jueves, 25 de octubre de 2012

Marinos de España. Luis de Cordova y Cordova (1).

Wikipedia. Don Luis de Córdova y Córdova
Don Luis de Córdova y Córdova nació en Sevilla el cuatro de diciembre de mil setecientos seis y fallecería noventa años después en San Fernando, ciudad de marinos por antonomasia en Cádiz corriendo el veintinueve de septiembre de mil setecientos noventa y seis. Fue marino, militar y llegó a ostentar el cargo de Segundo Capitan General de la Real Armada Española. Fue hijo de Don Juan de Córdova Laso de Vega y Puente, marino y caballero de la Orden de Calatrava y de Doña Clemencia de Córdova, hija que fuera del marqués del Vado. Cómo buen católico español sería bautizado en la hispalense parroquia de San Miguel corriendo el doce de febrero de mil setecientos seis, en plena Guerra de Sucesión. Desde muy joven y siguiendo el ejemplo paterno, el salitre embarcó en sus venas y con once años comenzó acompañando a su padre que era capitán de navío de la Real Armada, habíendo hecho el viaje a las Américas dos veces antes de cumplir los trece años.


Impetú español.

Don Luis sentaría plaza de guardíamarina en la compañia del departamento de Cádiz en mil setecientos veintiuno y pasando mil setecientos veintitrés, ascendería a alférez de fragata con un brillante expediente. Por su forma impetuosa y bravía de ser, cómo recto español y mejor militar, supo ganarse el aprecio del mismo Rey Don Felipe V, entregándose al servicio en las mejores condiciones en los primeros grados del escalafón naval. No hubo nunca queja ni pero para efectuar comisiones, navegaciones o acciones de Guerra que sin embargo tenían siempre el mismo resultado, la aprobación de sus superiores. Una de sus misiones sería la escolta, con éxito del Infante Carlos de Borbón en mil setecientos treinta en su viaje a la España italiana. Ascendería con honores a alférez de navío en mil setecientos treinta y uno y meteóricamente y por méritos de guerra a teniente de fragata al año siguiente. En ese año, a instancias de otro gran marino Don José Carrillo de Albornoz, participaría en la toma de Orán y sólo dos años más tarde lo haría en la reconquista de las plazas italianas de Nápoles y Sicilia.

No cejaría nunca en su empeño en servir a su Rey y a España y entre acciones de guerra y comisiones varías ascendería a teniente de navío en mil setecientos treinta y cinco. En mil setecientos cuarenta ostentaría ya el grado, con sólo treinta y cuatro años de capitán de fragata. No podría decirse de él que fuera cobarde o inhibido y recién estrenado el grado, se encendió en la lucha sin cuartel contra los piratas argelinos. Ascendería finalmente a capitan de navío y puesto al mando del navío América, un buque de sesenta cañones y dotación de casi quinientos marinos botado en La Habana en mil setecientos treinta y seis.  Se uniría al Dragón, algo más nuevo, botado también en la Fidelísima en mil setecientos cincuenta y cinco y de sesenta y cuatro cañones. Ambos integrarían una flota en la que éste último sería el insignia bajo el mando de Pedro Stuart, a posteriori marqués de San Leonardo, entablando batalla contra el Danzing y el Castillo Nuevo, dos buques argelinos de sesenta y cincuenta y cuatro cañones respectivamente.

Piratas, ingleses y carrera de Indias.

El resultado del encontronazo con los argelinos sería, en primera instancia que el Castillo Nuevo tomara vientos a las primeras andanadas, quedando sólo el Danzing a batallar, durante más de treinta horas en cuatro días hasta que, totalmente acribillado y con vías de agua, arrió bandera entregándose a los españoles. Liberados cincuenta cautivos cristianos y ante la imposibilidad de usarlo, el Danzing ardería frente a las costas de San Vicente. El hecho hizo a Córdova merecedor de una encomienda de la Orden de Calatrava. Ello lo convirtió en un marino y militar temible que sería asignado por su bravura a la escolta de diversos convoyes en la Carrera de Indias para su defensa militar frente a corsarios ingleses y piratas de diversa índole. En América dejaría también su impronta cómo uno de los más temidos combatientes contra el contrabado en los alrededores de Cartagena de Indias, hecho al cual se dedicaría al completo en el periodo desde mil setecientos cincuenta y cuatro al cincuenta y ocho.

