Ya está, la consecuencia lógica de un sistema político basado en la incompetencia ha dado sus frutos. La ceja ha terminado de cargarse el país, aún nos quedan algunos meses para ver cómo caemos aún más y la única gran salida del incompetente de León es el gran prestidigitador Rugalcalva. Con R de Ruina, ahí es nada.
Al principio no te lo puedes creer, que un incompetente, coautor de las fracasadas medidas que en lugar de sacarnos de la crisis nos han metido aún más en la mierda (es miembro del Consejo de Ministros con derecho a voto en el mismo y por ende del ministerio más importante) se rebele cómo adaliz de un cambio político del PSOE al Rubalcabismo es algo totalmente delirante. Es decir, nuestro amigo de la calva reluciente nos viene a decir que él, en clara clave identitaria y delirio de autocracia que debemos seguir confiando en su gestión, heredera de su lacayo ZP (paradójico verdad), pues es la que nos va a sacar de la crisis, cuando es esa misma gestión, de la que es juez y parte, la que nos ha metido la crisis a presión y sin vaselina.
Suelo sufrir de sarpullido mental cuando veo a nuestros politicastros tratarnos cómo retrasados mentales o cómo a la población analfabeta de principios de la Transición que con el grito "¡Que viene la derecha!" sólo tenian que poner la urna y recoger la mayoría absoluta. No comprenden, en parte por que aún se siguen mamando la teoría de Marx mientras nos saquean a manos llenas en nombre de la progresía sucia lista, que el pueblo español, aunque poco, en algo a evolucionado. Máxime cuando cinco millones de parados, en dos años, votaban, mayoritariamente en rojo. Rojo que ha demostrado que se puede colocar cuñados y amigos al mismo tiempo que se quiebra el sistema económico y social de una nación. Se resquebraja el Estado de derecho, se eleva a unos ciudadanos sobre otros porque hablan lenguas adicionales que se convierten en arietes en contra de la cohesión nacional. Se dan subvenciones para los conceptos más peregrinos, para sindica listos y mientras se ataca cualquier pensamiento que vaya en contra de sus tesituras pijoprogres.
Rugalcalva, que ha jugado con el terrorismo en toda su carrera, se nos muestra ahora cómo adaliz de la paz, cooperante necesario de la crisis cuando el cejas la negaba, pervertidor de la Policia y la Guardia Civil en función de sus intereses y ojo, de su partido, que no del Gobierno. R, por abreviar, es la última opción creible de un partido que a sus ciento y pico años de existencia está tocando fondo porque la sociedad de la que se sirve cómo parásito ha visto que ya no trabaja por su interés sino por el bolsillo de cada politicastro de izquierda que consigue un acta para especular, colocar o aprovechar. R es una esperanza baldía, pues todos sabemos de que pasta está hecha y esa pasta no sirve ni para tapar grietas.
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