miércoles, 8 de junio de 2011

Crisis alimentaria. La resaca del pepino.

Foto de Internet. Si yo dijera pordonde se lotienen que meter...
A la hora en la que escribo éste artículo, la Comisión de Agricultura ha aprobado elevar la cantidad en compensación  por el Pepinogate de ciento cincuenta a doscientos millones de euros. Por un lado es un inicio, por otro aún es indignante que nuestro gobierno se éste apuntando tantos a costa de un sector que, tirando de la situación económica, ha quedado para el arrastre. Ésta mañana escuchaba por al radio que nuestra querida transfugo-ministra ecologi-comuni-soci-notengoideadequecarajoes Aguilar daba por hecho que las ayudas de Bruselas cubririanentre el noventa y el cien por cien de las pérdidas. Ahora bien, ¿Quien va a reparar el honor, la dignidad y va a retornar nuestro sector hortofruticula al lugar que le corresponde?¿El Gobierno más preocupado en que Rugalcalva llegue al poder y sus ex-alcaldes destruyan las miles de toneladas de documentación que les va a hundir en el estiércol para los restos?¿Bruselas, para la que seguimos siendo el norte de África, el tapón de Europa contra la inmigración africana, esa gente bajita que havivido por encima de sus posibilidades enganchados a la teta europea? Nadie. Esa es la respuesta, a pesar de que deberíamos plantearnos muy seriamente nuestro papen en la Unión, nadie nos va a tender una mano porque, ni tenemos peso específico ni nos hemos hecho respetar desde lo de la invasión de Perejil.

Foto de Internet. Éstos si que sabían tratar al enemigo.
Cuando el moro te da una patada y no le sueltas dos puñetazos interpreta que eres débil y que te vas a someter a él. Así de simple. Cuando el europeo te la mete doblada y ve que sonríes, piensa que te gusta recibir objetos contundentes aka pepinos por el cacas. Así las cosas, España ha dejado de tener gónadas desde la pérdida de las Antillas. Nuestro gobierno, instalado en un sistema democrático ficticio, en que no elegimos mas que el poder legislativo, del cual sale, cómo al ganador le da la gana el ejecutivo y después, a pachas eligen al judicial según sus propios intereses, se niega a defender al pueblo español. Defienden sus propiedades, prebendas, pagas y jubilaciones para cuando dejen el cargo. Estamso manteniendo cerca de cien mil sátrapas a los que importamos una mierda y que sólo saben sonreir para la foto y decir "estamos haciendo todo lo posible" mientras  el país se ve engullido por la desmedida deuda de las autonomías y de su propia codicia.

Foto de Internet. Mucho perro muerto es lo que hay.
No hace mucho, a los traidores se les fusilaba o aplicaba garrote. En estos tiempos que corren va a ser preciso retomar aquellas buenas costumbres pues estos politicuchos que tenemos en saliente nos han demostrado no valer más que para engordar cómo gorrinos y los que entran no van a ser mucho mejor si no se les muestra el camino a la horca antes de que tengan tiempo de hacer nada. Alemania nos exije grandísimos sacrificios para salir de la crisis sin hundir el euro. Ahora ellos nos han hundido a nosotros y aún no he visto ni pedir perdón ni dimitir a nadie. Los germanos nos toman por su colonia, la que engordan con su dinero en verano y con ello nos tienen contentos. No se dan cuenta que, ante nuestras carencia para desarrollarnos industrialmente estamos desarrollando una industria hortofrutículas de calidad tal que no se encuentra en casi ninguna otro lado del mundo. Los alemanes que sus acusaciones infundamentadas han traicionado la confianza en la Unión Europea que pudieramos tener. Nos han demostrado de nuevo que somos lo que somos, ciudadanos de segunda en una congregación de amiguetes ricachones que buscan deshacerse de los pobretones a costa de acusaciones infundadas, tras comprobar que una unión monetaria sin unión política no sirve para nada.

Foto de Internet. La evolución lógica de la Crisis.
Hemos jugado el papel de pardillos y nuestra casta política no ha sabido reaccionar. Son incapaces de mirar más alla de sus problemas emanados del 22 M y Bruselas siguiendo el patrón marcado por Merkel, se ha plegado a la exigencia de los Teutones. No son doscientos millones de euros lo que cuesta la dignidad española, son doscientos millones de disculpas, el dinero que se precise en publicidad positiva hasta recuperar la cuota de mercado y, por supuesto, el dinero que nuestros agricultores deban recibir hasta el último céntimo. ¿Creen ustedes que lo lograremos? Yo lo dudo, y no por deslealtad cómo suelen decir nuestros gobernantes cada vez que la cagen de cara a la Oposición, sino porque nos han demostrado ser tan sumamente inoperantes que, cualquier gestión parecida o remotamente similar a una crisis les queda, desgraciadamente, demasiado grande.

Foto de Internet. La venganza será terrible...
Añado para terminar un estracto del blog Rebelde del Sur donde nuestro amigo Sergio Calle Llorens nos muestra un símil de lo que deberíamos hacer para ganarnos un respeto perdido tiempo ha:

En estos momentos de zozobra para todos quiero traerles a la memoria la figura de Enrique de Guzmán y Ribera, II conde de Olivares que fue embajador de España en el Vaticano allá por el año 1582. Fue en el papado de Sixto V cuando se produjo un hecho ciertamente sorprendente. En el estado del Vaticano los cardenales tenían el privilegio de llamar a sus criados con una campaña. Cada toque diferente de campana se correspondía con un Cardenal de la corte papal. Nuestro embajador decidió por su cuenta hacer lo mismo. Raudo y veloz el papa, que odiaba al segundo de nuestros Felipes, envió a su sobrino para mostrarle la indignación del santo Padre. Molesto nuestro diplomático, acudió a ver a Sixto para recordarle que su Rey era el mayor príncipe del Orbe y que aportaba más dinero a las arcas papales que nadie. El Papa no aceptó las explicaciones y exigió que el episodio de la campanilla no volviera a producirse jamás. El español aguantó el chaparrón y volvió por donde había venido. Al día siguiente cumplió las órdenes y no volvió a llamar a los criados con la campanilla dichosa. Para tal fin, comenzó a avisarles a cañonazos. Ante el estruendo y el pánico que se vivió en Roma, su santidad volvió a llamar al embajador español para comentarle lo siguiente: “A partir de ahora llamar a los criados con campana será privilegio de los cardenales de Roma y del Embajador de España”. ¿Entienden? El mundo es de aquellos que luchan por colocarse en una posición de predominio. Para ello, hay que pagar un precio; luchar por ser los mejores y los más grandes. Únicamente de esta forma podremos volver a llamar a cañonazos a “nuestros amigos”.

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