Juicios, mentiras, Eres y dolores de cabeza.

Lo mejor, cuando te duele la cabeza, es pillarte el dedo pequeño del píe con el quicio de la puerta. No es que se te quite el dolor cabezil, pero te va a doler tantísimo lo de abajo que te vas a olvidar totalmente. Eso es lo que habría que ir haciendo con la rutilantes noticias que hoy por hoy van sacudiendo la actualidad mientras, por un lado se va desperezando la primera legislatura de Rajay y por otro se va marchitando, ya con el Parlamento Andaluz chapado (nunca tuve demasiado claro que en él se hiciera nada) la primera y esperemos última legislatura del Sr Gañán. Para quien no sepa quien es éste señor ( el noventa y pico por ciento de los andalú-cs), es el mamporrero que mister Cabeza, aka Chávez, puso a gobernar (o eso dice él) Andalucía por el muy democrático y español sistema de la dedocracia. Así se puede ser presidente e incluso monarca, todo vale en nuestro querido y destrozado país. Ese en que los juicios son polémicos, las mentiras sirven para hacer mejor al político, los Eres financian a los amiguetes y todo ello nos causa dolor de cabeza a los mismos de siempre, el pueblo.

Andaluces Levantaos, pedid tierra y libertad... y un tranvía que no sirva para ná.

El bobochorra de Blas Infante se creía que Andalucía estaría mejor siendo parte de Morocco. Hoy, viendo cómo nos la meten torcida esos moritos con las verduras y frutas, casi que habría que darle la razón. Máxime cuando al frente de muchas de esas empresas están cabezas visibles del sucialismo patrio. Empezando por Gónzalez y su ingentes negocios y terminando por el amo del cortijo andalú, Chaves, sin el cual, sin llevarte bien con él o sus vástagos no eres nada, ni naide en esta comunidá. Así debió creérselo el señor Gañán y ahora con todo el desparpajo andalú que da el ser el amo del cotarro en Sevilla, a parte de decir que nos la suda lo que diga el  gobierno central y que vamos a publicar un follón de plazas para docentes (cómo no las pagan ellos), ha admitido que, efectivamente, la deuda es de catorce mil millones de euros. Casi ná. Cosa que no me sorprende habienda cuenta de lo alegremente que se gasta el dinero esa Junta de Andalucía. Sólo hay que acercarse a Jaén, donde tras dos años de obras y más de veinte milloncejos de euros el tranvía, que por otro lado no se necesita, languidece esperando una inversión que no llega.

Dudo mucho que nadie pueda desalojar tan facilmente al sucialismo del Palacio de San Telmo. La relación amor-odio en Andalucía es cataclísmica y no se entiende una analfacomunidad cómo la nuestra sin un sucialista sentado en la Poltrona. Ya ha sido raro ver a Zoido en el rojeras ayuntamiento de Zevilla, con lo que imaginense ver a Arenas en la Casa Rosa. No obstante, no se puede decir nunca de éste agua no beberé ni éste cura no es mi padre. Máxime porque cuando menos te lo esperas salta la liebre y yerras el tiro. Y Gañán tiene el tiro torticero entre los Eres, la Alaya y esa cosa que tiene de portavoz que intenta tirar balones fuera con todas éstas miserias y que atiende al nombre de Mar Moreno. No es que el gobierno de Gañán sea patético, es que además trabajan para serlo aún más y mientras la Junta se va viendo cada vez más envuelta en una serie de miserias judiciales, los clamores en favor de Garzón y contra Camps apenas pueden tapar un millón y medio de parados que miran con los ojos desorbitados hacía aquellos que se gastan alegremente casi un millón de Euros en Cocaina.

Garzonitis aguda.

Ahora que Camps ha dejado de ser un hombre acosado, ahora que se ha demostrado lo estúpido que puede ser nuestro sistema mediático y la polarización siniestra del mismo, dándole tantísimo bombo a tres trajes mientras el caso de Marta del Castillo, la Garzonitis, lo de Petro Pepiño el Gasolinero o los niños de Córdoba están en paradero desconocido, toca hacer borrón y cuenta nueva. No sólo porque Marta siga desaparecida, aunque el fiscal haya recurrido la sentencia para que, en efecto, los acusados paguen los seisicientos mil euros que ha costado la búsqueda. No sólo porque a Garzón se la va a bufar salir indemne o no mientras la Zeja se moviliza ante una sociedad que está hasta los huevos de bufones, sólo tiene que dar treinta conferencias al año y asesorar a pseudo gobiernos cómo el de Ecuador para ganar lo que aquí (¿O queda alguién que piense que lo de investigar el franquismo no es otra de sus jugadas para abastecer su ego?). No sólo porque Pepiño haya salido del Supremo enseñando dientes, cuando la dentellada se la deberían dar en Alcalá-Meco. Ni tampoco porque el padre de los niños de Córdoba siga sin soltar prenda ante una justicia hecha carbón.

No sólo por todo eso ni por los millones de casos que se agolpan en un sistema judicial desmembrado, en el que no creen ni los jueces y que está tocado de muerte desde que Guerra y Gónzalez pensaron que era mejor cubrirse las espaldas ante las mil y una tropelías que ellos y sus descendientes políticos llevarían a cabo a posteriorí en ésta sagrada tierra que se propusieron profanar. Sino por un nuevo poder judicial del que ayer Gallardón dió las pautas maestras y que volverá a la separación tácita de poderes y permitirá, al menos en la teoría, que se juzgue, en igualdad de condiciones, a todos los ciudadanos de éste país, poniendo los medios precisos para que no vuelvan a ocurrir las aberraciones tenidas en los casos anteriormente mencionados. Y siendo eso así, aquí, en Andalucía, en la tierra de haz lo que quieras, arrasa con lo que veas, y si queda algo coloca a tu cuñado, esos jueces, desvinculados plenamente de la politicástrica en general y del sucialismo en particular, tienen ardua e intensa tarea.

Domingo de Pasión.

Cómo un cristo barroco de esos que se estilan tantísimo por aquí y que compone una de tantas paradojas en tierras andaluzas (la extrema religiosidad popular al tiempo que es un vivero de sucialismo), el Sr Gañán va ya caminando por su Calvario personal que debería, para descanso del sucialismo patrio y comunitario, dejarlo en su cruz, clavadito y retirado de la vida pública cuanto antes. No porque éste señor me caiga mal (para mí cualquiera que profese, simpatice o vote al sucialismo es un traidor a España, cómo ya lo he dejado patente en más de una ocasión), sino porque es un gestor patético que juega a dar pena para rebañar lo poco sano (que no es mucho), que le dejó Chaves con el cual se peleó al poco de que éste se largara a hacer la corte al Bufón Mayor del Reino. Manolito creía dejar un títere y ésa marioneta cortó pronto las cuerdas que lo guiaban para demostrar no sólo que ya era mayorcito, sino que podía hacerlo no mal, sino peor y que podía llevar a la Andalucía Roja un poco más profundo en la sima del desgaste y la crisis. Menos mal que aquí todos son de izquierdas y eso, amigo Gañán, será tu salvación. Amén.

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