Los hechos heróicos que en favor de la Real Hacienda llevó a cabo le hicieron merecedor del cargo de Jefe de escudra en el año de mil setecientos sesenta. Habría de haber ascendido a brigadier, pero no existiendo el empleo hasta mil setecientos setenta y tres, de Córdova ascendería a uno de los más importantes cargos navales de la época. Con el empleo recién asumido, tomaría el mando de una escuadra dedicándose a efectuar múltiples navegaciones, enfocándose principalmente por aguas de Norteamérica, en lo que serían los incipientes Estados Unidos. Así mismo tomaría parte de diversas e importantes comisiones de servicio cómo la parada de gala que le llevaría en mil setecientos sesenta y cinco a aguas de la América Española en Cartagena de Indias. Después de casi diez años salvaguardando los intereses y haciendas en aguas del Caribe, cesaría en el mando de la escuadra a su regreso a Cádiz en marzo de mil setecientos setenta y cuatro, donde, en diciembre,ascendería a Teniente General. Tenía sesenta y ocho años.

En el Marco de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos.

Corrían los años en que España, de dinastía borbónica y Francia, de la misma rama, quedaban unidas en la adversidad por los pactos de familia, de modo que concurririan junto en ayuda logística y militar de las Trece Colonias en plena guerra de independencia norteamericana. En función de su rango y valía y a pesar de su ya avanzada edad para la prestación de servicios, Don Luis de Córdova y Córdova, quedaría asignado a una escuadra que se uniría a la francesa de Orvilliers al serle declarada la Guerra a Inglaterra en mil setecientos setenta y nueve. La escuadra combinada hispano-francesa contaría con sesenta y ocho buques, el insignia español no sería otro que el Santísima Trinidad, el Escorial de los mares, botado en La Habana en mil setecientos sesenta y nueve y con ciento cincuenta cañones en cuatro cubiertas. Su misión sería la de invadir Inglaterra y verdaderamente anduvieron muy cerca de cobrarse la afrenta de Gibraltar al hacer refugiarse a los buques ingleses en puerto y colpasar de manera fulminante el comercio británico.

Bibliografía y Fuentes.

  • González de Canales, Fernando. ^Catalogo de Pinturas del Museo Naval. Tomo II. Ministerio de Defensa. Madrid, 2000. Pp. 178-179.
  • Martínez-Valverde y Martínez, Carlos. Enciclopedia General del Mar. Garriga, 1957.
  • Wikipedia.org
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12 comentarios:

Doramas dijo...

La historia bien explicada, es entendible por todos.
Ahora solo te falta que salga un catalufo diciendo todo lo contrario.

Norma dijo...

Gracias por contar la historia. Besos.

María dijo...

Interesante tu entrada.

Un beso.

Anónimo dijo...

Aquellos marinos del XVIII eran una combinación de científicos y guerreros del mar que dejaron muy alto el pabellón naval.

La verdad es que hasta Trafalgar tuvimos la mejor escuadra de guerra del Mundo, tanto en barcos como por la inmejorable capacidad de sus marinos.

Herep dijo...

Recuerdo haber estudiado la vida y obra de Cordova y Cordova en mis tiempos de bachiller y asombrarme, como en tantas ocasiones, con la vida de estos marinos de época.
La Historia de España está repleta de casos parecidos. Sin ellos, nuestro legado no sería tan magno y, ante el desprecio de quienes se sienten avergonzados por este, entradas como la tuya son un regalo.

Un saludo, CS.

PEPE LASALA dijo...

Este tipo de entradas me gustan mucho, son muy interesantes, tienes un gran blog. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/

Unknown dijo...

DORAMAS, no me extrañaría, o que saliera diciendo que de Córdova era Catalán... Viendo lo visto...

Unknown dijo...

Norma, de nada, es lo que hay que hacer, dar a conocer lo nuestro, cómo fue y porque, y no permitir que otros mas iletrados nos coman la cabeza.

Unknown dijo...

María, gracias por dejarte caer por aquí, otro beso para tí.

Unknown dijo...

Javier, lo más lamentable es que siendo uno de los países con más historia y más hechos participados cómo marinos, militares y religiosos, no tengamos ese protagonismo en los libros de nuestros jóvenes. Es una lástima porque todos los errores del pasado revertiran en el presente.

Unknown dijo...

Herep, creo que entradas cómo la mía son una necesidad patente en una sociedad descreida que lo mismo le da un ocho que un ochenta. Hay que seguir demostrando que nos queremos y que queremso seguir siendo lo que tenemos que ser, españoles de pleno derecho histórico y social.

Unknown dijo...

Pepe, gracias por pasarte por aquí y por tus palabras, aquí tienes tu casa para lo que necesites.

Darle Caña a ésto: