sábado, 9 de junio de 2012

La Eurocopa nos hará libres.

El balón en la cara... Lo normal de nuestro país.
No hay nada que envilezca más el cerebro del Ser Humano que un deporte cómo el fútbol. Desde siempre, desde que los ingleses lo inventaron para dominar por el cesped lo que no habían podido conquistar con sus patéticos Casacas Rojas, el fútbol ha creado varias generaciones de incapaces mentales de suerte que toda su vida es fútbol, todo su futuro es fútbol y sobre todo y cómo no, el sentido de su vida pende, inequívocamente, de lo que haga o deje de hacer su equipo favorito. A mí, es un deporte que, cómo cualquier otro, en su función de constituir un cuerpo sano en lo físico me merece el mayor de los respetos. Cómo negocio, me parece repulsivo, cómo medio de adoctrinamiento y distracción simplemente patético. Creo que el Fúltbol es la versión moderna del Pan y Circo que los Romanos tenían tan a gala cómo sinónimo de entretener al pueblo para que no se preocupara a la hora de ser embestidos por el tubo de escape por los dirigentes de turno.

Estrategia económica.

Que el fútbol es un negocio no es algo nuevo, que el Estado perdona impuestos a los clubes para que no se deprima la actividad futbolera es algo menos conocido. De hecho, son más de mil millones de Euros lo que los grandes clubes deben a la Seguridad Social. Un ente que debe velar por el bien de todos los españoles y no servir de parapeto, perdonando la vida y las cuotas a quienes dan espectáculo para que los lobotomizados cerebros nacionales no se planteen sino una vida en la que sus héroes del balón sean dioses y su paupérrima existencia, propiciada en gran medida y en muchísimos casos por aquellos que abren la mano con los balompedistas no sea sino una realidad alternativa a la que no quieran, ni puedan visitar. Es malo pues no ser fan de ese deporte, tan adictivo cómo el tabaco y más peligroso que cualquier droga de inoculación intravenosa.

Y es malo porque sin tener el referente ronáldico de turno o al Piqué de referencia en el mundo alternativo que nos preparan los multimillonarios clubes con su parafernalia desinformativa, aquel que, cómo yo, es profano convencido del mundo del balompié, termina por convencerse, merced a determinados eventos e informaciones, que el Gobierno de turno se dedica a manipular cerebralmente a la población mientras gestiona o destruye, generalmente ésto último, el país que se le ha encomendado gestionar. Por eso, suelen caer en saco roto o incluso caer mal las opiniones contrarias a ese mundillo encajado en nuestra idiosincracia desde que Franco le diera el auge necesario para contrarrestar las nefastas noticias que, procedentes del vecino del norte, indicaban que el sesenta y ocho empezaba a arder con un combustible nuevo que no se podria pagar con agua sino con una apertura a la que Cara Garbanzo no estaba dispuesto.

Seleccionando la Ruina.

El Fútbol que poco a poco ha ido ganando terreno adquiere hoy en día una dimensión de ente nacional a respetar y admirar fuera de lo que es el comportamiento básico y normal de ese evento. Es por ello que hoy, cuando España esté lobotomizada viendo cómo su Seleccion juega en Polonia, aquí mismo, en Madrid, nuestro desgobierno andará jugando con Europa para intervenir por muchísimos millones de euros, que devolveremos los lobotimizados, nuestro caótico sistema financiero. Un sistema que, en suma, desciende de aquel por el cual, cada vez que venía un galeón de Indias, el montante que llegaba al Rey era tan nímio que hacía inevitable explotar más aún los yacimientos de Oro y plata, pues todo se perdía en correveydiles, intermediarios, farsantes y ladrones. Eso sí, los festejos taurinos y el teatro abundaba para que el pueblo, sometido a innumerables alcabalas e impuestos con los que sostener una calamitosa Administración.

De todo ello, lo único que hemos aprendido, lo único que se ha quedado impreso en nuestro caótico imaginario colectivo es a obviarlo todo menos el fútbol. Ese es el nuevo agujero en el que España, cómo una avestruz esconde la cabeza mientras nuestros politicastros y enchufadetes hacen y deshacen, si bien ésto último es lo que más adaptados están, para su bien propio y malestar nuestro. El Fútbol, ya sea a nivel de Primera División o de Selección no es sino el subterfugio con el que nuestros desdeñosos padres de la Patria juegan con nuestros dineros, que según la inefable Calvo no son de nadie, para arruinarnos manteniendo todo el calamitoso, inutil y soberanamente costoso sistema público de la maltratada España. No lo duden, cuando hoy vean jugar a España con Italia, será su bienestar futuro y el de sus herederos el que estará yéndose por el retrete mientras Iniesta patea y nosotros nos convertimos en la diarrea de Europa.

Alcemos las banderas.

Y movamóslas en el aire mostrando lo patriotas y españoles que sómos cuando juega la Selección. Algo que nos la pone dura y levanta el ánimo sólo cuando gana claro. El español es infiel y puesto que nos gusta que nos la metan doblada, que menos que seguir sólo a la Selección cuando gana. El resto del tiempo ya tenemos a nuestros equipazos con un gasto supramillonario, con estrellas que valoran muchísimo más la pasta que ganan que los sentimientos que generan y que se pueden, en según que casos convertir en verdaderos referentes políticos con los que hundir definitivamente la Nación. Es que el fútbol es así, un comecocos impresionante que está con nosotros desde siempre y que no deja de ser veintitres tíos corriendo detrás de un balón una y otra vez. Que además, sea el único motivo para poder enarbolar la bandera sin que nos tilden de fachas es muchomás patético, pues sentirse orgulloso de tu país por ser una potencia futbolística porque no hay nada más de lo que sentirse orgulloso es realmente patético.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡uhhh! prefiero no opinar CS yo es que soy muy futbolero y no me pasan esas cosas que dices.
Creo que al fútbol ya se va como se es, listo o tonto, culto o inculto, manipulable o no manipulable.
Ten el cuenta que el poder siempre trata de manipular todo y más lo que sea de masas en su beneficio, pero eso vale para la religión, los toros, el fútbol, el sentimiento nacional o lo que sea.
Saluditos.

Lin Fernández dijo...

Que coincidencia el dia que juega nustra seleccion contra Italia,Anuncian el rescate de los 100.000 millones de Euro para la banca,De esta forma el partido de futbol tapara la noticia del rescate,un saludo,

Anónimo dijo...

NO estoy en absoluto de acuerdo y es más, eso de "envilecidos" me parece una falta de respeto.

Yo adoro ese juego y NO estoy envilecido, ni mucho menos.

El entretenimiento, aun en tiempos de grave crisis, es necesario, tan necesario como muchas otras cosas, a unos les dará por el cine, otros por las cartas, otros por lo que sea pero el entretenimiento y dentro del entretenimiento los espectaculos existen desde la antigüedad y no hablo solo del circo romano.

Olvidas la libertad individual.

Si, si, tiene que ver porque YO tengo derecho a elegir incluso si quiero "panen et circensis", YO y solo YO, YO decido si me gusta una cosa o no me gusta.

Así que, por supuesto, yo seguiré viendo todos los partidos de la Eurocopa, no solo los de España, sinó todos.

Porque ME GUSTA EL FUTBOL.

Y estoy en mi derecho.

Y niego rotundamente estar envilec ido.

Maribeluca dijo...

Todo es cuestión de proporcionalidad como en todo, con estas cosas hay quien ve solamente un juego-lo que es- y quien lo convierte en el centro de todo y pierde el oremus, que también se ve demasiado habitualmente y es tan criticable como uno quiera,a otros nos van las tertulias políticas y a otros el Sálvame de Luxe...hay que reconocer que "opio del pueblo" sí es en gran parte.

Lo que más me joroba es que solamente se pasee la enseña nacional por estas cuestiones, y por otra parte me alegra verlas en lugar de tanto trapo morado como últimamente.

Darle Caña a ésto: