Se va a liar, se va a liar... |
Pues sí, a pesar de que más de uno y más de dos vieran el tema de las protestas en los paises árabes cómo algo relativamente lejano y difícil de estrapolar a nuestra sociedad, es lo que tenemos ahora. Y no porque tengamos un dictador al que tirar del poder, no, es que somos más chulos que un ocho y en lugar de uno tenemos unos ochenta mil, que es el número estimado de integrantes de nuestra elitista, chupóptera e inutil, casta política. Cuento de todos los colores, posiciones, estudios y faltas, que sino luego me llaman facha.
En ésta democradura en la que felizmente vivimos soportando que nos vaya saliendo la cosa a prohibición diaria alguien tenía que saltar. No parecía probable que fueran los jóvenes. Tan obnubilados cómo están con los botellones y la Play Station. Pero así ha sido. Se ve que la mama tenía que darle un barrido al piso y para ello nada mejor que mandar al nene, de treinta y muchos, parado desde siempre a pesar de estar superpreparado a juzgar por los quince años que tardó en sacarse la carrera, a manifestarse el domingo por ahí. Eso a pesar de andar resacoso del botellón de la noche anterior que pagó previo sablazo a su progenitor. Reitero que el muchacho que esta a punto de entrar enla cuarentena, no sabe lo que es doblarla. Aún así parece que hay esperanza y, aunque muchísimos no saben de que va la historia, debemos congratularnosde que por fin empiece a moverse algo en éste país.
De todas maneras no nos llamemos a engaño. A nuestros politicuchos todo esto se la bufa. Haya más gente o menos votando, lo importante es el porcentaje de votos, lo mismo es un treinta por ciento en diez votos que en mil. Lo que a nuestros supraprivilegiados chupóteros no les entra en la cabeza es que un movimiento así no es peligroso, lo peor es no darle una respuesta eficaz y que se redicalice. Por lo poco que he podido ver hoy, nuestros políticos se dedican a seguir tirándose los tiestos, incapaces de hacer propuestas eficaces contra la crisis. Una actitud temeraria pues, además, el único partidillo, Izquierda Unida, que se a identificado con el movimiento no sólo no conseguirá mucha más representación, sino que lo va a viciar. Es lógico, pues todo el mundo está ya pensando en el probable signo político de ese grupo de jóvenes que, sin saber quien los lidera, se dirigen a reivindicar algo quehace mas de veinte años deberian de haber hecho un grito.
Nuestro sistema no es que esté viciado. Es que es mucha polla para tan poco pantalón. A saber, un estado, diecisiete subestados y dos miniportectorados. Todos con sus parlamentos. Sus sistemas funcionariales y miles de enchufados y algunos incluso con su policia autonómica y su servicio de inteligencia. Todo ello nos da mas de tres millones y medio de personas que no crean nada. Que eso se de en un país con una tasa de paro de cinco millones de personas, con una estructura cuasiagraria, un analfabetismo funcional preocupante y una afición superior a todo menos a progresar en la productividad nos deja en la situación en la que estamos viviendo y sin visos de escapar. No nos acostumbramos a la nueva situación en la que el dinero fácil no va a volver y que el trapicheo es en nuevo sine die para poder comer cada día.
No voy a ser un cínico. Me solidarizo con todos esos hombres y mujeres que, indistintamente a su edad, religión o situación social o económica están dando la cara por un país al que su propio sistema se la ha roto en mil pedazos. No precisamos otra democracia, sino otro sistema político. Necesitamos un control exhaustivo del gasto (el dinero público sí que tiene propietarios), necesitamos políticos que sepan que sirven al pueblo y que éste no es sólo un mero adorno que sirve para que los elijan por cuatro años. Es necesario fijar sueldos y que el que meta la mano indebidamente en la caja, la pierda, aunque sea de manera figurada. Es preciso que nuestro sistema judicial sea verdaderamente independiente del ejecutivo. Que el Constitucional sea elegido por el Consejo General del Poder Judicial. Que nuestro legislativo legisle y no trate únicamente de preservar unos privilegios que están rayando en el escándalo y controlar a la población mediante el miedo y la prohibición exhaustiva. El Pueblo nunca debería temer a sus dirigentes, sino al revés. Ésto es lo que está empezando a suceder. Hay demasiada gente que ya no tiene nada que perder y si se tienen que hundir definitivamente, no lo van a hacer solos.
El movimiento se demuestra andando y la policia de la Puerta del Sol no hará nada aunque reciba orden taxativa de dispersar. hay demasiada gente. Demasiados indignados contra un gobierno y un sistema que vuelca encambio de ciclo. Desde aqui mi solidaridad y apoyopara todo loq uesea salvar, de una u otra forma a nuestra mermada España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario