domingo, 28 de octubre de 2012

Seamos Agrícolas, por favor.

Foto CSPeinado. Poniendo en valor lo nuestro.
Nunca comprenderé cómo un país con el potencial de España sigue estancado y sujeto alas directrices de unos gañanes cómo buenamente son los alemanes. Que España ha sido un país tradicionalmente atrasado es cierto y que el estigma nos lo hemos ganado nosotros a pulso por nuestra dependencia de la Iglesia Católica y los Gobiernos Conservadores también. Lo mismo que no es menos cierto que España fue capaz de evolucionar de la casi nada del año treinta y nueve a ser la doceava potencia mundial en el año setenta y cinco con poca o nula ayuda exterior. No nos hcía falta meternos en el nido de víboras que supone la Unión Europea ni mucho menos someternos a los mandatos de Alemania para la que todo es recortar y recortar y no hacer políticas de empleo o reindustrialización que puedan suponerles el quebranto de tener un país económicamente más potente que ellos. No nos llamemos a engaño. La crisis les está viniendo del carajo para ponernos a todos los demás a sus germanos pies.

Sombras de economía.

Cuando el Caudillo se fue a rendirle cuentas a Dios, la Unión Europea no contaba para nosotros. Eramos el norte de África para los del norte de los Pirineos. España no contaba para nadie pero éramos la doceava potencia económica mundial. Justo y Cabal. España no había vivido nunca de la subvención, lo que hacíamos lo hacíamos los de aquí, con materiales de aquí y si para el ochenta no se podía terminar una autovía, se terminaría para el noventa. España tenía un potencial enorme cómo país turístico, teníamos el desarrollismo creando cientos de miles de plazas hoteleras y se podía fumar hasta en los hospitales. España tenía industria. Una poderosa industria, la Ebro, los Astilleros Españoles, la Compañia Nacional Telefónica de España, tenía los altos hornos de Vizcaya, la poderosa industria textil catalana y mucho, mucho carbón que servía para alimentar la industria nacional. En sí, el franquismo había aprendido una cosa y los españoles con él. No te puedes fiar de nadie y tienes que ser siempre lo más autosuficiente posible.

Esa autosuficiencia queda siempre plasmada en una de las funciones vitales del hombre. Comer. Y para comer lo que se necesitan son campos, pastos y ganado. Algo que en España siempre tuvimos, en cantidad y calidad. Europa siempre estuvo preocupada con España. Principalmente Francia por la calidad de nuestros vinos y leguminosas y Alemania por nuestros aceites y carnes. Así con todo España, a pesar de los múltiples embites que recibe de sus ¿socios? comunitarios y de Marruecos, sigue teniendo explotaciones agrícolas de todo tipo que, bien gestionadas, serían más que suficientes para convertirnos en una potencia que dedicara todos sus esfuerzos a comercializar alimentos que simplemente no se pueden criar en otros lados. Algo nuestro que por mucho que intentaran copiar o adulterar no podrían hacer y que simplemente atraería un nuevo turismo, basado en la concienciación ecológica, el sostenimiento económico y social y la industria de transformación.

Agricultura vs Industria.

Seamos coherentes, el hecho real es que nunca seremos un país industrial salvo en la amplia distancia que nos separa al acoger empresas multinacionales y con ellas crear una suerte de cinturon auxiliar a su alrededor, de forma que al quebrar o irse la Matriz, todo lo que hay alrededor se hunde sin remedio cómo esclarecedores son los casos de Santana Motor en Linares o Delphi en Cádiz. Si en algún caso sómos capaces de establecer una industria, cómo las de las renovables, es a costa de la subvención, pues España en sí, es el ciento treinta y nueve país donde más difícil es abrir un negocio, mucho más si no está subvencionado hasta la médula en lo que nos tienen acostumbrados y no mucho más allá si no está relacionado, paradójicamente con lo agrícola o los servicios. España debe, de una vez por todas, superar sus miedos y complejos y asumir lo que es, un país agrícola y ganadero del cual se puede sacar muchísimo más jugo que de una pretendida industrialización en la que cualquier país de nuestro entorno nos lleva una franca y potente ventaja.

Es por ello que en éstos tiempos de hecatombe económica, se echa de menos ver regresar a los orígenes a todos aquellos que si que aceptan las migajas del sistema en forma de ayudas o subsidios de cuatrocientos veinte años. Nos hemos convertido en inermes marionetas que por tal de no esforzarnos, por tal de no roturar de nuevo campos y pastos abandonados hace décadas ante un mal llamado desarrollismo que nos puso a nivel europeo de servidumbre, seguimos llorando porque los bancos nos roban y los politicastros no hacen nada por evitarlo. Hay que desempolvar guadañas y hoces y retomar lo que nunca debimos de haber dejado en el abandono que es nuestra actitud combativa y agrícola. Empecemos a movilizarnos por una auténtica industria agrícola y ganadera que nos permita subsistir aunque sea en el peor de los escenarios posibles. No tenemos industrias, las multinacionales van y viene, pero el campoperdura y nuestra ancestral capacidad para la adactación nos hacen valedores de ser unas de las despensas de Europa.

Decisiones duras, pero correctas.

España precisa, ahora más que nunca, una verdadera Reforma Agraria que ponga en funcionamiento los extensísimos campos que se encuentran en manos improductivas y que constituyen una lacra continuada a la productividad nacional. Del mismo modo procede una reforma profunda donde el que pueda trabajar le sea entregada una parcela a cultivar si no encuentra nada y la retirada a las primeras de cambio de las ayudas que cobrara en concepto de desempleo si renuncia o rechaza una oferta de empleo o una parcela a cultivar. Todo ésto que parece muy soviético no lo es por cuanto comer hay que comer y se está dando la oportunidad a todo el mundo de convertir a España en una potencia agrícola mientras se impulsa una verdadera calidad agrícola que nos permita no ya abastecer al mercado nacional de los mejores productos sino de complementar nuestra oferta turística hacía el exterior con otro de nuestros grandes ases, que no es otro que nuestra agricultura, ganadería, pesca y empresas de transformación, nuestra genuina industria española.

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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que dices es verdadero en todo porque hacia los años 79 u 80 nuestro destino era ser la primera potencia agrícola y ganadera de Europa. Y camino de ello ibamos cuando los gabachos y teutones hicieron todo lo posible para impedirlo. Por la competencia a ellos.

También nos hundieron nuestra próspera industria naval (Bilbao, Ferrol, Cartagena) y pesquera con una flota que doblaba a las del resto de Europa.

A cambio de la UE nos hemos convertido en manufactureros, en pequeña escala, de industria auxiliar a la europea.

Los inmensos campos improductivos por culpa de unos terratenientes que los dedican a la caza o a la cria de toros debieran de ser nuestra primera fuerza de riqueza.

Doramas dijo...

Pues en cuanto entramos en la UE, empezaron todos nuestros sacrificios y poco a poco nos obligaron a dejar de cultivar para poder subsistir, es lo que hay. Estoy deseando que nos marchemos de la UE.
Otra cosa, la foto del cementerio, ¿es el del cero de la Virgen de la Cabeza?, me suena mucho.

xad dijo...

Pero nos lo quitaron todo. La siderurgia en Asturias ahora está en manos de un hindú, y anda como anda; mi pueblín, que con tan pocos habitantes tenía una flota de bajura y altura impresionante, fábricas de conserva en cantidad, agricultura y ganadería, hoy no tiene nada, quedan cuatro barcos y ahora... a vivir del turismo. Las lanchas se vendían a la UE que te las pagaba mejor que venderlas a otros, pero esa licencia ya desaparecía. Lo hicieron de tal manera que nos quitaron casi toda la industria en beneficio de Europa y dudo mucho que ahora te dejen volver a cultivo y ganadería salvo que salgas de ella. Y para colmo de males le abrieron paso al mercado de Marruecos para hundirnos más. Mientras estemos dentro... ajo y agua.
Por cierto, hace unos días leí que los tomates marroquies llevan pesticidas no autorizados por la UE y no obstante ésta misma le abrió el camino y no dice nada. Yo soy de las que piensan que debemos consumir solo lo español, ni marroquí, ni alemán, ni nada europeo, lo malo es que con esta crisis la gente va a lo más barato y el producto español es caro.

Unknown dijo...

Javier, en éste país queremos ser siempre lo que sean los de fuera. No vemos el ingente potencial del campo español porque simplemente queremos ser industriales cómo Alemania. Eso sí, nada de levantarse temprano para trabajar, alemanes de sueldo y prestaciones, que para la industria ya están los inmigrantes. Una mentalidad inoculada desde Europa con el único fin de imbecilizarnos, convertirnos en consumidores de sus mierdas y no producir nada.

Unknown dijo...

DORAMAS, la foto, en efecto, es la del cementerio de represaliados de la Virgen de la Cabeza... Me extraña que no le hayan aplicado ya la ley de la Desmemoria Histérica... En cuanto al artículo, en efecto, nos han pagado para que nos convirtamos en vagos redomados y así nos ha ido...

Unknown dijo...

Xad, España en gran medida y a lo largo de la Historia ha sido un país autosuficiente porque simplemente, hemos necesitado muy pocas cosas. De hecho, hace cincuenta años,nuestros padres y abuelos vestian las mismas ropas durante lustros, comian sin demasiados lujos y subsistian a base de lo básico.

Nuestra entrada en Europa supuso un cambio radical y un vuelco hacía el capitalismo y el consumismo que nos traía Europa, regado con generosas subvenciones a costa de erradicar todo nuestro tejido productivo. Lo peor es que seguimos con la misma mentalidad y sin poder dar el paso hacía una genuína España productiva.

Darle Caña a ésto: