lunes, 30 de enero de 2012

La increible capacidad de improvisación española.

El Toterreno genuino apañó.
Andaba yo el otro día de chachará con un amiguete del curro cuando, en medio de la faena, vimos que nos faltaban piezas para terminar la faena. Ni cortos ni perezosos y lejos de ponernos nerviosos y perder la cabeza, improvisamos cuatro piezas de otros tantos modelos del objeto en cuestión que nos ocupaba y para adelante. Así, con la satisfacción del deber cumplido, dimos cumplida cuenta del día y coincidimos en que ni japoneses, ni alemanes, ni franceses, los garrulos pseudocurrantes más preparados del mundo son los españoles. Así, cómo suena. Ni la constancia alemana, ni la obsesión japonesa por el trabajo. Por eso en España estamos plenamente preparados para llegar, no a seis, sino a diez millones de demandantes de empleo (bastantes menos parados técnicos) sin meterle fuego a nada, trasegándonos unas cervecitas, abusando de la siesta y deseando emplamar, cómo buenos hijos de la patria, puente tras puente en la sapiencia de que seremos capaz de sacar la faena sin renunciar a nuestra idiosincracia.

Especialización pschi pschá, huevos de sobra.

No nos vamos a engañar, al lado de otros paises, siempre hemos sido los analfaburros del sur, más capacitados para cosas poco onerosas pero con muchos más huevos que cerebro. Eso sí, en todo lo qeu nos hemos propuesto, hemos sacado la cabeza, hasta que obviamente, hemos dejado de echarle huevos para echarle cabeza y hemos ido cayendo cómo las fichas del dómino. Primero el Imperio, luego el Estado y por último el país. Así hemos llegado donde estamos, por querer ser modelnos, que duda cabe. Yo creo que, simplemente, un día dijimos de ser buenos y dejar de darle candela al mundo y el mundo nos dió para el pelo. De ahí que al español le salga todo lo planificado hecho una porquería y sólo sea capaz de arreglar las cosas por el metodo patada. Yo mismo arregle mi ordenador metiéndole un puñetazo del quince. Hasta aquello se me reiniciaba y daba error cada dos por tres. Después de tan delicado procedimiento técnico el ordenador va cómo una seda, eso sí, cualquier día va por el balcón, que no me va la tarjeta gráfica.

Así, los españoles pudimos conquistar medio mundo sólo a base de improvisación. Ejemplos los hay a manta. Con ejércitos mal dotados, peor pertrechados y deficientemente pagados, fuimos la primera fuerza militar del mundo hasta que Felipe V nos transformó en el país satélite de Francia y aunque pudimos darles aún para el pelo a los ingleses de manos de nuestro inmortal Blas de Lezo que con poco y malo le dió para el pelo al inglés, el afrancesamiento terminó por amariconarnos y desembocarnos en la Pepa, condenándonos a la libertad que tan contraproducente se ha rebelado para el espiritu improvisador español. Sómos buenos cuando la presión nos tritura, pero si se nos deja de la mano de Díos nos dispersamos, apagamos y marchitamos cómo una flor sin agua. De ahí que cuando no había paga para los Tercios se les dejara saquear alguna ciudad de herejes y siempre, durante esos dos siglos, pudimos darle para el pelo a ejércitos mucho mayores y mejor pertrechados sólo con tener hambre, mala hostia y capacidad de improvisación.

Así que...

Algo ha debido de quedarnos de esa idiosincracia tan española. De esa picaresca característica que fue marca de la casa en el siglo de oro. No sólo sómos capaces de improvisar en las peores y más adversas circunstancias, además sómos experimentados expertos del trapicheo y consumados desarrolladores tácticos del escaqueo. Por eso en nuestro país da lo mismo que la tasa de paro llegue al cincuenta por ciento. Mientras en Alemania una tasa porcentual de parados coresponde a los parados reales, aqui es que más de dos tercios está cobrando el paro y trabajando en negro. Eso es tan evidente cómo que todos conocemos algún caso y aquel que no lo hace pues le pasa cómo en el Cortijo Grande, en el cual el que es tonto, se muere de hambre. No quiero con ésto menospreciar a mis compatriotas, sino rendirles sentido homenaje por ser capaces de sobrevivir en las peores condiciones. Condiciones en las que cualquier experto en supervivencia se vería en un brete sino fuera de raza pura hispánica.

Por eso cuando hable con mi amiguete no tuvimos por menos que asentir. Allá donde un japon´des se haría el Hara-kiri si se le pierde el muellecito M-574 de la pieza Z-M34E del sistema pollafrita, nosotros buscaríamos un alambre, o un cablecito, o algo que aguantara por que ya lo dice el refrán, mientras va y viene, avío tiene. Y si al cliente no le funciona, al menos tu has presentado trabajo lo mejor que has podido, que tampoco tienes la culpa de que con los recortes la empresa lo pida todo contado y sin repuesto. Así si se te pierde algo o se te rompe alguna pieza sólo te queda recurrir a eso que tenemos insertado en el gen prototípico español y que nos permite salir airosos metiéndole un canuto de plástico a una salida de gasoil, improvisar un sellado profesional con un trozo de esparadrapo o tapar una grieta con lo primero pastoso y de cierta consistencia que encontremos en el trastero. ¿Qué haría la industria aeronaútica sita en Andalucía Occidental sin esa capacidad tan española de improvisar apaños de urgencia?

Español y chapuzas a mucha honra.

Y es que un sábado que andaba yo aburridete, me empapé de un reportaje sobre cómo Ikea hace sus muebles y pensé que, hacer eso en España, sería tan factible cómo ver a los suecos correrse una juerga desde jueves a domingo, parando tan sólo para cambiarse de ropa. Vi un reportaje tambien muy cuco de cómo se fabrica un Porsche, donde un carrito robotizado con todas las piezas necesarias para llevar a cabo su labor, seguía al operario hasta que éste lo dejaba vacío. En ese momento el carrito cogía carretera y manta y era sustituido por otro. Aquí la cosa sería más bizarra, con un gachón empujando un carro lleno de piezas pedidas a mocho y con esa capacidad tan nuestra de improvisar sacariamos tres coches de las piezas destinadas a uno, del mismo modo que de un mueble de Ikea, montamos la estantería sproonjek y nos sobran tornillos, baldas y piezas cómo para montarnos nuestra propia bomba atómica. Un espirito relativo, emprendedor para el trapicheo y sobre todo innovador en la improvisación sin la que seriamos de todo menos españoles.

Si deseas comunicarte conmigo, agregar algo a éste artículo, exponer tu opinión en privado o sugerirme temas sobre los que hablar no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de churre_s_peinado@hotmail.com. Gracias.

28 comentarios:

María dijo...

Me has hecho reir recordando mis 18 años y mi Simca 1000, jaja, se me rompió el cable del acelerador y lo arreglé con un trozo de alambre galvanizado y unos alicates porque me iba de marcha y no era plan dejarse el coche.

Aún recuerdo la reprimenda de mi padre cuando se percató del asunto no sé cuantos días después.

Besos

ansiadalibertad dijo...

Gracias CS xD me he reído lo mío, juasjuas

Eres la hostia.
Espero que no cunda la idea, que ya tenemos bastante fama juasjuas
:-))))))))))))

mientrasleo dijo...

Mira que nos gusta ver lo que hacen otros, ahora muchas veces por internet. Llevamos dentro al jubilado que se para en la obra..
Genial el texto.
Un beso

Anónimo dijo...

JaJaJa que tronche y que razón tienes coño. Si reparábamos hasta las bombillas como ahora los Cubanos.
Saluditos, buen post si señor.

Natalia Pastor dijo...

Muy divertido.
A mi me pasó una cosa muy parecida a la de Maria, pero con Renault 5 una tarde de julio -43 grados ala sombra-, con dieciocho años recien cumplidos y estrenando carnet, camino de la playa...

Rafa Hernández dijo...

Muy bueno sí señor; realmente bueno e ingenioso. Yo creo que cuando la necesidad aprieta, a los españoles no nos gana nadie. Saludos C S Peinado.

Viriato dijo...

Una original y simpática entrada esta. Cierto es que estamos más que acostumbrados a ver como nos la apañamos con lo que tenemos, tienes razón, deberá ser algún gen...

Un saludo afectuoso.

E..P.. dijo...

Muy divertido Peinado, si señor.
Cuando nos ponemos somos muy apañaos y personalmente ya he tenido varias.
Eso si como sigamos así nos vamos a parecer a los cubanos que lo apañan todo.
Saludos.

mariam dijo...

Buenisimo el articulo CsPeinado, es verdad que los españoles nos hemos caracterizado por la improvisación más que por pensar, y cuando pensamos lo hacemos tarde y mal. Muy divertido.
Un saludo.

Unknown dijo...

Yo lo hice también Maria, pero con un ciclomotor. También he apañado manguitos de refrigeración que tubo de goma o parchear ruedas con esparadrapo y fixo. Donde los demás tirarían las cosas nosotros reciclamos y reciclamos, más por pereza de comprar uno nuevo que por necesidad.

Unknown dijo...

Ocón, no es que cunda el ejemplo y se nos tilde de chapuzas, es que no sabemos, podemos ni debemos ser deotro modo. En Alemania, con una tasa de paro cómo la que tenemos aqui, ya habrian salido quince Hitlers y aqui, mira tu, tan ricamente, chapuceando y sobreviviendo.

candela dijo...

Muy bueno CS...

¿Se considera chapuza ponerse a llorar en la calle..? Te aparcan el coche enseguida. Lo buena que es la gente jajaja!!!

Juan Carlos dijo...

Mi 127, mi primer coche, el único del que recuerdo la matrícula: se le rompió el bulón que une la palanca de cambio con la barra que va al motor y, ni corto ni perezoso, lo apañé con una horquilla metálica de mi hermana, de las negras arrugadas. Eso sin contar la vez que se estropeó una televisión que tenían mis abuelos, B/N y válvulas, la desmonté, la arreglé, la monté y quedaron un puñado de piezas por allá. Pero la televisión funcionó perfectamente. Lo de mi hermana, el papel de celo y el amplificador del equipo de música es para exponerlo con más tiempo.
Salu2

Maribeluca dijo...

