lunes, 10 de octubre de 2011

Noticias. López retira y esconde las banderas de España de edificios oficiales.

Que Bildu es el sucedáneo con el que el abertzalismo ha vuelto con la complacencia del socialismo al que pertenece a las instituciones no se le escapa a nadie. Que López parece estar dejándose en cuanto a su labor cómo Lehendakari y por tanto representante del Estado Español en el País Vasco merced al nuevo escenario político en los que los amos y señores le están exigiendo pagar peaje, tampoco. Tal es así que el otrora combativo gobernante que nada más llegar a Ajuria Enea certífico el cumplimiento tácito de la Ley de banderas, ahora parece haber olvidado tal labor. En muchos edificios públicos la enseña nacional ya no ondea. Pero si lo hace la Ikurriña, ese engendro de enseña de un partido político, el Partido Nacionalista Vasco inventó en su propia traición a España intentado resultar atractiva a un Reino Unido que ni se fijó en ellos. Ésta es la noticia recogida por Libertad Digital:

Al contrario de lo que dice, el Gobierno vasco incumple la ley en algunas de sus instalaciones oficiales.

En mayo de 2009, el socialista Patxi López fue elegido como nuevo lehendakari gracias a la suma de los votos de populares y socialistas en el Parlamento vasco. Ésta era la primera vez que el máximo representante institucional de la región no era un dirigente del PNV. Entonces, muchos especularon con la gran cantidad de cambios que este hecho podría traer consigo.

Pocos días después de su elección, el propio lehendakari y los que ya se sabían que iban a ocupar importantes puestos en su gabinete, como el actual consejero de Interior, Rodolfo Ares, anunciaron públicamente que el nuevo Ejecutivo vasco iba a cumplir escrupulosamente con la Ley de Banderas, que los nacionalistas llevaban incumpliendo más de treinta años con total impunidad.

Todo hay que decirlo, la buena voluntad que manifestaron los socialistas vascos en su llegada a Ajuria Enea estaba apoyada también por un buen número de sentencias de los tribunales vascos, que obligaban a las administraciones a colocar la bandera en sus dependencias. Unas sentencias que llegaban después de que la subdelegación del Gobierno en Álava hubiese emprendido una batalla judicial contra los nacionalistas que gobernaban las más importantes instituciones vascas durante los últimos años de los gobiernos de José María Aznar.

Como indudable gesto de buena voluntad, la consejería vasca de Interior adquirió durante 2009 más de ochenta banderas de España para colocar en parte de sus instalaciones oficiales, comisarías y oficinas. En total 17.200 euros de inversión, repartido entre banderas para exteriores, interiores o, incluso, de sobremesa.

El pasado mes de junio, días después de que los alcaldes de Bildu –candidatura que el Supremo consideró que era sucesora de HB-EH-Batasuna– tomasen posesión de sus nuevos cargos, el Gobierno vasco llegó incluso a amenazar a estos con llevarlos a los tribunales y solicitar su inhabilitación para cargo público si no cumplían con la Ley de Banderas y retiraban la enseña nacional de aquellos consistorios en los que ondeaba.

Sin embargo, fuera de gestos de cara a la galería que no dudan en trasladar a los medios de comunicación, la realidad es que el Gobierno vasco no está implicándose tanto como quiere aparentar en el escrupuloso cumplimiento de la ley. Es más, en muchos lugares está escondiendo e, incluso, retirando, la banderas de España que ondeaban en instituciones públicas.

La muestra más dramática de ella es una de las instalaciones que el Instituto Nacional de Empleo (INEM) tenía en Vitoria. Esta instalación cumplía escrupulosamente con la Ley de Banderas en abril de 2010, cuando las tres enseñas ondeaban a media asta por el fallecimiento del presidente de Polonia en un accidente aéreo.

Un año después, en abril de 2011, cuando el edificio había sido ya cedido a Lanbide, el servicio del Gobierno vasco para temas relacionados con la formación laboral y el empleo, las banderas que antes habían ondeado habían sido retiradas y sólo quedaban los mástiles, que un mes después, en julio, ya habían sido retirados. Este mes, en octubre, con el reasfaltado de una parte de la entrada al edificio ha desaparecido todo vestigio de que un día ondearon en ese edificio las enseñas de España, el País Vasco y la Unión Europea.

Escondidas parecen las banderas que Patxi López ha colocado en la entrada de la Lehendakaritza. Las mismas ondean sobre un mástil diseñado para interiores, y no para exteriores, por lo que su altura es sensiblemente más baja, lo que hace que cuando las enseñas ondean a media asta toquen el suelo.

Al igual que ocurre en la sede de la Presidencia del Gobierno vasco, la residencia oficial del lehendakari, el Palacio de Ajuria Enea, también tiene los tres mástiles de interior con las banderas oficiales en la entrada principal, lo que también hace que se arrastren por el suelo cuando ondean a media asta.

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