viernes, 17 de junio de 2011

Crítica. Dar pena.

Algo se mueve en España. Durante siglos se ha movido y se seguirá moviendo porque tiene combustible para rato. Es de risa y cualquiera que no tenga sus neuronas ofuscadas por cualquier cretino golpeabalones del Atleti, del Madrid o sus homólogos del Barça lo comprenderá. Por desgracia creo que no serán muchos y dentro de ellos más mujeres que hombres. Que tienen las neuronas menos perjudicadas por lo anteriormente referido. En fin. Empiezo.

A España se la ve en los foros políticos y con razón, como un reino de Taifas. Con una serie de territorios que han pasado del autogobierno al independentismo tácito basado en el cainismo más severo  entre  comunidades. Se ve un país enfermo, estúpidamente roto. Desmembrándose, rompiéndose. Pero sin terminar de reventar, a medio fuelle, con veinte presupuestos sobredimensionados y las mismas deudoas externas, internas y entre sí. Se nos ve más perdidos que el barco del Arroz, que todavía lo están buscando.  sin saber si somos españoles o debemos anteponer el topónimo de nuestra ¿Comunidad?¿Nación?¿Realidad nacional? al término, al parecer en desuso, anteriormente mencionado. 

Se nos ve contrariados,confundidos y por supuesto ignorantes de loq ue sucede en nuestro mismo país. Con un tribunal Constitucional descolocado, antes porque algunos estatutos parecián estar por encima de la Constitución y cuyos magistrados no sirven salvo para cobrar una buena pasta a fin de més, mientras se dedican a seguir las directrices del político de turno, cosa que les ha servido ahora pra volver a llevar a ETA a las instituciones a trevés de Bildu. Con una recua de políticos infames y un montón de chupópteros a nivel funcionarial que, sin oficio ni beneficio, viven de lo que chupan a los españolitos de a pie. Españolitos estos que, por desgracia, tienen cada vez menos a los que chupar debido a la incipiente crisis y el creciente paro.  Españolitos que, por otro lado y agrupándose en movimientos de eficacia peregrina están empezando a moverse en un contexto de prerrevuelta nacional. Una sucesión de actos que conllevaran, mástarde que pronto un enfrentamiento severo del que después nos arrepentiremos.

Me da por pensar en esos estados feudales en los que si el señor no te podía cobrar los impuestos porque eras más pobre que las ratas simplemente se chingaba a tu mujer e hija y después te quemaba la choza. Ahora te dan por el culo, te niegan la prestación y te embargan la casa. Y todo en un contexto de prepotencia total en la que prohiben por tu bien y si te saltas la prohibición más vale que compres vaselina King Size para tu horadado ano. Es algo así cómo cuando en la Edad Media Castilla pugnaba por su supremacía de cara al resto de reinos y taifas con las que compartia la Península Ibérica. Ahora es España la que esta pugnando y luchando contra sí misma y el final, el destino de esa confrontación intestina no será bueno para nadie.

Pero no quiero ladearme de mi propósito, que es demostrar lo equivocados que están los que afirman que España se rompe. Y es que esto es un reino de Taifas, si. Pero de Taifas cohesionadas que no podrían subsistir por libre. Taifas que son chupópteras unas de otras y las que están más arriba lo son del Estado. Para entendernos. Imaginad una ristra de diecisiete sanguijuelas gordas que se chupan la sangre unas a otras. ¿Qué son? Muy bien, las diecisiete taifas autónomas. Otras dos más pequeñitas, Ceuta y Melilla y todas a un tipo gordo, corpulento, con cara de Toro. España. Eso es el sistema autonómico de nuestro país. Un sistema enfermo que, sin embargo, subsiste. Se aguanta cómo un montón de edificios que se sostienen unos en otros. Un extraño anaquel de subproductos autonómicos en el cual se contemplan una multiplicidad de reacciones químicas tal que, por separado son destructivas pero, juntas, son del todo inicuas. Dañando sólo y exclusivamente, el bolsillo de los de siempre, los de abajo.


Esto, por otro lado no es nada nuevo. España como tal no existió nunca. Existió Castilla, León, Asturias, Navarra, Aragón, el Condado de Cataluña y toda una serie de entidades menores que con el transcurrir de los años y motivos políticos se fueron apretujando unos con otros. Para chuparse la sangre. Hasta que salio un tipo que fue el que las mandó a todas. Un tal Carolus I que se inventó la marca "España" para diferenciar el mejunje de sus reinos de los del Resto de Europa. Una marca que anteriormente definia a todo aquel que hoyase con el pie entre los Pirineos y Gibraltar y que en éstos momentos más parece un insulto que un motivo para sentirse orgulloso.


Si, si. No pongas esa cara. Pocos reyes han ostentado el título de Rey de España. El Imperio Español era una federación de Reinos de los cuales el titular era el mismo tipo. El Rey. Que ostentaba, en caso de nuestro actual monarca son:

Rey de Castilla, de León, de Aragón, de Mallorca, de las Dos Sicilias, de Sevilla, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Cerdeña, de Córdoba, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Algeciras, de Gibraltar, de las Islas Canarias, de las Indias Orientales y Occidentales, de las Islas y Tierra Firme del Mar Océano; Archiduque de Austria; Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, de Atenas y Neopatria; Conde de Habsburgo, de Flandes, del Tirol, del Rosellón, y de Barcelona; Señor de Vizcaya y de Molina; etc...

Cómo podeis ver muchos reinos que, en efecto, conforman el actual estado español. Algunos hoy en día sólo existen cómo pueblos o ciudades dispersas. Otros tomaron la categoría de reinos, provincias y comunidades. Agunos cogieron más categoría y llegaron a dar la murga con la invención del separatismo mientras ahora lloran en Madrid para obtener más dinero con el que chantajear al resto de sus conciudadanos. En fin.Taifas y mas taifas que no son sino sanguijuelas que gozan haciendose daño entre si, que gozan reclamando mas que sus vecinas y en suma que gustan de decir que quieren ser independientes. ¿Independientes para que?

Si vemos el actual mapa de España tenemos lo que se suelen llamar nacionalismos periféricos. Galicia, Euskadi y Cataluña. Andalucia no, en Andalucia siempre hace demasiado calor para pensar en revueltas y sale mas a cuenta irse de cervezas fresquitas o a dormir la siesta. Nacionalismos del norte, por tanto, que, por fortuna, han sido desbancados de sus poltronas, el último el PNV y oh, sorpresa. Euskadi no se ha hundido y el hecho de que la bandera de España ondee en Ajuria Enea no hace que las antiguas tradiciones vascas se suman en el olvido. Ni hace que el mundo se haya acabado. Ni por supuesto que Dios en majestad baje para juzgar a vivos y muertos, introduciendo a los Vascos en el paraíso y al resto de mortales en el infierno. No obstante, el Lehendakari ya esta viendo que debe poner sus barbas a remojar, pues Bildu a tomado ochenta ayuntamientos y la Diputación de Guipuzcoa. Ya se saben el refrán. Y las cosas se han puesto tan cuesta arriba con el visto bueno del Estado Español, ver para creer, cómo si el cerdo le diera el cuchillo al matarife en mano.

Catalonia es otro ejemplo del puedo y no quiero. Si, en efecto, del puedo y no quiero. Con la fuerza nacionalista que suele esgrimir, es el Partido Socialista de Catalonia es el que gobernando en su día en el palacio de Sant Jaume no supo aprovechar el tirón de la fuerza de España. No era cuaestion de ningún otro partido, no de CiU, ni ERC, ni el Partido Catalán para la Independencia de los Nabos arbóreos. Catalonia y Euzkadi son españolas y poquito a poco lo van dejando de ser, no territorialmente pero si de alma.  Nadie desea dejar de serlo en esos territorios porque se encuentran agustiiiiiiiiisimo asumiendo el papel de oprimidos por el Estado Español. De sojuzgados por los vencedores castellanos y excluidos por hablar en Catalán y Euskera (Ya me gustaría a mi ver el nivel de eusquera que tienen esos paletos analfabetos que se dedican a quemar contenedores y joder a los vecinos, lo cual me da que pensar sino andarán sobornados por las companias de seguros para lograr más clientela).

El cainismo en estado puro, principal carácteristica del español. Gozan dando lastima y chupando la sangre al Estado. El día que, ojala Dios lo quiera y así descansaremos los demás, se independicen, sufrirán mas que nunca. Ya no podrán dar pena. No podrán chupar. Se encontraran con una identidad que no reconocen. Serán ciudadanos catalanes y vascos que, sin embargo no sabrán que hacer, pues ya no tendrán a quienes los opriman y los sojuzguen. No podrán chupar mas del frasco Carrasco. Tendran que generar riqueza y, cuando tengan deuda soberana seran ellos quien deban afrontarla, sin medias tintas, sin hablar más que por ellos mismos. Sin poder tirar de la manta o culpar a terceros.

No se llame a error, señor lector. Los nacionalismos son la estupidez mas grande, después de la religión que se ha construido en este mundo. Es la única enfermedad que se cura viajando, y en casos extremos y crónicos, ni aún así. Si son nacionalismos de opereta que basan su discurso en la separación del Estado mientras chupan su sangre la cosa se agrava aún más. Dios existe y los países también. Lo que no existe es una razón coherente para decir que España se rompe, pues no es así, cada vez que un catalán o un vasco abre la boca para decir que quiere ser independiente, se reafirma en que lo que de verdad le gusta es ser español y tocarle los huevos al resto de sus compatriotas.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y si nos independizamos los españoles de los catalanes para "dejar de estar oprimidos"?...
En fin, muy bien expuesto, tienes toda la razón del mundo.

Unknown dijo...

Cuando lo escribí pensaba cómo tu, pero después reflexioné el que harían esos pobres sin nosotros. ¿Una diáspora? Porque el territorio es nuestro, eso es indudable y de darles las independencia nos lo tendrían que devolver. ¿Se irian al Rosellón?¿Directamente a la mierda?

No se, sólo digo que ellos no pueden vivir sin nosotros, lo único es que les hemos soltado mucho la correa y es lo que pasa con los animales cuando no los lelvas bien cogidos. Siguen a su instinto.

Darle Caña a ésto: