El insoportable Estado del Malestar. (1).

Foto CSPeinado. Lo más normal de encontrar en cualquier Hospital.

El Estado de Bienestar es, hoy por hoy, una gigantesca estafa del tipo Piramidal. Algo así cómo lo que era Forúm pero con patente de Corso del Estado. En sí, es tan ilegal cómo prometer cuantiosos beneficios a cambio de no poder sacar tu dinero de la cuenta en doce mil años pero cómo lo hace el Estado, pues nada, que Viva la Pepa y Aquí Paz y después gloria. Es la Gran estafa de nuestro siglo, un sistema del que se enorgullecen todas las fuerzas de izquierda y que esgrimen contra cualquiera que esté en contra de su coste o inviabilidad sin pensar que son ellos lo que hacen inviable todo lo que tocan. Eso sí, no les menciones que el artífice del Estado del Bienestar en España fue Francisco Franco que se ponen cardiacos. Mucho menos te atrevas a ponerlo en cuestión cuando, despúes de trastocarlo de maera subrepticia lo han conseguido en un sistema obsoleto y carísimo que sólo sirve para captar votos de forma mayoritaria entre aquellos que, paradójicamente, menos contribuyen a él.

Reflexiones. Vigésimo primero de febrero.

Foto de Internet. Ni me preguntes...

A veces, el inicio de un resfriado, de un trancazo de esos de antología, de los que se vislumbran que serán monumentales, puede ser el mejor momento para, dejándose llevar por la mente embotada, darle a la tecla escribiendo lo primero que se deje caer por entre las chapuceras neuronas que, afectadas en toda cuenta de una ineficiencia inducida por los propios virus del resfriado, de seguro nos regalaran perlas de las que en el momento nos partiremos el culo de risa y al tiempo, cuando la enfermedad esté curada, nos lamentaremos ex-profeso por haber soltado tamaña parrafada. Si además el día está nublado, frío, con ventoleras fuertes y agua racheada, te falta un día para terminar el trabajo semanal y el viernes se presenta cómo una cabronada en potencia, tanto mejor, sólo tienes que tomarte un ibuprofeno o seis, meterte en la cama a sudar donde no pegarás un ojo merced al delirio de la fiebre y con suerte, tras una noche de cavilaciones y charlas con algún emperador romano, te levantarás lo mismo que si te hubiera pasado una apisonadora por encima.

Cuba espanola. Artículo V. El mito de la enseñanza gratuita en Cuba.

Foto, Cuba Española. José Ramón Morales en su época de Veterinario.

Blog Cuba Española. Artículo escrito por José Ramón Morales el 20 de Noviembre de 2008.

Muchas personas y países en el mundo lo que mas admiran de la revolución cubana es la “enseñanza gratuita”, cosa que se ha convertido en un mito. Lo que las personas no saben es que de gratis no tiene nada. A la larga el precio es mucho mayor.

Bueno empezare por decir que los salarios en Cuba son tan bajos según ellos porque la educación y la salud son gratis. Ya por ahí podemos ver que lo que te están es sacando del sueldo para pagar por esos servicios, por lo tanto no son gratis. Además, una vez que te gradúas de la universidad, tienes que trabajar para el gobierno por el resto de tus días a un salario muy bajo, lo que hace que pagues tu carrera multiplicado varias veces.

En que se gasta el dinero público.

Foto El Mundo. Alimentando el efecto llamada.

Decía doña Calmen Calvo Poyatos, inefable ministrilla de la desastrosa administración zETAparo que, entre otras paridas en su haber tiene el haber cascado de arriba a abajo el Archivo de Salamanca, que el dinero público no es de nadie. Dicha aseveración, muy en la línea de lo que la administración a la que perteneció en particular y lo que el sucialismo supone en general, podría servirnos para hacernos una idea de en que se han invertido tras décadas y media de la Historia de España que no ha sido tanto en hacer avanzar el país, cómo hacer avanzar las cuentas corrientes de esos personajillos que son los politicastros. Personajillos a los que lo mismo les sirve un roto que un descosido sin tener que afrontar ninguna responsabilidad. Puedes declarar que vas a independizar tu región, puedes haber chirlado varios millones de euros del erario público mediante EREs ilegales o simplemente puedes verte con personajes de turbia existencia para, en según que gasolineras, cerrar acuerdos particulares cargando los gastos a los ciudadanos porque ya lo decía Calvo, el dinero público no es de nadie.

Una España Soberana, Industrial y Libre.

Lo que nos quedará en unos años...

Creo que me voy radicalizando conforme voy viendo que las decisiones que algunos iluminados ávidos de poder tomaron hacen treinta y cinco años nos conducen a un pozo sin fondo en el que la Deuda cada vez es más abultada, España está cada vez más estancada y por supuesto, los españoles estamos cada vez más pesimistas y hundidos. No es algo raro. De hecho, hace cuarenta años, los españoles nos parecíamos mucho a los yanquis. o trabajábamos o nos moríamos. Después vino la democracia, Europa y la politicástrica profesional (o cómo vivir explotando al pueblo mientras te votan cómo bobos) y ésto llegó a la cúspide del vividorísmo total. De hecho surgiría la figura del parado profesional, del chupóptero profesional y por supuesto del vividor profesional. Especies ambas que entroncan una jeta enorme con el hecho totalmente diferencial de haberse hecho a vivir sin trabajar y emplear las prebendas de un estado débil en su propio beneficio.

Justicias e Injusticias en el Reino de España.

El último, que tire de la cadena.

Hoy, en Gibraltar, les han dado a los currelas, la mayoría de La Línea, el día libre para que, blandiendo con orgullo la Union Jack se vaya al aeropuerto para saludar al segundón Eduardo que ya ha hecho poner a España el grito en el cielo. Yo admiro esa aprensión por lo español que tienen los llanitos y ese amor a lo británico al que tanto deben ser unos piratillas encaramados a una roca, descendientes de todo aquella murralla del Imperio Británico que nos metieron en la penínsulilla de los monos para mandar a los españoles de pura cepa a San Roque. Ese orgullo que emana de los gibraltareños por la Pérfida Albion, debería ser muestra y señal para nosotros, los españolitos, que quizás nos va todo de culo, simple y llanamente porque no nos aguantamos con nosotros mismos. Creo, sinceramente que a los ingleses los quiere todo el mundo porque ellos se quieren así mismos más que nada en el mundo. De ahí que muchísimos palurdos lleven, en España con orgullo la bandera del Reino Unido mientras llaman Facha a quien porta la bandera nacional de España.

Rescatándonos.

Nos lo tomaremos con humor...

Leía con cierta sorpresa cómo un medio nacional certificaba con pruebas que Islandia, el país de los volcanes, estaba ya saliendo de la crisis. Aún cuando el país cuyas chimeneas joden el tráfico aéreo cada vez que se tiran un pedo, estuviera, efectivamente saliendo de la recesión, no creo que sea un ejemplo válido por cuanto ellos tienen mucho frío pero no garrapatas autonómicas y tienen mucha más inteligencia y cordura por cuanto no han dado un euro al sistema bancario y han procesado judicialmente al primer ministro. Visto lo cual España, con su ingente caterva de politicástros inútiles, su sistema financiero podrido desde la raiz, su dignidad por los suelos y sobre todo por su falta de apoyo popular a todo lo demás, está al borde de eso que llamamos ya familiarmente rescate financiero por el cual se aspira a salvar un cuerpo en principio de descomposición con una inyección ultravenosa de ocho mil millones de euros vía FROB que al final saldrá, cómo todo, de nuestros bolsillos.

El hospital de los 500 jefes.

Y es que hay mucha podredumbre en el sistema en el que, cómo balsas a expensas de la tormenta creada por nuestros politicastros más infames para tapar una pequeña galerna, flotamos los contribuyentes. Y digo bien, contribuyentes, esos que, a base de pagar y pagar, mantenemos un sistema que no vemos adelgazar por ningún lado y que amenaza con hacer fracasar cualquier rescate, remiendo o simple costura que pretendan imponernos desde Bruselas con el ánimo de corregir una situación viciada desde hace treinta años en pocos meses. De tal guisa, he podido verlo en uno de nuestros hospitales cuando, tras operar a mi mujer de varices he visto cómo el personal, funcionario, cada vez se esconde menos en denunciar que, mientras a ellos no les van a pagar la extraordinaria de diciembre, en el sistema hospitalario de la Taifa andaluza no dejan de incrementarse los cargos de confianza de suerte que hay más capitanes que soldados.

Ese es el mal endémico de nuestro Sistema Público Sanitario, ese que ahora la Junta quiere blindar para que no les saquen, a patadas, a sus enchufados. El servicio que se preste al ciudadano es lo de menos. Que se mueren en la mesa de operaciones, pues bueno, que se mueran, mientras haya una sucesión casi infinita de mamonacos puestos a dedo y chupando de la teta de la Administración, aquí no pasa nada. Eso sí, cuando hay que recortar al profesional, al que ha estudiado, que yo, cuñado, soy un pobre rústico que no se hacer la O con un canuto pero, primo, que bien se me da trincar en cualquier estamento de éste país. Así son las cosas. Cada vez se menoscaba más el sistema y andamos pidiendo a gritos la guillotina, pero Europa sólo responde que está en contacto con Mariasno y éste sólo sabe decir que todo anda del Carajo. Tanto que incluso Montoro ha enmidecido a pesar que las Autonomías han vuelto a inclumplir los objetivos de deficít.

El día de los Cuchillos Largos.

Al menos el de los tenedores, pues ya incluso el sistema de encontrar pringados para dar servicios de hostelería en bodas y comuniones se va complicando exponencialmente al número de ideas estúpidas que al Ejecutivo se le van ocurriendo para poner remiendos a un sistema en el que el principal perjudicado es, y seguirá siendo, el trabajador, sumergido, claro, al que la Administración ha decidido poner en caza y captura. De hecho, ante un sistema que pervierte y magnifica la degradación del esfuerzo legal para crear riqueza, la ciudadanía no tiene más remedio que torpedear el propio sistema mediante la creación de una red ilegal de trabajadores que, malviviendo, consigan el sustento diario que la Casta, que sobrealimenta a sus afines con el dinero de todos, les niega con una verdadera simplificación y reestructuración de la Administración. Hecho éste que por lo visto también están poniendo sobre la mesa colocándonos a todos en el papel de delincuentes.

De hecho, quizás lo seamos, pues para mañana sábado, que tenemos una boda, no deja de ser irónico que nos veamos negros para encontrar camareros por el mero hecho de que el dueño del Local, viéndolas venir, haya decidido empezar a dar de alta, cosa que nunca había hecho, para que no se le presente una inspección con el culo al aire. Y digo irónico porque sólo hace una semana había verdaderas tortas por acudir a trabajar y ahora, con el conque de que unos andan cobrando el paro, otros mangoneando una pensión o el que más viviendo del subsidio, el caer en las garras de la Inspección de Trabajo les supone perderlo todo al mismo tiempo que supone que el dueño del Salón vea horadado con gran presión su ojete por los adalices de una Administración, sigo denunciando, que pretende poner los puntos sobre unas íes que llevan treinta años a verlas venir. Cómo siempre, en éste país, todo tarde, mal y con prisas.

Cómprate una escopeta.

Eñ otro día en IFEMA la Guardia Civil hizo una buena subasta de armas. Quizás, de tapadillo, se ha decidido ir dando armas al pueblo por lo que pueda venir. Es mejor pegar tu primero el tiro que llevarte el perdigonazo. Además, ya estamos viendo que nos tienen el ojete dado de sí mientras hay quien, sin valer para una mierda, sigue viajando en coche oficial y al precio que está el gasoil. Por ello habrá que ir pensando en comprarse una buena escopeta con gran cantidad de cartuchos. Pillarse un pozo de tirador al lado de un camino e ir trincando a todo el que pase, ya sea dinero, joyas o carne para salazón. Ya saben, por lo de la droga esa que te vuelve caníbal y que han inventado, cómo no en los Iuesei. Hagamos lo que hagamos nunca llegaremos a hacer una aberración tan grande cómo la que nuestros politicastros, con nuestra necesaria colaboración, pues el que calla otorga, han ido haciendo durante más de tres décadas. No nos tienen que rescatar, a éste paso rematarnos y usarnos de estiércol. Qué país.

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Sanidad y Educacion.

Foto realizada en uno de nuestros Hospitales.

España se encuentra tan sumamente fragmentada que poder ser atendido de una rajita en un dedo en según que zonas es compatible con una gangrena del quince por motivos burocráticos. Del mismo modo, es más fácil que tu hijo aprenda castellano en Tombuctu que lo haga en Lleida. Es simplemente demencial las situaciones a las que las Autonomías nos van llevando en cuestiones básicas del cacareado "Estado del Bienestar" en cuestiones de importancia capital cómo la atención médica universal y la educación. Y todo por que los Nazis que gobiernan en los mal llamados territorios históricos han olvidado que su puesto, el de gobernantes, está adecuado a su función cómo representantes de España en esos territorios y de sus Territorios ante España. Una función institucional que el gobierno de la Nación a obviado al otorgar, en un sistema político de "Todo Vale" el poder a las minorias que, por lo que se ve, son insolidarias, autoritarias e irreverentes y caminan por el mismo camino que anduvo Hitler para llegar al Tercer Reich.

Educación.

En un estado de derecho, refiriéndome por tal, a un país al completo, la educación no puede estar en manos de una de sus partes. Mucho menos se puede permitir que la educación de un territorio esté en manos de una minoría fanática que, además, es enemiga declarada, del conjunto del Estado. Es tanto cómo coger un pirómano, ponerlo en un bosque y darle una garrafa de gasolina y una caja de cerillas. El resultado final es, un Estado derruido, un bosque arrasado y un pirómano Nazi crecido porque simplemente ha hecho lo que le hemos dicho que haga, ser feliz dándonos por el culo. Eso es lo que precisamente nos han ido haciendo desde el momento en que algún genial padre de la Patria, que ni era padre ni creia en la Patria sino más bien todo lo contrario concibió que las Autonomías con visos de acoger gobiernos integrados por traidores, ya fuera de Convergentes para la Unión, Nacionalistas prosabinianos o simplemente Sucialistas Catalufos o Vascónidos debían tener competencias sobre educación.

Que yo sepa, la educación de un territorio debe ir encaminada para, a parte de que un zagal sepa sumar, restar y multiplicar, sepa expresarse, conozca el idioma de su país y su historia y todo, sin medias tintas ni medias verdades. De manera igualitaria y sin sectarismos y, por supuesto, sin adoctrinamiento político alguno. Para eso debe de ser garante el Estado, que para algo es de todos los españoles y no subordinado al interés de esos pocos que, además, son enemigos declarados de éste país, que lo amenazan con cosas que nunca lograrán a no ser que en ése momento haya en el poder un gobierno más nefesto que el que estamos a punto de dejar de padecer. Cosa que creo no es posible viendo el nivel de preguerra civil al que nos ha abocado el Bufón Mayor del Reino con una ruptura nacional en toda regla, una serie de prebendas a los enemigos de España sin parangón y su ya conocida frase que era toda un adeclaración de intenciones "España es un concepto discutido y discutible". Si ésto no es alta Traición no sé ya que es.

Sanidad.

Por otro lado y viendo los últimos roces entre administraciones habidos por cuestiones sanitarias entre La Rioja y Vasconia, los varios muertos en Cataluña y el descontrol farmacéutico en todo el país, el otropuntal básico del "Estado del Malestar" se tambalea porque es mucho más complicado, cómo todo el mundo sabe, mantener diecisiete sistemas sanitarios que uno sólo, cohesionado, único y en el cual, solicitar una Historia o ser atendido en otra comunidad que no sea la tuya no sea una Odisea digna de Ulises. Es éste otro de los múltiples talones de Aquiles del Circo Español al que hace mucho tiempo que le crecieron los enanos requiriendo de la inversión europea para no verse abocado al cierre de la bancarrota tras una gestión totalmente nefasta de nuestra gran y ladrona Casta de Politicastros. El Sistema Nacional de Salud, que debe de ser, por su propia universalidad, equitativo con todos los que porten DNI ha pasado a tener un carácter exclusivista en función de la Autonomía-Taifa que nos refiramos.

Así, tenemos comunidades autónomas-taifa en la que si eres inmigrante, ilegal además, serás atendido con más premura y rapidez que un nacional con cuyos impuestos se mantiene ese mismo Sistema Taifal de Salud. En otras taifas será mejor que te busques un buen rincón para morir tranquilo, pues es más importante mantener pseudoembajadas o dialectos abocados a la desaparición por razones naturales que impedir la muerte de un paciente que, además, seguramente es xarnego. Otros puntos de la España taifal se carácterizan por ir abocando a la población a recuperar el saber popular, la herborístería o los chamanes y curánderos ante la quiebra técnica de un sistema taifal que obliga a las farmacias a dejar de expender, a precio reducido, las medicinas de las que abusa, en gran medida, la población. Pequeñas cosas que, sin dudar, harían ruborizar no ya a un ciudadano de un país desarrollado, sino a cualquier persona de un país subdesarrollado donde gozar cogiéndote una baja médica para tener unas vacaciones extras es, sin duda, una quimera.

No hay más cera que la que arde.

Es por ello que volvemos a una época oscurantista donde, en plena Reconquista los Cristianos, camuflados habílmente hoy en día de Mercados y Nazis, van comiéndose a una España taifal que en lugar de remar todos en la misma dirección, no cesan de ponerse palos en las ruedas unas a otras. Es un camino destructivo que se hace tanto más irreversible cuanto más tiempo pasa sin imponer la disciplina única sobre dos pilares básicos del Estado que absorven muchísimos recursos del Estado a través de esos agujeros negros que son las autonomías-taifas y que una vez quebrados, cosa que no anda lejos, supondrán el final del Estado Español y quizás de todo el país. Ante la lógica que dice que el sistema autonómico-taifal ha fracasado y que es preciso suprimirlo, restaurar una disciplina única y mayor protagonismo de las diputaciones por provincia, encontrarmos el inmovilismo politicástrico que conseguirá no ya que España entre en quiebra, a lo que está abocada, sino que la recuperación sea lenta e incluso imposible. Una pena.

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El milagro de la solidaridad record.

En un país tan sumamente porquerizado cómo el nuestro, donde los etarras campan a sus anchas por el Parlamento, los nazionalistas catalanes siguen chantajeando a toda España y los nuevos independentistas galledos es posible que salgan a la calle en nada a pesar de que los trincaron con más de seis kilos de explosivo listos para atentar, la desesperanza podría ser la medida para el ciudadano mendio sino fuera porque aún quedan gestos para sentirse orgullosa de una gran nación cómo la nuestra. Grande y con la dignidad oculta pero nada, para eso estamos los que cómo yo y los que me siguen en el blog andamos con la pala para desenterrar ese gran carácter español. Y es que la solidaridad que, en otras situaciones parece resentirse, en tres días ha logrado lo que sería impensable, que noventa y siete órganos hayan conseguido transplantarse y salvar la vida de personas sin tener en cuenta si son de una parte u otra del país, si pertenenecen a uno u otro partido o simplemente de uno u otro idioma.

Solidaridad.

Porque España adolece de una inmensa insolidaridad interna. Estamos tan obscecados en caer bien a todo el mundo y hemos tenido un gobierno tan sumamente derrochador (hecho que aún no ha amainado) que, por una simple razón de tres tenemos mucha más miseria dentro de nuestro país que la que pudieramos atender fuera de nuestras fronteras. No seré yo quien ponga en tela de juicio el tema de la ayuda al desarrollo, pero al igual que el Estado está obligado a forzar la solidaridad interterritorial en cuestión económica, debería existir una lógica presupuestaria por la cual, una vez subsanados los problemas de exclusión social, prestaciones, subsidios y demás que precisa nuestra sociedad ( y no me refiero al pirateo del Per o de las ayuditas a amiguetes) se hiciera cuentas y lo que sobre se envie donde se tenga que enviar. No es de recibo que tengamos unos hospitales insuficientes para nuestra población y necesidades y andemos enviando ayuda para que Costa Rica suba los impuestos.

No entiendo y por mucho tiempo que pase no entenderé lo de la ayuda al Desarrollo. Las inmensas partidas presupuestarias que se destinan a ONGs afines al gobierno, afines a movimientos independentistas, a paises que nos odian en todo excepto para poner la mano podrían dedicarse a dar de comer a los menesterosos que los Ayuntamientos, de manera hipócrita, envían a Cáritas. Es del todo incomprensible que unos sindicatos (organizaciones privadas que deberían subvencionarse por sus afiliados) consigan más de mil millones de euros de subvención mientras las Barranquillas o la Cañada Real siguen siendo el foco padre de la droga en Madrid porque no se pueden subvencionar programas de inserción y educación. Quizás yo sea el más tonto del mundo y temas cómo la Ley de Desmemoria Histérica que hace surgir ONGs buscahuesos cómo setas deban acaparar las ingentes cantidades económicas que no se pueden destinar a sanidad.

Insolidaridad.

Puede ser que yo sea un insolidario y no me alegre porque soy un pesimista de mierda. El gobierno ha hecho lo que tenía que ser y nuestro sistema nacional de transplantes que es de los mejore sdel mundo gracias a la solidaridad del pueblo Español debería estarle agradecido de que le preste un par de helicópteros cuando los candidatos en la campaña electoral ( la buena, no la que empezó cuando el Bufón Mayor del Reino dijo que se iba) iban en Falcón a diez mil euros la hora. Puedo ser tendencioso sino veo claro que un gobierno tan preocupado por el "Estado del Bienestar", no haya logrado más que crear un inmeso "Estado de Malestar" en que las pensiones, el sistema nacional de salud, la educación, la ley de dependencia y tantas otras bases de un "Estado Social" se ven hechas añicos mientras Toxo, Mendez, Amaiur, CiU y toda la caterva antiespañola se rien a morro lleno de la solidaridad de un pueblo que, sin politicastros, seguramente andaría mejor de lo que va.

Porque el pueblo español es un pueblo grande, solidario, amable, abierto y carítativo. Todo lo que no es nuestra clase politicástrica que, a pesar de que seguimos siendo lo mismo, se emperran en decirnos que no, que somos de otro modo distinto, que nos gustan otras cosas que las que nos han gustado siempre y que ésto es un estado Laico mientras el islamismo va ganando posiciones en una sociedad occidental cada vez más empobrecida mientras innumerable millones de euros se van para porgramas al desarrollo, misiones de paz o inventivas varias en paises que ni nos interesan ni les interesamos. Así cómo zETAparo ha subvencionado el islamismo soltándole la mosca a los Hermanos Musulmanes en Egipto, debería mirar que la Ley de Dependencia, tan cacareada por su progregobierno se encuentra sin fondos y que muchas personas, españolas, de ese concepto discutible y discutido, anda necesitada de una ayudita que llegará antes a un pirata somalí que a un enfermo cántabro.

