Los habitantes de la ciudad piensan que Madrid es la “envidia y admiración”de la humanidad: hablan de ella como de la capital de España, es decir, del mundo, porque, quien dice España dice todo» (...)

Sobre el euskera y los vascos

«Euscarra es el nombre adecuado de cierta lengua o parler, que se suponía haber dominado en todo España en otro tiempo, pero que actualmente está confinado a varios distritos de las vertientes española y francesa de los Pirineos, limitados por las aguas del golfo. Mucho vago, erróneo e hipotético se ha dicho y escrito respecto a esta lengua. Los vascos aseguran que era la lengua original no sólo de España, si que también de todo el mundo y que de ella derivan los restantes lenguajes; pero los vascos son un pueblo muy ignorante y poco saben de filología. Por ello, debe adscribirse muy escasa. importancia» (...)

«En mi juventud adquirí en los libros un ligero conocimiento del Euscarra. Lo aumenté durante mi estancia en España; y mezclándome con vascos llegué a comprender en cierto grado el lenguaje hablado y aun a hablarlo, pero siempre muy lentamente,, pues para hablar tolerablemente el vascuence, es necesario el haber vivido en el país desde pequeño. Son tan grandes las dificultades para alcanzarlo y tan extrañas sus peculiaridades, que es muy raro encontrar a un extranjero que posea destreza en la conversación; los Españoles consideran tan formidables los obstáculos, que tienen un proverbio que dice que Satanás vivió 7 años en Vizcaya y que se marchó sin poder comprender ni ser comprendido» (...)

«Físicamente los vascos son de estatura media, activos y atléticos. Poseen complexiones y rasgos bellos y en apariencia no tienen el menor parecido con ciertas tribus tártaras del Cáucaso. Su bravura está fuera de duda y se les considera como los mejores soldados de la corona española; este es un hecho que corrobora la suposición de su origen tártaro, porque los tártaros son la raza más belicosa de todas y la que ha producido conquistadores mas notables. Son fieles y honrados y capaces de una adhesión muy desinteresada; amables y hospitalarios a los extraños» (...)

Tampoco falta en la recopilación de textos realizada por Dashiel alusiones a otros pueblos como el andaluz, a algunas costumbres como las ferias y romerías, la ausencia de movilidad geográfica de los españoles o su «caracter rebelde». ¿Qué opinan ustedes?

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