Andalucía, por mucho que nos pongamos, sigue a la cola en cuanto a prestaciones estrucutrales. La sanidad y la educación son pilares básicos del estado de bienestar que en las tierras del sur parece haber pasado al cajón de "pendientes permanentes" sin solución de continuidad. Mientras en cada comunidad se va haciendo lo posible por menguar gastos en favor de una sostenibilidad en el sistema, en Andalucía parece ser que tenemos un árbol del dinero para solventar todos los problemas excepto aquellos que a todos, por igual, nos afecta. Hay dinero para cuñados y subvenciones para todo y supongo que en Sevilla lo habrá para colegios y hospitales, pero aquí, en Jaén, cómo en otros dominios de la Junta en los que parecemos ciudadanos sólo para votar, seguimos siendo súbditos de la Corona de Sevilla a las que debemos pleitesía sin derecho a contraprestación alguna.
En el momento que redacto ésto, estoy con mi mujer a la espera de una intervención de amigdalas en el Hospital Princesa de España de la capital jiennense. La impresión que tengo es de desolación total. Más de estar e un hospital de sangre de alguna guerra tercermundista que de un centro sanitario del Primer Mundo. Por lo pronto, y asumiendo que la crisis económica haya de pagarla el pueblo, cómo siempre, a costa de la buena vida de nuestros politicastros y clase funcionarial dirigente (que recordemos están ahí por que nosotros le votamos) al menos que haya una puñetera toalla en el cuarto de baño de una habitación de Hospital. No digo que sea de seda y con puntillas, pero si el SAS, a parte de no poder pagar la cuenta que tiene con las Farmaceuticas no puede asumir el coste de lavanderia es el momento de plantearse el devolver competencias al Estado.
Da miedo pensar que nos encontramos con una deficiencias estructurales que han avanzado poquísimo desde que el abuelo Paco se fuera para el otro barrio. En Jaén apenas se le ha lavado la cara a los centros hospitalarios mientras que las urgencias continuan saturadas, los inmuebles desfasados y los enfermos hacinados en habitaciones de dos, tres, cuatro o lo que quepan de pacientes en cada habitación. Lamentable es que las puertas se colocaran para el nombramiento de sucesor a título de Rey y la solería este tan desgastada que se pueden hacer rallyes con camilla por los pasillos. Eso sin menosprecio de una carencia de personal que dejaría cómo el Monte Sinaí de Nueva York a cualquier hospital de campaña enLibia al lado de nuestros pedazo de Hospitales metropolitanos.
Me hace gracia ver ese emblema horondo y enorme en la puerta del centro hospitalario que nos indica que estamos en Andalucía. Ya se sabe, a veces necesitamos un poco de Sur para no perder el Norte. Hasta la Cruzcampo reconoce que somos unos perros muertos que vivimos de los demás. Y a ésto sólo contribuye que la Junta no destine a sanidad y educación ni la mitad d elo que debe destinar. Eso si, aqui no se hacen recortes cómo en otras comunidades porque los alumnos no tienen porque pagar los excesos de los políticos. Alumnos que encontraremos más probablemente en cualquier parque con la litrona pensando cómo van a reventarle la cara al profesor en un Sistema Educativo que supera ampliamente al de Marruecos (si existe) mientras sigue a la cola en España y Europa. Con la sanidad debe de pasar algo parecido. Debe ser más rentable que nuestros impuestos vayan al cuñado de turno en lugar de abastecer de gel y toallas a un enfermo en un Hospital público. Debe resultar más rentable dejar pagar pensiones propiciando el óbito de los ingresados antes que alargarles una vida que les cuesta el dinero a los contribuyentes y disminuye el ingreso de los chupones.
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