Conclusión.

Penosamente, la única que se me ocurre plasmar a golpe de indignado golpeteo de tecla (indignación de verdad no de la de los mamones del 15m que han sacado hoy del Hotel Madrid, con varias armas blancas, sin papeles y cargados de marihuana hasta las cejas) es que el pueblo, por muy cateto que sea, siempre será más sabio que sus gobernantes y que, quizás, éstos mismos gobernantes sean el mayor problema de una sociedad que, por si misma es capaz de donar sangre, órganos, dinero o especies en función de las necesidades de esa misma sociedad y sin esperar nada a cambio. Todo eso que no pueden hacer los gobiernos porque todo lo que escapa de su control es ilegal y por tanto suceptible de ser mangoneado y penalizado. Por eso éste desgobierno ve cómo un enemigo a la Iglesia, cápaz de dar de comer al hambriento mientras los sindicatos, ávidos de nuestro dinero sólo saben defender sus intereses y los de sus liberados. Con nuestro dinero, claro.

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Las Facturas de Griñán.

Con las mismas tontadas que caracterizan de un tiempo hasta aquí a ese engendro que es la Junta de Andalucía, su presidente, Amo Gañán, nos obsequia con otra ocurrencia que no deja lugar a dudas. Estamos gobernados por seres que nos toman, cómo poco, por gilipollas. Y no lo digo cómo una cuestión baladí, sino cómo algo que hunde el dedo en la lógica y la zambalea para convertirla en algo incompatible con  el ejercicio del Gobierno. Lo que tenemos en esa Junta que, tras arruinar y caciquear éste terruño por treinta años, se sigue erigiendo en representante de un pueblo que ni comprende ni quiere entender. Porque lo que Andalucía necesita es que, de una vez por todas, sigan los pasos de su jefazo zETAparo, por un lado y por otro que terminen de salir esos miles de chanchullos que empañan el buen nombre del Palacio de San Telmo que tantísimo se han ido empeñando en manchar los Gañanes, Yavesss y Terriass. Gobernantes que, habiendo visto que las encuestas los aleja de la renovación, se van dedicando a esas tonterías que tanto les gusta.

Pagar sin pagar.

Hace ya un tiempo que el Amo Gañán viene sorprendiéndonos con medidas, no destinadas a mejorar la economía o la situación social de nuestra deprimida comunidad sino para decirnos que somos un apotencia mundial en estupideces. Asi, la Marmor (la portavoz con más cara del mundo y cuyo lunar en la jeta la hace plenamente odiable) no ceja en el empeño de ensalzar los logros de un gobierno tiznado por EREs, Matsas y chanchullos varios, mientras nos presenta paridas cómo la Factura Sombra o los Carnets de Andaluz. Esas cosas que en un país civilizado primero se cuestiona cuanto ha costado hacerlo y después se pregunta para que leches sirve. Y la verdad es que no sirve para nada. El segundo es cómo decir, soy andaluz, mi tierra está gobernada por gente incapaz que sin embargo cobra un pastizal y cómo he estudiado una carrera que no voy a poder ejercer ni de coña en mi tierra pues le he echado huevos al asunto y me he venido a Estocolmo. Básicamente mi carnet dice que soy andaluz cuando lo que deseo es estar lo más lejos posible de allí.

La primera, más candente y sangrante, es una nota que ahora están extendiendo los colegios para decirles a los papis lo que cuesta el pc que el nene lleva en la mochila y que usa para chatear, entrar al msn o ver porno. De todo menos estudiar. A tal fin ya se hacía antes, con la sanidad, extendiéndote una factura por lo que cuesta que el médico te tantee la almorrana. Para que sepamos lo que cuesta el "Estado de Bienestar" y no abusemos más de la cuenta. Y yo me pregunto ¿Es necesario humillarnos de ese modo?¿Acaso no pagamos impuestos para mantener, no sólo el "Estado de Bienestar" sino de los mamaos que nos gobiernan y quie no hacen uso de dicho estado por que se lo curran por lo privado con el dinero de todos? Considero que la medida es tendenciosa y pretende más que limitar nuestro acceso a determinados servicios apelando a nuestro regomello, reirse a mandíbula batiente de toda una sociedad que ve cómo, día si, día también, esos servicios degeneran por la desidia de la propia administración.

Somos los tontos necesarios.

Al menos esa es la impresión que me da cuando veo y escucho esas noticias que no persiguen construir más hospitales (los que tenemos son de la época de Franco y poco más se ha hecho después), mejorar el sistema educativo, asfaltar en condiciones las carreteras en vez de ese parcheo de país del tercer mundo o responder, simple y llanamente por las memeces que hacen con nuestro dinero. No es raro que así, todo el mundo nos tome por el pito del sereno. Andalucía va, de manera imparable al abismo de la idocia más profunda cuando el gobierno se preocupa no de recolocar, educar y poner en funcionamiento a ese millón largo de parados endémicos que tenemos sino de mostrarnos lo que cuesta que el urólogo nos toque los huevos cuando ellos lo hacen, a diario y de manera totalmente gratuíta. Es para coger el papelito cuando nos lo entreguen, irse al edificio administrativo de la Junta más cercano y dejarlo pegado en el mostrador de información prevía imprimación de escupitajo.

Porque a mi no me interesa saber lo que cuesta un servicio que pago religiosamente con el IRPF, impuestos especiales o multas por los más variopintos motivos. No me interesa saber lo que cuesta un ordenador portatil que dan a un crío porque sí, cuando todos hemos aprendido, de verdad sin tanta milonga. Lo que veraderamente me importa es que el gobierno, ese gobierno apalancado y pegado con remaches al sillón sevillano nos explique porque según que empresas cobran unas subvenciones desmesuradas cuando otras, más pequeñas, rentables y futuribles la ven denegada. Me interesa saber que me cuesta un politicastro de esos que se dedican a tirar tiestos en el parlamento sin resorver mís problemas mientras todo arde y se hunde a nuestro alrededor. Me interesa saber no lo que cuesta una operación de bazo, sino saber porque a mi muejer la atendieron epnosamente en una operación de Cesarea y después en una operación de amigdalites. Me interesa saber porque el "Estado de Malestar" de hoy es eso, peor que el de hace diez años.

Ay pena, penita, pena...

Es lo que hay, pues dice el refrán que cuando las barbas de Rugalcalva veas cortar, pon las de Amo Gañan a remojar. Porque la debacle nacional parece inmensamente fiable para todo el resto de corporaciones sucialistas. Ya viene el fin de la oligarquía andaluza de la siniestra y por ello Gañan está más preocupado en gastar dinero público en cosas estúpidas que no dejan de ofender al que contribuye porque le vienen a decir que, no consumas, aún cuando lo tengas que pagar por cojones, porque así podremos mantener la asistencia a inmigrantes, parados, perroflautas y toda una pléyade de seres que no contribuyen al sistema mientras lo sajan de arriba a abajo. Esa "Factura Sombra" no impedirá que nos sigan sacando el dinero por cualquier tontería y para cualquier subnormalidad, pero si nos tocará la moral y nos humillara cómo personas y cómo andaluces demostrándonos lo que el gobierno de Sevilla opina de nosotros, lo que veraderamente piensa, que no sómos personas con derecho a asitencia sino, únicamente, meros contribuyentes de un sistema que nos discrimina.

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Endrogados y desaprovechados.

Estoy debatiéndome entre escribir algo sobre política o sobre esa otra lacra que, a parte de nuestros politicastros carcome nuestra sociedad, las drogas y el alcohol. Cómo ya han pasado las elecciones y de momento Rajay no ha dado que hablar, haré de CSPeinado un blog de medio servicio público e intentaré dar una visión de lo que para mí, es nuestra juventud. Pura escoria. Y no lo digo yo. Sólo tienen que asomarse a esos engendros de lugares creados por nuestras administraciones locales en forma de guettos donde ya los menores de catorce años degluten. cómo principal modo de diversión, ingentes cantidades de alcohol. Alcohol adquirido en cualquier gran superficie, tienda de chuches o ecónomo de asiáticos propietarios. Todo ello en un ambiente de jolgorio y distensión con el visto bueno de la administración de turno que, en lugar de coger al padre y fomentar su autoridad sobre los niñatos, se la resta vía Ley del Menor mientras su vástago se debate entre la vida y la muerte al borde del sexto coma etílico del año.

Juventud, divino tesoro...

Con tanto progreso tecnológico, tan pocas aspiraciones a trabajar y la táctica de dar todo lo que se nos pida para que no nos den la brasa, nuestros jóvenes se han convertido en una lacra. Ésto que no pasaría de lo anecdótico no sería malo en sí sino fuera porque tenemos la joventud mas drogata de todo el continente. De hecho, cualquier sustancia psicotrópica es fácil de encontrar en una macroconcentración al uso de cualquier fin de semana. Sustancias que toman cómo si fuera lo más normal del mundo pervirtiendo la base de una sociedad y transformándose, más que en el relevo de la generación anterior en su parásito. Es lo que vamos viendo cada día, jóvenes que no desean más que divertirse. Que son incapaces de asumir responsabilidades serias y que no son tomados más en serio por la administración que de meros estorbos que ni siquieran sirven para votary que deben de ser relegados a un parásito bajo control de plaga. Una plaga que no se educa lo suficiente y que a la larga resultará, sino lo hace ya, en totalmente perniciosa.

Yo, que he sido joven, cómo todos, que he cometido muchos de los errores que nuestras nuevas generaciones van cometiendo cómo si fuera algo cíclico sé que la solución no pasa por imponer sino por reeducar. Pero claro, ¿Reeducar en qué?¿Cómo se le dice a un cerebro inhóspito nene caca? Simplemente tenemos una casta de seres humanos incapaces de reeducarse, pues el primer paso es reconocer el problema y el siguiente poner los medios para corregirlo. Eso cuando se puede hacer cuando hay predisposición, pero cuando un chico o una chica ven normal ponerse hasta el ojete de todo, darse el gustazo de practicar sexo con alguien que acaban de conocer, ponerse ciego de todo lo que le ofrezcan y repetir la combinación fin de semana tras fín de semana cómo un mantra introspectivo en el que el objetivo es salir de la alienación que supone un futuro sin puertas, el tema, lejos de coger velocidad de crucero hacía una solución, lo que coje es bajada directa al abismo sin posible vuelta atrás.

Consecuencias...

Yo que dejé de fumar ya hace un par de años, recuerdo el día que mi padre descubrió que yo le daba al asunto. En sí, a mí, mi padre no me prohibió nunca fumar, eso sí, siempre y cuando no fuera en su presencia y no  lo olisqueara en la casa. Fueron las únicas premisas que me dieron cuando abracé ese mal compañero que me acompañó durante doce años. Cuando abracé el hábito de beber tampoco me dijo nada. Ello me llevó a pensar que, o bien mi progenitor era muy liberal o que bien, yo le importaba una mierda. Sea cómo fuere, descubrí que el hecho de ser dos drogas comúnmente aceptadas y legalmente respaldadas briega siempre en favor de quien las vende y en contra de quien las consume. Por otro lado el padre siempre tirará, por regulación metafórica, hacía lo que le cueste menos física y anímicamente, permitir en consumo. El consumidor, menor en la mayor parte de los casos, seguirá por su lado el camino lógico que le incita a hacerlo cómo metodo de aceptación de la manada.

Luego ya vendrán las consecuencias. En mi caso y aunque nunca llegué a consumir sustancias ilegales si pude ver cómo algunso de mis amigos degeneraban en una adicción que los alejaba de familia, amistades y trabajo. Por lo demás, ya no recuperarían su vida, pues el hecho de cosumir los convirtió, sanitariamente en zombis pendientes de su dosis, socialmente, en marginales seres a evitar. Yo tuve suerte y evité esa porquería si bien no pude hacerlo con el tabaco, el cual dejé por una pelea en la que, a partes iguales, casi machaco al contrincante al tiempo que mis defenestrados pulmones pugnaban por aportarme un mínimo de oxígeno que, en aquellas circunstancias, poco, mal y tarde podían conseguir. La bebida fue aún más radical, pase de ponerme ciego a ser un abstemio casi absoluto, pues la cervecita de rigor aún no ha conseguido quitármela nadie. Sólo diré que aquella noche, en la que dejé el alcohol, casi termino al borde del coma etílico y la broma me costó nada más y nada menos que pieza y media dental.

Por tanto...

Mi conclusión es que la Juventud no es que ande perdida, es que no tiene objetivos en la vida. Se les ha dado todo tan sumamente mascado que al final la vida no tiene aliciente alguno para ellos. No es cuestión de una educación exquisita o unas malas compañias, es sólo, simple y llanamente que, a la falta de autoridad por parte de sus padres, profesores y figuras de referencia, en la edad en que más lo precisan, se une un talante concesionario por el cual, para evitar que se revolucionen, alboroten y molesten, se les da todo loq ue pidan y más. Así no es extraño nuestro bajo acervo cultural, el fracaso escolar y que tengamos una generación que, por primera vez en la Historia, no podrá superar, casi en ningún factor a la que le precede. No hemos creado mosntruos, nos hemos creado nosotros mismos a imagen y semejanza de lo que, cuando éramos menores, hubiéramos querido ser. Es cómo cuando clonaron a la ovejita Dolly, todo salió bien, el procedimiento fue correcto pero el animal, al poco tiempo falleció. Eso es lo que, con nuestra condescendencia, hemos conseguido con nuestra juventud.

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El Cancer de España.

Tengo una querencia especial por aquellos territorios más maltratados por aquellos que, autodenominandose sus mayores amantes, son sus mayores tiranos. Obviamente son células a extirpar de cualquier tejido sano, so pena de convertirlo en carne podrida cómo podrida llevan la mente. Una metastásis que se extiende en la creencia que son más, mejores y más guapo y que tienen todo el derecho a decidir, cómo, cuando y por qué. En todos los contextos que puedan afectar a la vida de los que, no siendo cómo ellos, tampoco comulguen con su credo de separación, exterminio sistemático de la cultura y por supuesto de todo aquello que no sea lo que ellos digan, sugieran u ordenen. Es el cáncer que pervierte la pertenenceia de la tierra a su Madre y la convierte en algo que nunca existió, en un contexto plenamente inventado y adornado de las más extrañas y exóticas exquisiteces que, por más que mires en los libros de Historia, crónicas o textos nunca, jamás exisiteron. Sólo existen los cánceres, enardecidos por su propia ignominia y la del Estado que les dió cobijo.

La Grandeza de España.

La metastásis que vemos en éstos días en el Congreso tiene diverso pelaje, unos aspiran a trincar más dinero, otros a trincar más voluntades. Tanto unos cómo otros, se enfrentan a un periodo de tiempo en el que la mayoría absoluta de un partido nacional sirve de cortapisa a unas aspiraciones soberanistas que por otro lado no llegarán jamas. La cosa es sencilla, el límite es ese, la independencia de territorios que nunca fueron independientes. de territorios que nunca existieron, de historias que nunca se forjaron más que en las cabezas de unos pocos que, a base de repetirlas cómo un axioma pegadizo, creen haber convertido en certeza cuando lo único que hacen es crear odio dentro y fuera a la tierra que, sin cesar, torturan. Es lo que hacen esos nazionalismos periféricos. Torturar de manera sistemática a la población mientras se acusa a otros de esa misma tortura. Insultar su inteligencia recalcándoles lo necesario que es dejar de ser parte del todo mientras se exige al todo que siga financiando a la parte. Todo un compedio de sinrazones.

Es por ello que últimamente siento más pena aún por aquellos territorios, tan españoles cómo el resto, cuyos ciudadadnos ostentan una ciudadanía, la española, que deberían llevar a gala. Hay siempre elementos discordantes que, por no saber respetar, te insultan, pero también son, cómo los demás españoles. No tan españoles cómo el que siente a ésta gran nación cómo algo por lo que morir, pero españoles al fin y al cabo. Españoles que nacieron en España, siendo sus ciudadanos y que moriran ostentando esa nacionalidad por mucho que se vulgaricen, rebajen y manchen su propio nombre y razón insultando al país en que viven. Dicen que para hablar del alto pedestal donde se erije España hay que ducharse primero. Yo añadiría que con lejia y perlar nuestra boca de las mejores fragancias, pues nuestro país, iluminador de Iberoamérica, contenedor de la furia islámica y sobre todo dador del Idioma de mejor crecimiento y que más interés despierta allá por donde un español hoya con su píe.

Más caña, mas leña y por siempre España.

Por ello me hace mucha gracia cuando esos infraseres que son humanos cómo yo y cómo usted que me lee, se arrogan el derecho a amar más a una tierra que consideran soberana y libre (¿De que?) cuando sólo son territorios adscritos a una Comunidad Autónoma. Territorios que pueden considerarse naciones cómo yo me considero marciano y que no tienen ni tendrán nunca un Estado propio debiendo seguir, y es lo que más creo que les escuece, recibiendo instrucciones de un Congreso al que, por mucha representación que lleven, seguirá estando den Madrid, seguirá siendo el Congreso de España y por supuesto, ostentaran el poder de elegir algo siempre y cuando, que paradoja, sean diputados españoles. Algo que los independentistas, ávidos de más y más no entienden pero que es lo que justifica, mal que nos pese, su existencia, Obtener más prerrogativas, más financiación, más atención, pero sin obtener nunca la independencia de un territorio al que pertenecen por la misma razón que todos los demás españoles.

Son muchos los que callan. Muchos los que temen alzar su voz cómo españoles en unos territorios que ahora, ante la caida de la hidra leninista, ven latir el corazón en masa de unos nazionalistas que enarbolan grandes crecimientos en votos mientras ignoran que los obtenidos por los partidos nacionales, sumados, son cifras inalcanzables aún por ellos mismos. Mientras enaltecen la muerte y la sinrazón, España se crece en un nuevo periodo de orgullo nacional. Es la hora de reivindicar el ser español mientras los anormales, ostentando acta de diputado, celebran su ignomínia cómo representantes de los recortes sociales, la rebaja del sueldo de los funcionarios y el copago sanitario que impondrán para financiar su propio Régimen democrático a imagen de la Républica Democrática Alemana. ¿levantaran tambien un muro alrededor para que nadie escape a la vil España?¿Ametrallaran a los que no comulguen con los parabienes de Arana o Pujol?¿Haran campos de concentración para los proespañoles?¿Limpieza de sangre?¿Ahogaran quizas la resistencia a sangre y fuego de los territorios que no les quieran seguir en su sinrazón?

Pena, penita, pena.

Pena de ver cómo afecta elpaso del tiempo y las soflamas estúpidas los cerebros metastáquicos de una sociedad que se hunde en una utopía que nunca podrán alcanzar mientras la realidad los machaca con desdén. Sólo hay España y los nazionalistas, que se quejan que se les compare con cerdos u otros animales a los que puedan tener adscripción, deben de entenderlo de una vez. Ya que sus paridas, sus subidas de tono, son las que su porpia sociedad les permite mientras otra sociedad, más extensa y a la que, reitero, pertenencen, empieza a estar muy harto de la porquería que, sin cesar, sale por sus bocas. Porquería reiterativa en hechos diferenciales inexistentes, pues si se les corta sangran del mismo modo que cualquier mortal, basados enuna mitología creada por cuatro iluminados que, seguidos por otros cuantos más, condenan al ostracismo y la oscuridad al resto de esa misma sociedad. No es cosa de maldecir a nadie, sino de tenderles una mano, pero siempre con cuidado, no sea que de un tajo, te la corten.

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Trancazo en la Jornada de Reflexión.

Las cosas cómo son. No es que ayer me estuviera peleando con nada o con nadie. Es que se estaban peleando conmigo. Varios cientos de miles de millones de virus regalados generosamente por mi mujer. Ya se sabe, en la salud y la enfermedad. Cómo un regalazo que me brinda trana haberlo padecido ella por tres días. No digo yo que no haya que trinzar un gripazo de vez en cuando. Lo único es que la joiaporculo me lo ha pegado en un viernes, lo pelé ayer a lo bestia y hoy voy pasando ya el daño colateral presto para encauzar una nueva semana de alienación y rutina. Al menos no perderé el complemento de absentismo, eso  sí, el comodín de la baja por enfermedad que me suele atacar cada dos años, éste, ni olerlo. Además me jodió, de pleno, las pocas ganas que ayer tenía de escribir. Así que pasé la jornada de reflexión con el pijama, la bata, la moquera, el dolor de cabeza y sobre todo con la garganta en pie de guerra. Eso sí, ni miré la prensa ni leí ningún blog, no queria pasarlo peor de lo que ya lo andaba pelando gracias a éste virus cabrón.

Desreflexionando.

Para colmo, ayer mi mujer trabajaba y estuve más sólo que las una. Bueno, no, miento, me acompañaba Basuro. Mi Perro. Lo llamo así porque vive en un cubo. El de la ropa sucia. Un día le cogió gusto a dormir en él y de ahí no lo hemos podido sacar. Así que aunque atiende al nombre de Duende, para mi es Basuro, el que vive en un cubo. Decía así que me acompañaba. Me vino bien porque se me subió en la mantita con la que me tapaba las piernas y me prestó su calor corporal mientras sus ya siete años le impelían a dormitar. Así que sólo, acompañado por el perro, sin ánimos para nada que no fuera estar viendo la tele, haciendo zapping sin zappear nada, pasé la Jornada de Reflexión de una de las elecciones más reñidas de la historia. De las que más nos jugamos, con unos candidatos que se juegan la presidencia del gobierno y la secretaría general del partido y una extensión temporal que riánse ustedes de la larga travesía del Pueblo Elegido por el Desierto tras decirle a Faraón que los sindicatos les habían dicho que hiciera él las pirámides con los webs.

Así que, por un lado, me felicité de haber pillado el trancazo en jornada de Reflexión y por otro que ya se hubiera acabado una campaña electoral que empezó el día que el Bufón mayor del Reino convocó elecciones para celebrar que era un cádaver político que certificaba su defunción el mismo día que otros ilustres y deseosos de olvidar, fallecidos ilustres. Algo así cómo certificar que el chollo se ha acabado. Aunque ojo. Morirán matando, que Petro-Pepiño el Gasolinero, que sigue inexplicablemente para un país avanzado, en el puesto, ya ha dicho que no se van a ir de manera inmediata. Que van a agotar el periodo que les otorga la Ley para irse. Será que, o bien, será la única ley que cumplan a rajatabla tras pasarse la Constitución y lo que de ella emana por el Arco del Triunfo o bien que tienen mucha mierda que esconder. Tanta que las maquinitas de destruir papel van a tener que hacer horas extras en todo aquel ministerio, secretaría, centro o local que va a hedir a perfume sucialista hasta el día de la Depuración final.

Trancazo electoral.

Yo, que celebro mi cumpleaños el día después del óbito del General Franco, con lo que mañana Lunes cumplo treinta y cuatro años, certifico el fin de ésta lúgrube campaña electoral donde la austeridad sólo ha quedado en la intención, con un monumental atranque de mis vías respiratorias. Mientras me medico a base de ibuprofeno y jarabe destructor de moco pienso en RuGalcalva. En cómo antes de coger el caramelo envenenado que le tendía el Bufón habría dejado limpias las vías sépticas que componen las cloacas del Estado por las que tan confiadamente se ha movido siempre. Tan confiado pensaba yo entre pañuelo y pañuelo que a la hora de la verdad la luminosidad ambiente lo habría cegado de forma que sólo le quedaría la opción de atacar con la poca artillería que deja el no tener argumentos. La mejor defensa es un buen ataque. Eso intentaría con el candidato Rajay en el famoso debate que nos costó medio millón de euros y que sólo nos dejó claro que, ni uno iba a gobernar ni el otro tenía porque hablar.

Así, con una España arruinada, que pasó de la Champión League de la Economía Mundial y Europea a la tortilla de champiñones con las que muchísimas familias andarían soñando cómo manjar máximo, con cinco millones de parados, con la crisis de deuda por las nubes, con un euro que va a valer lo mismo que un billete de Monopoly... ¿Era precisa tamaño compedío de despropósitos?¿Hacía falta estar tres añós de crisis aguantando al Bufón y su caterva de incompetentes?¿No tiene la Cosntitución ningún mecanismo para detectar e invalidar la capacidad mental no ya del presidente sino de todos sus chupones para salvaguardar los intereses generales? Parece ser que el axioma de que en España todo se hace mal, de prisa y a medias, se cumple, milimétricamente en un gobierno que consiguió la reelección alargando el superavit del Gobierno Aznar por más de cuatro años y negando una crisis que al final se los ha terminado de comer. Comer a medias, porque, en justicia, tendría que hacer finiquitado, para los restos, el sucialismo en España.

Finalmente...

Hoy tengo mejor cuerpo. He dormido bastante aceptablemente, si bien la garganta aún la tengo ligeramente resentida. He podido salir a votas y a la vuelta me he traido unos churros con los que engañar al hambre (buenísima señal de mejora) hasta la hora del almuerzo. Por cuanto las Generales llegan a su ocaso y con él el más fatídico grupo de gobierno de nuestra historia, no ya reciente sino de siempre, ahora toca mirar a las autonómicas. A las andaluzas del próximo año ante las cuales Griñán se está jiñando vivo. No sólo va a ser el sucialista que perdió la Junta de Andalucía, es que, además, lo hará con una imputación por parte de la Jueza Alaya, titular del juzgado que investiga los EREs irregulares que parece ser, él mismo firmó siendo consejero de Economía y ante la cual la Jueza se ha rebelado cómo una beradera bestia negra para la siniestra (los señoritos) del cortijo andaluz. Pintan bastos para esa ideología que se aprovecha del pueblo para conseguir lo mejor par si mismos, que sele llena la boca de Estado de Bienestar dándonos lo mismo que tengo yo ahora, un soberano y miserable malestar.

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Cuando lo gratuito nos sale caro.

Llevo viendo en todos los debates electorales, mítines y programas eso tan manido que es el Estado del Bienestar. ¿Qué es eso? Pues creo que es algo con lo que nos venden la moto. Una cosa intangible por la cual tendremos mejor educación, sanidad, pensiones, servicios gratuitos, de calidad y sin coste adicional salvo para aquel que aporte dinero al sistema. Descartando políticos, inmigrantes, parados, caraduras e inútiles eso se tradece en un tercio de la población española que soporta, cómo machotes, al resto de ese engendro nacional que es el referido Estado de Bienestar. Algo muy de politicastro sin programa que nos venden cómo una pensión asquerosa, unos servicios sanitarios saturados e ineficaces y un sistema educativo donde los profesores trabajan cada vez menos, entre bajas psicológicas, huelgas y días de asuntos propios.

El Estado del Malestar.

En un país donde los habitantes de paises más desarrollados cómo el Reino Unido vienen a operarse de todo, donde ser inmigrante es tener un chollo bendecido por la Alianza de Civilizaciones y nuestros politicastros cada vez se van más a un mundo imaginario, el sistema de bienestar comienza a fallar por la base. Cada vez hay más parados, que se mantienen con las prestaciones que alegremente pormeten los que mandan y que nos sajan a los que aún seguimos dando el cayo. Cada vez más jubilados y prejubilados chupan del bote sin contraprestación alguna. Cada vez más, cuando vas a firmar la nómina te preguntas sino sería mejor quedarte acostado, pues ir a trabajar es ir a malvivir mientras otros que no han doblado la espalda en supuñetera vida se pasean por el pueblo con su buen coche, cobrando sus buenas pagas por los más variopintos conceptos o tal y cómo dice Durán y Lérida, viviendo del Per, que aunque no lo hacemos todos, algo de razón tiene y en lo que pagamos justos por pecadores.

Seamos coherentes. Ésto no es Finlandia, Noruega ni Suecia. Aquí no tenemos la conciencia de ser productivos cien por cien. La cultura del escaqueo está demasiado arraigada y al que trabaja, cada vez más porque estimo que es mejor trapichear que cotizar, se le dan más palos que a un saco de boxeo. Es así y no hay que rasgarse las vestiduras. El estado del bienestar con todo eso que nos venden los de arriba sólo es sostenible con un circulante económico inmenso que sólo pueden aportar las sociedades industrializadas. Sociedades a las que por el momento España no pertenece. Lo nuestro era más de construir viviendas para esos señores del norte que pagaban en Libras o Marcos y que al final empezaron a soltarnos la gallina en euros y el negocio se fue a tomar viento.

Desanizados.

Así nos encontramos con el hecho plausible y comprobable de que vamos a unas urgencias por un corte profundo en el brazo y no nos atienden hasta pasadas las cinco horas porque entre inmigrantes, mamones con proncipio de catarro y abueletes hipocóndriacos lo nuestro es menos grave, o más atrasable. Es fácil que no mueras pero si que te cisques en sus muertos más frescos de manera continua y escándalosa. Máxime cuando contemplas el erial de una sala de urgencias y te das cuenta de que de cada veinte, dos sostienen el sistema cómo buenos pagadores y uno de ellos eres tú, que además haces lo imposible por no tener que hacer uso de ese servicio para no perder días de trabajo. ¿Qué sentido tiene eso?¿Qué tu contribuyas a una sanidad universal de la que se aprovechan muchísimos que nohan trabajado ni tienen intención de hacerlo?

Es normal pues, que los asalariados de cierta posición, que el que sea ligeramente boyante termine por coger y pagarse la sanidad privada. Esa que tanto denostan los mismos politicastros que se han encargado de poner la pública a la altura del estiércol. La sanidad pública no necesita más recursos, sino mejor administración. Sólo hay que ver un centro de salud cualquier mañana, plagado de ancianetes que, aburridos, se dedican día sí y día también a ir a pedri recetas con el que matar el rato y sajar las cuentas de la seguridad social que, vía comunidades autónomas, se ve negra para cubrir el gasto farmaceútico. De seguro que aplicándose el pago de un euro por receta, los centros de salud se irian quitando la saturación que genera todo eso.

Deseducados.

Otro de los caballos de batalla de nuestra administración, es la educación. Polofacética, carente de recursos, politizada, inutil y con el fracaso escolar más alto de Europa. Cosa normal si en ella se invierten ingentes cantidades de dinero para adoctrinar con asignaturas cómo Educación para la Ciudadanía mientras se descuida la educación en sí. Así es normal que nos surjan miles de perrofalutas dispuestos a acampar en Sol sin saber cuantos días llevan allí incapaces de hacer un cálculo básico. Tenemos un sistema educativo que está en las erróneas manos de las Autonomías cuando debería ser unitaria de todo el territorio nacional. En su lugar tenemos adoctrinamiento de gudaris en el norte, de terralliureses en el flanco nororiental, de cuñados ávidos del pelotazo en el sur y de no se sabe bien qué en el resto del territorio.

Lejos de querer resultar catástrofista, aprobar a un mamón que sabe que la ley lo ampara por tener trece años si le mete una paliza del quince al profesor con siete suspensas es lo más seguro para un profesor tipo de los que nos marean con sus manifestaciones. Tenemos pues un gran problema de autoridad que se agrava con el problema de la educación, la consecuencia inmediata es tener una caterva de delincuentes en ciernes doctorados en el consumo de estupefacientes y botellón con ansias de protagonismo en Mujeres, Hombres y Viceversa o Gran Hermano, siendo admirados por toda una generación perdida. Perdida por su falta de formación, su falta de ganas de trabajar y, gracias a la cultura del conseguir todo sin esfuerzo perdidos cómo seres productivos de una sociedad que se desangra.

El último que tire de la cadena...

Ésto es el estado del bienestar. Ago carísimo que no nos compensa y que vamos a tener que revisar los próximos años. O reducimos los beneficiarios o apretamos en las condiciones para acceder a los mismos, sólo así lograremos una estabilidad presupuestaria que nos permita mantener el sistema y optar, cómo currantes, a cobrar una pensión misérrima cuando menos, tras toda una vida de trabajo malremunerado y peor valorado. Es lo que tiene vivir en un país cómo ésto, que cuando ves toda la escoria que surge cómo setas al amparo del que se esfuerza te dan las ganas no de marcharte, sino de empaquetarlos a todos y enviarlos en misión no tripulada y sin retorno a Marte.

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La hecatombe autonomica.

Caminamos lentamente hacía una cita, la electoral, que debería poner en su sitio a aquellos que, arrogandose el derecho de representarnos, viven de nosotros tratándonos a la vez cómo criajos estúpidos. En esa cita, de seguro, se producirá un cambio político por el cual España rotará desde la extrema siniestra al centro-derecha y con él los españoles otorgaran su confianza para que el gobierno salido de las urnas lleve a cambio una serie de reformas. Reformas cuya finalidad será, cómo poco, volver a la normalidad previa al macroatentado de Atocha, sucedido un once de marzo por el cual, y eso nunca lo podrán negar,  los sucialistas ganaron, contra todo pronóstico, las elecciones generales.

En aquella ocasión, la desastrosa gestión inicial de la crisis, el oportunismo de Ferraz que movilizó con sospechosa rapidez a los indignados de la época, pues perroflautas siempre ha habido, quebró una progresión económica que, convencido estoy, hubiera resistido el embite de la crisis de otro modo y que habría acometido, cómo ya debería hacerse, los múltiples flecos que lastran nuestra economía. El primero de esos flecos que debería acometerse, junto a la recuperación de la confianza, la lucha a saco contra el terrorismo, la remodelación del sistema electoral y el retorno a la independencia de los tres poderes del Estado, debería ser el retorno a ese mismo Estado desde las autonomías de la Sanidad, la Educación y la Justicia.

Los agujeros negros esisten.

A parte de la deslealtad manifiesta de algunas de nuestras autonomías que insisten en creer que ésto, cuando menos es un estado federal y reivindican una independencia en función de su mitológica visión de la historia, tenemos un sistema plenamente insostenible desde el punto de vista económico. No es posible, con un país en crisis plena, con tres millones de funcionarios, cinco millones de parados, un millón de enchufados, veinte millones de desocupados entre jubilados, menores, etc y una población activa de diecisiete millones de personas, mantener ocho mil administraciones locales, diecinueve administraciones autonómicas, una administración estatal y pretender crear riqueza. Es matemáticamente imposible y lleva a la confusión.

La confusión que provoca en unos estamentos radicalizados en la independencia de creerse que, por gestionarse cómo un microestado, lo es. Máxime cuando estamos viendo cómo esos estamentos, que se suponen representan al Estado Español en sus comunidades y a su comunidad ante el Estado dedican ingentes cantidades económicas en asentar y fortalecer un "hecho diferencial e identitario" en lugar de dedicar esas partidas a lo verdaderamente importante, recortando partidas cómo sanidad. Un hecho que al resto de los españoles nos parece insultante y que provocará el próximo día veinte de noviembre que muchos de nosotros retiremos nuestro apoyo a un gobierno que le ha reido la gracia a éstos individuos hasta el punto de quebrar la cohesión estatal.

Ruptura de España.

España se rompe. Ésto tan negado por el gobierno sucialista a lo largo de dos legislaturas está plenamente visible por todos los que tenemos dos dedos de frente. Y no se rompe por el nazionalismo, que al fin y al cabo es sólo amenaza y ya sabemos que a perro ladrador, poco mordedor. España se rompe por la sangría que suponen las autonomías, ineficaces, plagadas de corrupción y sobradamente dualizadas en los servicios que se suponen deben prestar a un ciudadano. Además de plantear una ruptura en lo básico, la justicia, que debe de ser igual para todos en toda España, la educación que no tiene por que servir a los intereses adoctrinadores de una parte y a la sanidad que no tiene porque crear ciudadanos de primera y de segunda dependiendoo de la región en la que deban atendernos.

Éstas fracturas, propiciadas por una dualidad que debería suprimirse en favor de la igualdad consagrada en la Constitución, provocan, además de una situación caótica en cuanto a la asistencia en ésos tres estamentos un derroche que, francamente, no podemos permitirnos. Es tan patente cómo que en nueve comunidades el caos farmaceutico se extiende por cuanto no se puede frenar el consumo de medicinas en un falso Estado de Bienestar con prestaciones del Norte de Europa en conciencias del centro de África. Nuestro sistema esta podrido, y estaba herido de muerte desde el día que fue creado. No se podía servir café para todos cuando no todos estaban dispuestos a pagar la ronda. No se pueden extender cheques a fondo perdido eternamente, sobre todo cuando el país está en situación de emergencia nacional y queda probado que el sistema de taifas está sobradamente fracasado.

Se acabó el café, toca pagar.

España se encuentra en la tesitura de sostener las Autonomías cómo método para certificar un éxito inesistente de un sistema ineficiente. Un sistema que sirve para gestionar cosas sencillas, que no supongan gasto desaforado y por supuesto que no suponga la ruptura de las cajas únicas que deben atender por igual a todos los españoles. Una autonomía puede gestionar sus carreteras, sus costas, puede gestionar sobradamente su agricultura. Lo que no puede hacer una autonomía es gestionar la educación de sus habitantes sin ser sectaria, la sanidad de sus pobladores sin hacer distinciones entre éstos y los de la comunidad de al lado que se vienen a ésta porque el sistema de aquella es peor o tratar de que la justicia de su parte sea más dura, sana y justa que la de al lado. No estábamos preparados para un estado federal oficial y creamos uno encubierto por el cual nos estamos cargando, ahora sí, el concepto solidario de país.

Debemos reflexionar y el gobierno que salga de las urnas éste mes debería replantearse, hasta que punto hace bien al país tener unas autonomías ineficientes, sobredimensionadas, sobradamente endeudadas y que no aportan la cercanía que prometían al contribuyente que ve cómo sus impuestos se van, inevitablemente a sostener cargos inútiles, sus acólitos, sus lujos y en definitiva a una casta que se cree superior al común de los mortales por el simple hecho de ostentar un cargo oficial sin saber, en la mayoría de los casos, hacer la O con un canuto.

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