España, mi pobre España.

Son muchas las gotas que en forma de lágrimas la lluvia ha derramado sobre nuestra extinta piel de toro, desde que el sueño imperial se desvaneciera. España, que se encuentra en su encrucijada nacional no encuentra apoyos por ningún lado y el país que surgio de las armas, se extingue por las palabras. La unión de dos reyes creó el estado más plurinacional del mundo y ahora las plurinaciones se cargan al Estado. Parece una consecuencia lógica.

Indignación.

España ha sido siempre un estado parlamentario. las Cortes medievales tenían un peso considerable en el control estatal y los reyes, en cuanto propietarios del terruño, no dudaban encontar con ellas cada vez que se veían en el aprieto de pedirles que aflojasen la mosca. Hoy ese parlamento ya no sólo sirve para soltar pasta, sino para regir el destino del país mediante un sistema legislativo que nos iguale a todos. Ese sistema hace aguas porque el judicial está sometido al ejecutivo y el legislativo solo emite leyes en contra de la nación que dice representar.

Sólo tenemos que echar un ojete a leyes cómo las del aborto, el aumento de la edad de jubilación, la reforma laboral... Multitud de leyes en contra de la base del estado. El Pueblo. Y además emanadas por gente que dice ser afín a ese pueblo. Los de la socialdemocracia, que han hecho una política tan liberal y de derechas que enrojecerían al mismísimo Francisco Franco. No sólo eso, si encima les mientas la jugada, los siniestros se ofenden, se ruborizan y te llaman fascista, cuando no hya nada más fascista que el modo, cuasidecretal, que están empleando para acometer el acoso y derribo del país.

Poco o nada.

Tal es la cantidad de decencia que queda en nuestra casta política. Poco orgullo de español y nada de propósito de enmienda, lo cual provoca la enmierda de todo lo que dicen representar. En ni fuero interno no tengo por menos qu ereirme de todas esas explosines de júbilo por una mentira más de la eta cómo metodo retributivo de los sinsentidos de los ultimos siete años. España está muy enferma, el cáncer del nazionalismo la carcome y nuestra clase politicastra se eneorgullece de haber terminado con el terrorismo sin haber pagado precio político.

Y digo yo, ¿No es precio político que Bildu esté gestionando las pensiones de los terroristas via sustracción del dinero público?¿No es bastante precio político que nuestras víctimas queden cómo elementos discordantes en la negociación del gobierno? Ayer se escenificó un acto más del patetismo de nuestros dirigentes derramando lágrimas de cocodrilo por sus compañeros caidos a manos de los asesinos mientras ellos negociaban alegremente con los terroristas la desaparición de España. ¿Esto es lo que queremos¿Eso es lo que merece España?

 

Pobre España.

 

Triste y ojerosa y acometida cómo un perro flaco y débil, enfermo y moribundo al que todas las pulgas hacen causa común, nuestra nación dormita ya el sueño de los terminales. Es España una sombra de lo que fue, patético escombro de una orgullosa casa que fuera gran pasiego de los tiempos, enorme imperio intercontinental gobernado por inútiles e incapaces, elegidos por gentes más inútiles e incapaces más preocupados en llenar el buche y los bolsillos que en arreglar las fisuras que carcomen la casa de todos.

 

Y mientras tanto, nuestros entrañables y vagos docentes siguen de huelga mientras nuestros perroflautas siguen llenando las plazas en una sinrazón controlada por los mismos de siempre, los que controlan y devanan sus sexos con el único fin de exterminar a España a través de su nefasto PS.

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