La chapuza como arte también tiene su aquel jeje, eso me recuerda a la película de "El Premio" sobre los Nobel con Paul Newman y al galardón de Medicina creo recordar que compartían dos, uno de ellos muy sesudo y teórico y el otro más "improvisador" y hecho a sí mismo, al que el erudito miraba por encima del hombro, hasta que tuvo ocasión de comprobar su error y mostrarle respeto...algo de eso hay, y como recientes entradas iban de "tópicos", la cosa suele tener una base real aunque luego se exagere.

Saludos

Herep dijo...

Jajaja... ¡Muy gracioso, Cs!

yo, el único día en el que creí que dominaba la electricidad, recibí un chispazo que aún me tiemblan los dedos de los pies... amén de fundir medio edificio.

Demasiado McGiver tenemos por aquí, amigo... demasiado McGiver.

Un abrazo.

Wittmann dijo...

Buenas C S.

Quizás no tengamos los Premios Nobel de los que a otros les gusta presumir, pero por nuestra forma de trabajar y de ver la vida (a veces tan criticada) tenemos semejante pasado. Algunos lo supieron reconocer como el oficial alemán de artillería que, al ver a los soldados españoles combatir a los rusos, dijo a sus soldados: "Si en el frente se encuentra con un soldado desarrapado, sucio, con sus botas deslustradas y la guerrera desabrochada, manténgase atento, él es un héroe, él es un español".

Un saludo.

Unknown dijo...

En el fondo, Mientrasleo, no es que el jubilata sea así, sino que la idiosincracia española cae de ese lado. Cómo el típico "uno trabajando y ciento mirando". Genio y figura hasta la sepultura. Me alegro que te haya gustado.

Unknown dijo...

Con un cable enrollao se hacen milagros Zorrete... Anda que no he gastado yo bobinas de alambre galvanizado para los más pintorescos usos... incluidos los más insospechados.

Unknown dijo...

A mi lo más gordo que me pasó con el coche, Natalia, fue ver cómo se me rajaba, a todo lo largo, un manguito del radiador, a doscientos cincuenta kilómetros de casa, anocheciendo y teniendo que trabajar al día siguiente.

Un tubo de riego, una navaja, algo de alambre y para adelante.

Unknown dijo...

En eso tienes toda la razón, Rafa, la función crea el órgano y, en nuestro caso particular, la función es el trapicheo y la chapuza y el órgano nuestra capacidad nata para salir airosos con poco, mínimo esfuerzo y máxima inventiva.

Unknown dijo...

Y sino es un gen, Viriato, será el agua o lo que comemos, pero el caso claro y demostrable es que español y chapuzas debieran estar consignados cómo sinónimos en el Diccionario de la Real Academia. Y no sólo en el ámbito privado. Llama un fontanero y verás...

Unknown dijo...

Volveremos, E..P.. a remendar y pasar la ropa de unos hermanos a otros cómo antaño o a la sana costumbre de llevar el calzado al zapatero en lugar de tirarlo para comprar otro. El consumismo nos ha llevaod a donde estamos y lo tradicional es que el español, pobre pero apañado, lleve con dignidad el sino de la chapuza.

Unknown dijo...

Y que siga así mariam, porque cómo digo yo muchas veces, para una vez que piensas lo haces con el culo, porque todo te ha salido hecho una mierda. Es mejor tirar de navajazo que discutir. Porque si hay que gastar saliva se gasta, pero gastar pa ná, es tontería.

Unknown dijo...

Anda que no sabes ná, Candela, en mi caso ya podría lloriquear todo lo que quisiera, que lo único que iba a lograr era una pitorrada del quince.

Unknown dijo...

También tengo yo buen recuerdo de ese tipo de televisiones, Juan Carlos. De hecho en el cuartel teníamos un cuartito con un piano y una tele má vieja que el mundo, de válvulas y que conseguíamos que se viera untándole aceite de oliva en las juntas de las valvulas. Ideales para ver el Canal Pus el viernes por la noche...

Unknown dijo...

No creas que se exagera tanto, Maribeluca, yo mismo hoy me he visto chapuceando un destornillador con un tirador de pasta y una punta estrellada para poder aflojar una pieza en un hueco que no podiámos meter un destornillador. Si eso pasara en Alemanía, veríamos dos técnicos suicidándose y varios ingenieros más tirándose de los pelos.

Unknown dijo...

En mi caso, Herep, mi apodo era precisamente ese, McGyver, adoptado trasinstalar un equipo de musica y cuatro altavoces para darle hilo musical a un taller de FP en el instituto donde estudiaba.

La cosa es que no habia suficiente cable y hubo que ir empalmando cable, alambre, clavos y mucha, mucha cinta aislante... Creo que aún no ha ardido, así que lo hice bastante bien.

Unknown dijo...

Wittmann, el mejor reconocimiento que se puede hacer a la labor callada, chapucera, efectista y desigual de un español es, precisamente, no hacer reconocimiento alguno. No lo necesitamos, pues cómo bien dices, la Historia hablar por nosotros.

Darle Caña a ésto: