Doce de Octubre, la fiesta de todos.

Imagen de Internet. Múltiples sentires, una única pasión.

Otro año más y van quinientos veinte, el día Doce de Octubre significa algo enorme e ingente para todo lo que signifique España o Hispanidad. Un año más, España, madre de naciones, extenso universo del castellano y la hispanización de territorios se viste, modestamente e imbuida en la vergüenza de algunos de sus desleales hijos, de luto para celebrar el llanto eterno de una familia desperdigada, dividida, acobardada y malograda por bolivarismos, separatismos, imbecilismos y la sazón todas las maniobras que la masonería más nefasta inicio contra el imperio a principios del XIX y que no ha cejado hasta ahora, doblándonos ante nuestros más cerriles enemigos en una sucesión de humillaciones que no cesaran hasta que el Pueblo Español comprenda que el Día de la Hispanidad, el día Doce de Octubre, la Fiesta Nacional, simboliza la apertura del mundo a lo Hispano, a lo español y que nada podría cambiar eso salvo seguir doblegándonos a toda la publicidad negativa que, cómo delectable Leyenda Negra se sigue vertiendo sobre nosotros día a día.

España y la Hispanidad.

El pueblo español es voluble e inculto. Eso es lo que demuestra cualquier estudio Pisa sobre nuestra educación y lo puedo decir con seguridad pues recibo correos de gente que lee con sorpresa según que artículos de mi blog creyendo que son fantasía algunos de los hechos y gestas que narro cuando son obras y hechos de hombres que dieron vidas, sangre y haciendas pro el terruño patrio. España no conoce su historia. No la desea, no la valora, está condenada, finalmente, a repetirla una y otra vez porque amar españa y por extensión la españolidad e hispanidad es ser un facha, un fascista, pese a que esa acepción hace referencia a un movimiento político italiano y no a Franco, que era conservador y ultracatólico pero no fascista. Da igual, el español hoy en día entiende que la bandera de España es la bandera de Franco, que era un tío muy malo que se cargó la República que era algo muy bueno y que cualquier movimiento o hecho que vaya en contra de España está muy bien socialmente visto y que no hacerlo es ser una mala persona.

La Hispanidad se forjó a base de batallas, de curas predicando, de maestros enseñando y de gente defendiendo culturas no sólo españolas sino de aquellos lugares en los que se arbolaba la Cruz de San Andrés. En cualquier batalla hay pérdidas humanas y el español se alió en miriadas de veces con los indios en contra de otros indios con los que mantenían guerras intestinas a veces entre varias tribus en territorios no mayores que la Comunidad de Madrid. No comprendo esa fobia que se le ha cogido a lo español cómo exterminador de indígenas cuando muchísimas tribus perviven hoy en día gracias a la accion de arbitro de los españoles que impedieron las razzias entre etnias en territorios cómo Nueva España o el Perú. En cambio, en la Commonwealth no faltaron los que se enorgullecían de exterminar, de manera brutal y por mero entretenimiento a comunidades enteras. Podemos fijarnos simplemente en los territorios americanos, con apenas un uno por ciento de la población inicial de indígenas recluidos en reservas cada vez más reducidas.

La Hispanidad es de todos.

Sería indecente apropiarse una cosa que es tan abstracta cómo universal y que se forjó en un Imperio que duró casi cinco siglos. Cinco siglos que no ha durado ningún otro imperio en la época moderna. El Español fue un Imperio llamado a prevalecer no en la conquista y mantenimiento militar sino en la pura y completa extensión de un idioma y una cultura que pervive hoy en día en cas todos los lugares en los que se estuvo y que vuelve a aflorar en otros territorios donde pueblos cómo los imperialistas yanquis intentaron suprimir cuatro siglos de perviviencia sin más éxito que ralentizar que hoy en día aquellos que fueron privados de sus raices hispánicas vuelvan a buscarlas, cómo en el caso de Filipinas. Todo ello sin desmerecer el hecho que paises cómo Puerto Rico acentuán su retorno a los españolizante de modo que la metrópoli colonizadora no sólo no ha conseguido vulneral el idioma y las costumbres sino que éstas han comenzado a extenderse y expandirse en la potencia colonial, volviendo a ser Florida casi más hispana que sajona.

Ese hecho, el hecho de que el español esté más vivo que nunca, que las relaciones con los pueblos hispánicos sean cada vez mejores y más productivas, que incluso haya movimientos en Portugal que desean una federación ibérica con el objetivo de ser más fuertes y competitivos de cara a Europa e Iberoamérica. La Hispanidad debe de afrontar la nueva etapa que se abre tras la crisis que padecemos y volver a la mirada hacía lo que definitivamente es de todos los hispanohablantes, lo que pervivirá más allá del bolivarismo o los intentos sajones de determinar un área capitalista donde ya ha fracasado todo lo fracasable. España no puede estar a las órdenes de la Troika europea que en su día desmanteló toda nuestra industria, nuestras minas, nuestra agricultura a fin de que no pudieramos superar a otros productores de peor calidad y precios mucho más caros. El futuro de España y de los países que comparten hispanidad no es Europa sino los límites anteriores al inicio de la Emancipación Iberoaméricana.

Feliz día de la Hispanidad.

Hoy es el día grande de España y aunque estemos en la práctica indigencia por banqueros, politicastros y gente normal que no cejó en el empeño de hacerse rica con la especulación, hay que mirar al futuro y pensar que España sobrevivirá a la crisis y el modo en que la hagamos superar ese hecho será el modo en que encaremos el porvernir y nuestras relaciones con el resto del Mundo. Puesto que el proyecto autonomista está más que sobradamente amortizado y no se puede pensar, en absoluto, en un proyecto federal que no sea asumir la unión con paises de raices hispanas, descartando totalmente que cualquier parte de España se eleve cómo una parte federal de un ente supranacional que entienda nuestro querer, idioma y cultura cómo algo que hacer pervivir cómo alternativa a lo sajón, hay que impulsar mejores relaciones y entendimientos con aquellos que en el pasado fueron carne de nuestra carne. Abogo porque la Hispanidad sea un camino hacía la grandeza y que todos podamos estar tan orgullosos de ella cómo ella debiera estar de todos los que la respetan y elevan.

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