Acabo de venir de trabajar. En una de nuestras pintorescas y reconocidas cutreromerías de esas que jalonan toda nuestra geografia y que, cómo las flores, florecen a lo largo y ancho del país. Os preguntareis que tiene que ver tan soberana estupidez con lo que indica el título del post. Y es que todo está relacionado.
Para empezar, todas las romerías, la mayor parte de ellas y por sistema, coinciden en que están dedicadas a la iconografía mariana y aunque seamos más malos que Satanás, en esos días nos damos muchísimo en el pecho. Al menos a primera hora. Porque luego empezamos con la ingestion masiva de bebidas espirituosas y en muchos casos sustancias sicotrópicas que convierten a los romeros, de fervientes cristianos en romeria en patéticos estúpidos que dan grima y miedo a partes casi iguales.
Para seguir, tras dar de comer a varios cientos de gualtrapas de esa especie "homo romeriensis" llegas a casa y tu madre te llama para recordarte que no las has felicitado el día por la simple, sencilla y majadera razón de que las romería se celebran en parajes inhóspitos donde, a pesar de la publicidad engañosa que nos hacen nuestras estaficompanys de telefonía móvil, no llega la cobertura ni por casualidad, con lo que hasta que bajas de la parra, o en este caso del monte, cómo Moises y llegas a la civilización via tu puñetera casa elmóvil permanece cómo el miembro de un fraile, muerto.
Asi pues, después de toda ésta diatriba, tengo que decir que me ha pasado ésto y que sí, que he felicitado a mi madre y que os recomiendo que hagais lo mismo pues, a parte de que no os calientan la cabeza y eso es bonito y hace buena sangre.
Feliz día de la madre.
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