Una rayita, dos eres, tres braguetazos... Andalucia.

El tonto, la buena y el malo...

Dicen los entendidos que la Taifa Andaluza es una rémora que debería agregarse al reino de Marruecos para así permitir a España avanzar sin ocho millones de pedigüeños. La verdad es que en parte tiene razón pero por otra es para decirle al entendido que se coja un buen pepino de aquellos que nos fastidiaron los alemanes, de los más gruesos, y se empale con él. La parte cierta que lleva es que Andalucía Imparable, cómo reza uno de los eslogans de la Junta no está parada, está trapicheando, con el Per, con las subevenciones y con la economía sumergida y que todo esto nos lo han enseñado esos señores tan majos que nos desgobiernan desde hace unos treinta años. Desde que Andalucia es comunidad (un poco friki la verdad), los sucialistas llevan mangoneando la caja con tanto acervo y dedicación que van diciendo por ahí que, Andalucía, sino es sucialista, no es ni será, Andalucía. Quizás cuando dejen el poder no seamos Andalucía, quizás nos parezcamos un poco más a Alemania. Que falta nos hace.

A mi me gusta la vaselina, dame con vaselina.

Para empezar, habría que decir que Andalucía no es algo heterogéneo. Un jiennense o un granaino tienen tanto que ver con un gaditano o un sevillano cómo el aceite tiene que ver con el agua. De hecho es sabido que algunos andaluces certifican la no pertenencia del Santo Reino a la madre Andalucía en el hecho de que Jaén es tierra de castillos y por tanto de Castilla. Algo que a mi me encanta, porque me parece más recio pertenecer a Castilla (pura España) que a ese engendro creado por unos inútiles funcionales en los albores de la democracia. En todo caso y no por secesionar sino por lógica aplastante, Andalucía, que vendría a ser el resquicio de Al-Andalus y desde la Batalla de las Navas de Tolosa todo lo que queda al sur de Despeñaperros debería haberse dividido en sus lógicas partes, las históricas y antagónicas Granada y Sevilla. Eso debía de ser mucho pedir para los que seguian al mamao de Blas Infante y tras conseguir unificarnos a todos por igual sólo les faltó anexionarnos al sátrapa del Sur en un gesto de buena voluntad e integración cultural.

Ahí el sucialismo ya apuntaba maneras, haciéndose con los dictámenes de Infante al que habían despreciado desde siempre por ser un anormal visionario y adoptando la bandera por el diseñada a la que jocosamente llamaban "el trapo". Ahí, en los albores comunitarios, el sucialismo se autoproclamo defensor de la esencia andaluza y cambiamos a los señoritos de caballo y sombrero cordobés por los señoritos del capullo y el coche oficial. A cambio, nos consiguieron el Per o Plan de Estómagos Regodeados, nos hicieron la cama a base de colocar familia, amigos y conocidos que antes eran palurdos que firmaban conuna cruz y ahora direcotres generales de alguna empresa pública o delegación de lo que sea. El sucialismo se insertó en todas las capas de la suciedad andaluza y la hizo suya.  Fue sodomizando poco a poco y a quien no se dejó sodomizar lo tacharon de antiandaluz, de mamarracho o de alguna minisvalía cerebral de los que ellos padecen mientras sus alcaldables, con sueldos enormes en pueblos enenísimos se hacían chalets y compraban audis A- veinte mil.

Yo te doy con vaselina, ponte para la embestida.

Parece pues increible que, tras treinta años, el sucialismo se vaya a ir limpio de polvo y paja. Según mis conocimientos de la idiosincracia (de idiota) andaluza, es muy probable que el Partido Sucialista revalide su gobierno en marzo. No quisiera pero es así, aquí hacemos bueno lo de más vale malo conocido que bueno por conocer. Además de eso no ayuda demasiado las medidas a lo bestia de Rajay ni por supuesto lo que los barones andan haciendo en las comunidades por ellos gobernadas. Si vemos que se van acumulando las causas judiciales, pero la mano del Dios Chaves es alargada y su calva todoexpandible más aún, además está su profeta, Zarrias, que antes veíamos cuatrocientas veces al día en Canal Sur y ahora parece desaparecido en combate. Por lo pronto al señor Gañán, colocado de presidente de la más maquiavélica e inutil estructura autonómica del país a dedo y sin que nadie le haya votado, sigue bramando contra la Juez Alaya que silenciosamente, sin prisa pero sin pausa, va acometiendo el minado de las bases de un gobierno deslegitimado desde hace años.

La última embestida es la de la farlopa que el ex-director de Empleo investigado por el fraude de los EREs mandaba a pillar a su ex-chofer para invertir "sabiamente" novecientos mil euros destinados a los parados y que éstos habrían malgastado en darle de comer a sus familias. Que desperdicio. Yo no lo metía en la cárcel ni lo juzgaba. El hombre tenía sus necesidades y aquí, con la venía del señor Blas Infante que vió la luz de Mahoma, deberíamos aplicar, en éste caso contrario, la ley del Talión, contenida a pachas en el Corán, el Talmud y la Biblia. Unos kilitos de cal viva iguales a los esnifados de blaco polvillo colombiano y a esnifar. A gozar esnifando polvo blanco y bebiendo alcohol de 96º. De hijos de mala madre está el mundo lleno pero, en ésta comunidad vamos sobrados. En Valencia con lo de Camps y en Andalucía con todo lo demás. Y la Chacón, muy andaluza ella (le ha faltado el traje de faralaes) sin decir ni mu. Que el problema dice la coneja dentuda, son los recortes de Rajay. Si tu y los cabrones que gobernabaís hasta hace dos meses hubíerais hecho vuestro trabajo a lo mejor no te tenías que preocupar de lo de Rajay.

Orto lleno, orto contento.

En definitiva. Llevamos tantos años poniendo el culo a cambio de las migajas que, se vayan unos o vengan otros, loq eu hemos aprendido tan bien, el trapicho y la picaresca no nos lo va a a quitar ni Dios. Andalucía necesita, cómo toda España, un cambio radical y la supresión de la autonomía sería un paso consustancial y cualitativo hacía una mejora de la estructura territorial, económica y social. el andaluz ha trabajado siempre de sol a sol, en el campo, con el ganado o en la obra. Siempre se ha hecho en las peores condiciones, hasta que llegaron los de la rosa y empezaron a repartir paguicas, malversar caudales públicos y dar licencias de construcción sin ton ni son. Asi hemos conseguido ésta gran Andalucía, imparable pero pará. Hemos conseguido ser la más subdesarrollada, donde más canis tenemos y donde menos empresas se crean. Total ¿pa qué? si mi primo tiene carnet del partido y me va a colocar en el polideportivo de tocapelotas. De las mías claro, que me las voy a rascar a dos manos sin hacer ná en to er día.

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Dar la mano, tomarse el brazo, cortarnos la cabeza.

Dicen en mi pueblo que, con determinados individuos, colectivos o sociedades, hay que andarse con muchísimo tiento. Hay que hacerlo así porque, dándole la mano en un gesto de amistad, ellos entienden que es un gesto de debilidad y no sólo acaban tomándose el brazo, sino que además terminan por arrancarte la nuez de un bocado. Por eso en España cada vez se nos toma a los ciudadanos más por el pito del sereno. Porque nosotros, el pueblo, vemos las cosas claras y cristalinas y mientras, nuestros gobernantes, más preocupados en sajarnos a impuestazos, no sólo no ven las certezas sino que, además, nos niegan la mayor. Eso pasó, pasa y pasará con el abertzalismo. Cualquier marca, cualquier partido, cualquier ser que milite en la izquierda abertzale, muy unida a la izquierda socialista, comunista, marxista o cómo lo queramos ver, es adalid de los intereses de la eta. Y la eta no sólo no se ha rendido, se ha rendido de nuestros gobiernos mientras a nosotros nos toca seguir penando.

Intenciones rabiosas.

Es en éstos instantes de incertidumbre económica cuando más claras se ven las cosas. Hoy dos noticias nos demuestra lo que todos los demócratas que no militamos, comulgamos ni creemos en los partidos que nos chupan la sangre desde las administraciones públicas, sabíamos desde que la eta nos dijera, en plena campaña electoral que nos perdonaba la vida. Eso sí, sinepdir perdón ni entregar las armas. Por si acaso. Tal y cómo hay se ha sabido por un documento interno de la banda, ésta no sólo no tiene la intención de soltar, nunca, las armas, además es seguro que sólo fue un gesto para dar oxígeno al Partido Sucialista, mucho más dispuesto a negociar con la banda que el Partido Parado. Ahora, cómo ya se ha visto que los de Rajay van a estar más preocupados en recuperar los cuarenta mil millones de euros que precisa éste país para no irse a la mierda que en meter más Guardia Civil en Vasconia (único idioma que entienden los proetarras), se han quitado la careta y han empezado a descojonarse vivos.

Eso sí, el descojone no implica estarse quietecitos. A éstas horas la eta debe de estar tan ricamente moviéndose por la inmundicia en la que saben evolucionar tan ricamente. Preparándose para robar placas de matrícula, pistolas, munición o trapichear a través de sus contactos internacionales para conseguir divisas con las que financiarse aqui y en la conchichina complementando los jugosos ingresos que ésta sacando de las instituciones a través de sus marcas políticas Bildu y Amaiur. Debemos de ser el país más estúpido del mundo. Tan acomplejados estamos de nuestro pasado (glorioso para unos pocos, nefastos para muchos carcomidos por la ignorancia de nuestra historia) que hemos tejido un sistema tan políticamente correcto que ponemos a los verdugos a representar a las víctimas. Además le señalamos a sus próximos objetivos facilitándoles el acceso a información sensible y financiamos sus campañas de ataque contra España, sus ciudadanos y sus fuerzas de seguridad. Sólo nos queda abrirles los polvorines del ejército y darle barra libre.

Mentiras Piadosas.

A mi me gusta escuchar las noticias por la mañana temprano y hoy me he reido de lo lindo. El "conflicto" cómo ellos lo llaman ha ido degenerando en una sucesión de sinsentidos que culmina hoy con la intención, por parte del entorno asesino euskaldún de pedir el Nobel de la Paz para Otegui. Nada nuevo bajo el sol. Si se lo han dado a Obama, cuyo único mérito es ser negro, ¿Por qué no dárselo a ese ser deleznable que, a base de repetir mil veces la mentira de un Pais Vasco oprimido ha logrado que todos, por hastío, nos lo empezemos a creer? Sería el broche de oro a la legitimización de una banda de hijos de puta asesinos que, inmersos en su propio y descerebrado "conflicto" mental, siguen oprimiendo a una sociedad, la vasca en particular y la española en general que, ni los ha legitimado para hablar en su nombre, ni los ha nombrado gudaris patrióticos con derecho y licencia a matar. Mucho menos les ha impelido a erigirse en Movimiento de Liberación y por supuesto, no son sino asesinos que deberían cumplir cadena perpetua en masa.

La eta no se ha desmovilizado. La opción política no es sino la forma que tiene ese movimiento asesino de perpetuarse en una actividad en la que se mueve cómo pez en el agua. Son inadaptados para trabajar, desarrollar una actividad constructiva o intelectual. Para ellos el mundo se lo debe todo, están en posesión de la verdad absoluta, son fanáticos de su propio idealismo excluyente y matar sólo es un modo de conseguir lo que más anhelan, su propio régimen dictatorial en las dos provincias vascas (dudo mucho que Álava se encuentre a gusto en un entramado que la excluye casi de forma sistemática). Eso, anexionándose Navarra, el País Vasco francés y conquistando después el mundo sería lo que más les empalmaría tras poner de rodillas, que lo lograran, al Estado español. Algo que es tan evidente para cualquier hijo de vecino, es una cosa incomprensible para una casta politicástrica que sólo desea perpetuarse en el poder usando el terrorismo cómo siempre se ha usado, de modo electoralista y sin la menor intención de asestarle el golpe de gracia.

Adelante, siempre adelante.

España está en una nueva encrucijada. Estamos tan absortos en nuestro fracaso económico que la perspectiva de volver a crecer cómo potencia económica, nos impide vernos crecer cómo sociedad orgullosa de lo que somos. En su día nuestro potencial militar fue contrarrestado con una leyenda negra que nos ponía a parir cómo exterminadores sin escrúpulos, oscurantistas, fanáticos religiosos y otras muchas lindezas más apropiadas para calificar a nuestras potencias rivales. De hecho, nuestro pesimismo se acentuó no hace dos siglos ni con la pérdida de Cuba, lo hizo con la celebración del Quinto Centenario, cuando nos empezamos a creer que éramos la plaga que asoló América. Con el terrorismo está pasando algo similar. Nos empezamos a creer lo del conflicto, lo del movimiento pacifista que sólo busca defenderse de la opresión española, creemos que cuatro mamones extranjeros es darle proyección internacional y que las víctimas estarían mejor calladitas. Si ésto sigue así es seguro que sí, que le daran el Nobel de la paz a Otegui y el de la imbecilidad a todos los demás.

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El Respeto cómo base.

Tengo yo, entre todos los que me leeís es típico troll tocapelotas naionalista. Ese que, firmando bajo un pseudónimo estúpido te amenaa con todos los males del apocalipsis del credo nazionalsocialistaperiférico. Es algo así cómo un descerebrado que se empalma con la estelada que, estando a pleno rendimiento con la neurona de pensar en mente cerrado me ha declarado, merced a mi anterior post, enemigo declarado del Pais Vasco, Cataluña y Galicia. Y es lo que tiene el no salir de tu barrio, que te metes en la piel del nazi cerrado que piensa que no hay nada más allá de la esquina y la verdad es que es una pena. Es una pena que esos nazis se arroguen el derecho por hablar de la totalidad de un territorio que, en su mayoría, está compuesto de gente de bien, que no quiere más que trabajar, vivir y ser feliz. Es más pena sin embargo que todos los demás, los que no comulgamos con el credo hideputicialista consideremos, cómo yo he hecho en mi artículo y pido disculpas por ello, el todo con una parte que no se erradicará más que con el respeto.

Respeto por respeto.

Pensando en ello he concluido en reflexionar que la verdad el problema del nazionalismo es de fácil sólición. De hecho el gobierno de Rajay a dado el primer paso para erradicarlo. No creo que lo hayan pensado así, pero el control de los presupuestos autonómicos por el Estado Central es un primer paso para la erradicación de la Identidad excluyente con el dinero de todos. Yo no estoy en contra de que en Cataluña el que quiera y pueda hable en catalán, pitufo o marciano. No estoy en contra de que tengan cuatrocientas doce mil veguerías ni que el gobierno de la Comunidad sea la Generalitat en lugar de la presidencia del cotarro. Lo que estoy totalmente en contra es que lloren tanto por pillar cacho, que el soberanismo sea la excusa hasta para pedir que arreglen un bache y que se cercenen los derechos fundamentales cómo la sanitat, us, la sanidad perdón, para seguir manteniendo una red de "embajadas", ideadas por un partido minoritarísimo cómo esquerra para dárselas de gran país mientras ellos y nosotros por permitirlo sómos el hazmerreir de medio mundo.

Yo, que soy abierto de miras en todo lo que a costumbres y tradiciones se refiere, por muchos que otros quieran ver en mí un cefalópodo anormal, cerrado e ignorante y se me tilde de enemogo de las inexistentes y variadas patrias autonómicas, creo que la Constitución Española, garantista donde las haya, debería ser un punto de referencia para esos anormales que la utilizan a su antojo y cuando obtienen lo deseado se cagan sobre ella. Para mi y creo para todos los españoles el problema no es el catalán, ni la Senyera, ni siquiera el concepto Països Catalans o cómo se escriba. El verdadero problema es que crean que el Catalán es un idioma internacionalizable cuando, hasta hace cien años, sólo lo hablaban los payeses mientras los señoritos y gente culta lo hacía en Castellano y educaban a sus hijos en el mismo idioma. El problema no es comunicarse en catalán sino forzar a hacerlo vulnerando el idioma oficial de manera totalmente artificial y mediante generosas subvenciones a organizaciones que lo unico que logran es fomentar el odio a todo lo que no se "lo de aquí".

Respeto sin respeto.

El hecho diferencial reconocido por la Carta Magna se ha convertido en una ruptura que, curiosamente, no está siendo contestada por las partes afectadas e interesadas. Estas partes, que no son los politicastros sino el pueblo español, el catalán, el vasco, pasan olímpicamente de éste tema porque todos tenemos familia en uno u otro lado. Todos comemos productos de todos lados y todos estamos emparentados por la misma nacionalidad. Lo único que recrece al independentismo es la inhibición de los no nacionalistas porque es de buen español pasar de todo y de todos. Vamos, que nos la trae al pairo las reclamaciones soberanistas porque es algo que no se logrará nunca, porque verdaderamente nos preocupa más llegar a fin de mes o pagar la hipoteca y lo único que nos enardece es la insolidaridad con la que ciertos elementos que ostentan el poder, sin mayoría además, nos tratan a todos los que, cómo ellos, contribuímos con nuestras nóminas e impuestos al sostenimiento del país.

No me gustaría tener que decir, nunca, que España se rompió porque el Pueblo, más sabio que sus politicástricos gestores, se dejó comer el tarro hasta llegar al punto de no retorno, el de fracturarse a nivel social, territorial y sentimental. Si me gustaria que todos, los que amamos España más que a nuestras comunidades y los que hacen lo propio a la inversa, empiecen a conocerse y comprender que sómo un todo tan sumamente cohesionado que no podemos pasar los unos sin los otros. Sólo hay que estar en el extranjero y pensar en lo a gusto que se está en casa, el que no sienta un escalofrío al ver ondear la bandera en una embajada es simplemente un desinsustanciado. España merece la oportunidad que no tuvo con el franquismo, la de ser la patria de todos los españoles y ser defendida, de manera efectiva, de los cánceres que suponen esos señores que cobran un sueldo en el Congreso presuntamente representando a todos los españoles pero a los que la libertad, la Constitución, el sistema y España se la trae floja si el aire no sopla a su favor.

En sintesís...

No espero conseguir más que una reflexión profunda de los que lean éste artículo. No puedo esperar que mis trolls favoritos, esos que nunca verán un comentario insultante publicado en CSPeinado, comprendan la grandeza de pertenecer cómo catalanes, vascos, canarios, andaluces o lo que carajo seamos a la gran unidad que supone España. En sí, es cómo poner a un mono a comprender la biblia en su máxima extensión. Si sé sin embargo que mis escritos cada vez son leidos por más gente y son comprendidos y apoyados por personas que comparten mis inquietudes, las completan y las elevan a justificaciones de una lucha callada e incruenta que es amar a un único país que, junto con Portugal, y Gibraltar integra la totalidad de la Península Ibérica. El control presupuestario del Estado sobre las cuentas autonómicas traera más recproches, más amenazas vacuas pero, sin duda, será el primer paso para volver al redil a aquellos que, tomando la Constitución por el pito del sereno, comenzaron el camino exigiendo más autonomía y ahora la degeneran dando por sentado que no son regiones sino naciones soberanas que, con la crisis, demuestran sus pies de barro.

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Manifestaciones que se echan en falta.

Hoy ha sido el día grande en el que el abertzalismo ha dado un paso más en post de justificar su caracter asesino. Puesto que ni catalanes ni vascos y algunos gallegos no se consideran españoles, creo que no cabe en la cabeza de más o menos cuarenta millones de españoles que, primero, la Policía vasca ( a sueldo de los abertzales que en sí, manipulan todo lo vasco) no haya cargado contra esos indeseables y, segundo, que no haya en España las mismas y equivalentes manifestaciones por lo contrario en todas y cada una de las localidades de las que fueran oriundos víctimas de la banda de hijos de puta de eta. Así pues, España sigue hundiéndose en su propio cinismo mientras, allá, en Guipuzcoa y Donostia el abertzalismo sigue moviéndose cómo pez en el agua. Agua turbulenta removida convenientemente por un sucialismo que ha generado escombro a más no poder cómo contraprestación a fin de perpertuase en un poder del que, gracias a Dios, los españoles de bien le hemos apeado.

Acoso.

Mientras nuestros medios, nuestros mierdosos medios de comunicación siguen haciendo programas para desenmascarar al enésimo negocio irregular no comulgante con la izmierda, se remueven conciencias con el millonésimo centro irregular de atención a ancianos o simplemente se siguen invirtiendo ingentes cantidades económicas en lobotomizar a la población con programas en los que inútiles y analfabetos funcionales se hacen populares y se forran a costa de la telemierda, nuestro inefable izquierdísmo radical vasco gana posiciones en pos de una escisión del estado. Escisión que parece, se controlará en Cataluña mediante el control presupuestario por parte del Estado, algo que a los nazionalistas polacos ya les va produciendo sarpullidos. En Vasconia por el contrario, Bildu ya está clasificando a la población entre pueblo elegido (vascohablante) y elementos a eliminar (castellanoparlante), todo ello en un descontrol estatal por la carencia del único elemento que entienden y temen, la Guardia Civil.

El acoso es evidente. En cualquier punto de la geografía española donde el sucialismo que pretende renovar Chacón (empezando por los más gilipollas de todos, los que le jaleaban en Olula del Río, provincia de Almería, muy lejos de la sede del PSC de la que se supone es secretaria general) ha ollado el pie, la pobredumbre, la miseria y el descontrol fraudelístico es la tónica dominante. Si a ello añadimos la presencia del nazionalismo la cosa va a cotas cercanas a los tiempos de la  desmembración del Imperio Español. En aquellos tiempos el enemigo procedía de fuera. El masonismo británico y la traición de personajes cómo San Martín o Bolivar hicieron que el Imperio cayera. Ahora el enemigo está dentro, profesa la izquierda y se llena la boca de palabaras cómo democracia, unidad o diversidad, pero su único objetivo es reproducir, en el estado autonómico, lo mismo que los secesionistas criollos, dispuestos a arrasar América Latina masacrando a la población han llevado a cabo hasta el día de hoy.

Derribo.

El mejor puñetazo es el que no se da. Enardecer el abertzalismo mediante la difusión de la bazofia que van soltando por la boca es hacerles el juego. Por ello cualquier difusión de noticias de esa gente debería ser considerado colaboracionismo con banda armada. Justo después de pasarse por al piedra judicial a todos los que, empezando por legalizar a Bildu y permitir que Amaiur llegara a las instituciones. Una limpia total y absoluta al estilo hebreo. Llegar al agujero, sacar la basura y cauterizar la herida. Lo demás no sirve. Ni la democracia garantiza la igualdad ni proteje los valores nacionales a los que prostituye cada vez que uno de esos mamones de la judicatura no prohibe, vía leyes inmundas aprobadas por nuestra clase politicástrica una manifestación de los que defienden a los animales que, en su día, cercenaron la vida de inocentes por la única obsesión de conseguir un estado independiente en el que perpetuar la dictadura del marcismo que tanto propugnan. Un fin que a todas luces nos repugna y envilece.

Nos envilece por el hecho de permitir que esos enemigos de España sigan atentando contra ella de manera incólume amparándose en una libertad de expresión que ya no podrán ejercer aquellos que sepultados o incinerados fueron enviados al más allá por los asesinos que ahora se pudren (por desgracia no eternamente) en prisión. Se reclama, por miles de voces, que se legalice una situación, que se entrege legitimidad a una banda terrorista en una vulneración del orden lógico que debe regir todas las relaciones y bases legislativas humanas, el derecho a la vida. Hoy, una vez más, los asesinos siguen riéndose de una sociedad española adormecida que es incapaz de apoyar vivamente a las víctimas, que es incapaz de clamar no por lo que el abertzalismo reclama tan vivamente sino por todo lo contrario, por alejarlos, incomunicarlos y condenarlos al ostracismo al que ellos condenaron, via tiro en la nuca o bomba lapa (formas de indudable valentía que nos muestra la valentía de esos valerosos Gudaris) a los que hoy yacen en una urna o bajo una lápida.

El último que apague la luz.

Mientras el pueblo español afronta un futuro incierto, inmerso en una crisis sin precedentes por la cual todas las estructuras heredadas y modificadas que no refundadas del franquismo se resquebrajan, el abertzalismo coge carrerilla financiándose abundantemente con nuestro dinero. Se permiten el lujo de disgregar al español del vasco de puro Rh y los maketos estamos, hoy más que nunca, en el punto de mira de la eta que, agazapada y reorganizándose, está esperando el punto de inflexión para volver a matar. Mientras, sus más fervientes valedores, aquellos que vociferaban el "eta mátalos", vociferan ahora por traerse esa mierda a casa. España se juega su futuro y es el único país del mundo donde la secesión no sólo tiene voz y voto, sino que es financiada, apoyada y valorada cómo si de representantes de pleno derecho de todos los españoles se tratara. Hoy España ha perdido un poquito más, cómo pierde cada vez que esa chusma sale a la calle sin encontrar su contraprestación en el resto del Estado. Patético y real. Cómo la vida misma.

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Las volutas del incienso.

De barroco diseño. Labrado a fuerza de golpe y buril en plata ennegrecida por el tiempo el por el uso. Así era el incensario que un día doné para llevar las plegarias de los hombres a lo más alto del cielo. Incensario de brillante y argentino metal, de corazón cúprido que albergabas en tu interior el infierno que sabe arrancar su aroma a la gomorresina que incólume y oculta en el sacro humo arranca las oraciones y peticiones que, entre ángeles suben al creador. Así fue entregado a aquel que lo usaba para acompañar al Santísimo en su deámbular por las calles en penumbra, hundidas en la oscuridad que precede al amanecer. Cuando el tintineo de las cuentas del rosario y los murmullos callados son ahogados de repente por la fuerza de un agudo manada de los metales cristalinos de alguna banda. Así fue usado desde entonces guardando mis recuerdos y ahogando mis fracasos que se sucedieron en la devoción. Hundidos deseos cofrades en tu cazoleta oscurecida por la quema de carbón.

Músico.

Cayó el Rincón, se hundió la banda, se perdió el talento, se esfumó el tiempo. Cómo si la vida en ello nos fuera y el Cristo así lo agradeciera, los días se tornaban en noche bajo el sonar de una caja destemplada. Tañir de tambores monótonos con compáses alargados en tornos a marchas de cristalino sonido que dedicábamos al Rey de Reyes. Rey desnudo, cuajado de sangre, ensalzado en el madero de la cruz. Envuelto en la ignomínia humana y atravesado por los clavos de la indecencia del Hombre. Así, cada tarde, cada noche, nuestros corazones humildes, de jóvenes convencidos, de inmersos creyentes en la fehacencia cofrade, dedicábamos nuestro tiempo, nuestra juventud, nuestras ganas y sapiencia a memorizar marchas que interpretaríamos con respeto y devoción bien el viernes santo, bien en la Fiesta de Estatutos. Jornadas de camadería bajo las frías escarchas del invierno o los agotadores mosquitos del verano. Mes tras mes, año tras año.

Así fuimos creciendo en una Fé no inculcada en ningún templo ni por ningún predicador. Fuimos creciendo en la Fé del trabajo por un ideal, por una advocación, por un retazo de amor a algo no soñado. Cada golpe de tambor, cada nota de corneta, cada paso a destiempo era la devoción encubierta de unos corazones henchidos del orgullo de portar el uniforme de la Piedad. Recuerdos que las volutas de incienso, de mirra, benjui y vainilla se llevaron al cielo y que aún percibo cómo pequeñas trazas de un pasado tan intenso que se niega a desvanecerse. Un pasado exiguo y cuajado de notas, de temas y marchas, de largos paseos a contratiempo, cuajados de codas y trietos. Un pasado con olor a azmicle, iluminado con un ténue pabilo de cera que enciende cirios de pureza incontestable, de cera virgen y color tieniebla. Olores de azahar en la despuntante primavera en la que tras un paso de Cristo desvergonzábamos nuestras vidas con toques de clarin, tambor y corneta.

Cofrade.

No olvido los faroles, de alpaca impoluta que con pie de madera en tonoo caoba. Faroles que, cómo el incensario, la naveta o el Libro de Reglas eran atrezzo fundamental en la cofrade Comedia. Renglón cruzado de eventos distorsionados de un hecho acaecido en tiempos pretéritos que se adecuan al presente enervados por la representación de almas bajo capirotes cubiertas. Almas trémulas y anónimas que sólo muestran sus ojos, bajo el rojo caperuz, iluminadas las pupilas por cirios que derraman su mínima Luz. Luz que muestra, en éstos tiempos que corren por donde discurre el Calvario que la procesión recorre. La procesión que avanza subiendo la cuesta, mostrando la cara ante el alba. Así es cómo la escayola que tu cuerpo compone, policromada por pinturas hace mucho tiempo impregnadas, algo esportillada y en muchos lugares gastada se erige en material del que se forjan las ilusiones que ellos, los Jóvenes, acumulan en el alma, acompañan en el corazón y con su gesto te ensalzan.

Cofrades de nombre, condición y capa. Capa roja cómo la sangre derramada en el ascenso con el madero al Calvario funesto. Cofrades y Hermanos, nazarenos silenciosos bajo el blanco hábito de la pureza maltratada. Cingulo rójo, cruz espinada que muestran la pertenencia a la hermandad bien ganada, forjada en laidea de rememorar el pasaje bíblico de la cruz clavada. De la expiración inevitable y la entrega del alma. De la muerte de aquel que tres dias pasaran, resucitado llegara. Cofradía, hermandad, tiempo y agua. Todo es en uno lo que al cofrade acompaña. A pie cubierto o descalzo penitente que acompaña a su Cristo en la mañana exhimente. El alba se muestra con el amanecer incierto de tenebroso Viernes Santo el abismo descubierto, suave brisa que no apaga los lamentos del cristiano devoto y entregado al sufrimiento. Recorrido escondido entre los pliegues de túnicas que esconden el miedo, la penumbra, que esbozan el sentimiento de la pérdida de lo incierto.

Penitente.

Tales son mis recuerdos. Esos son mis enervamientos. Sentimientos escondidos que se llevan las volutas de mi incensario personal. Corazón que guarda sin pensar lo pasado con el tiempo. Recuperacion de una memoria que las volutas se llevaron encendidas con el carbón de aquello que se perdió, de aquello que atrás quedó enguantado por el viento. Pabilo, cirio, corneta y tambor. Sonido de alpargata acariciando el pavimento y sobre el hombro la almohadilla que soporta el sufrimiento. Penitencia enervada de los viejos cantares que fueran arrancados de los suaves metales. Instrumentos afinados por el alma penitente que levanta los albores de un cantar de esa gente que, sin encomendarse a Dios o al diablo sigue con su erre que erre al compás destemplado de una banda cuajada de ilusiones. Esperanzas, miedos, recuerdos y peticiones. Sed, hambre y sueño se llevan las volutas del incensario que una vez doné, que entregué al consiliario de aquel que en la tierra hizo de promisario. De promisario del Padre en medio de tanta iniquidad que se muestra a los hombres cómo el Santísimo Cristo de la Piedad.

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Tiempo de Ilusión...

Hasta mi perro sale harto de Navidad.

El consumismo voraz que nos rodea nos impele, en éstas entrañables fechas, a dar nuestro dinero, tiempo y sangre al comercio. Cómo si de un nuevo templo se tratara, el portal de éstas fechas, que en algunos lados terminan con el año nuevo previa visita de Santo Clos y en el resto aún aguanta hasta la Epifanía de Nuestro Señor, ésto es, Día de Reyes, se llena de mercaderes. Seres ladinos que, ora con ropa de marca, ora con nuevas tecnologias o bien con regalos infumables, pero que adquirimos por no encontrar nada mejor o más asequible, invaden nuestras retinas para recordarnos que sino regalamos seremos los parias de la sociedad. No en su sentido estricto, que parias ya los hay a montones en su acepción mísera en éste país, sino los parias ruines, agarrados, tacaños y desconsiderados que reciben sin dar o que simplemente se carácterizan por su continuo menudeo y variadas excusas para no hacer de su capa un sayo en éstas navideñas fechas.

Llega Santa Clossss.

A la sociedad española se la debería de llamar la sociedad esponja. Da lo mismo lo que venga del exterior, lo absorvemos y acoplamos a nuestra vida diaria de la manera más sencilla y normal. Da lo mismo que sea telemierda italiana, símbolos paganos del norte cómo el árbol de navidad o el gordo pintado de rojo por Coca Cola procedente de Estados Unidos. Sómos lo más parecidos a amebas funcionales que existe sobre la tierra y eso define nuestro carácter. Aborrecimiento masivo de lo nuestro en beneficio de lo foráneo. Es de este modo que la Navidad Sajona, carácterizada por el árbol de Navidad, una reminiscencia celta de adoración al Cedro o al Roble, se nos cuela en la casa adornada con bolones, espumillones y una referencia al Nacimiento que es esa gran estrella que colocamos en la cumbre. Aunque los fashion-victims no sepan que significa y su visión sea más caro, más inutil y más feo. O sea, es lo que mola te lo juro por Snooooopy.

Si tenemos en cuenta que éstas fechas son una efeméride sin ser pues, en muchos lugares lo único que se celebra es reunirse con ese cuñado al que en cualquier otro día le mandarías los dientes a marte, completamos una sinrazón total con una disfuncionalidad absoluta. Pareciera que algunos les produjera sarpullidos ver el carácter religioso de la Natividad (tal debiera ser el nombre) y pretendan hacerlo colar eufemísticamente por unas "Vacaciones Invernales en las que la Familia se reune amorosamente en torno a un banquete que empacharía a medio Sudán". Cómo si la familia no pudiera reunirse más que en Diciembre y el resto del tiempo nos repeliéramos cómo imanes de mismo polo e intensidad. Son cosas que nos definen, absorción de costumbres extranjeras, denostamiento de las propias "olvido selectivo" del carácter religioso de éste periodo y por supuesto, desmesurado consumismo mientras celebramos el nacimiento, en la más absoluta pobreza, del Redentor.

Pobres Reyes Magos...

Así que nuestros queridos Reyes, esos seres importados en su día, cómo el belén, de tierras italianas (lo de absorver lo extraño no es de ahora) ven cómo quedan para segundo plato del consumismo. Lo que antes era ilusión hasta última hora en un consumismo límitado a la cordura de la celebración y la capacidad económica de cada cual, ahora es desenfreno desde primera hora con los atracones hasta el día cinco con los regalos, previas comilonas de Navidad, esos regalillos que deja el Gordo enrojecido, los arreos de Nochevieja y la resaca de Año Nuevo. Eso sin contar con la breva gorda de las adquisiciones que en éstos días hacen que el estres que no hayamos pillado en todas las fiestas se acumulen por las prisas, los precios o las existencias. Eso mismo le decía yo a mi mujer a la conque de que hoy saldría para comprar los Reyes a su familia. A mi no, que yo no soy muy dado a ello y suelo pedir más salud o trabajo que meros artículos para quitarles el polvo.

Será que soy raro pero a mí, cómo ya dije artículos atrás no es que no me guste la Navidad, es que la aborrezco y sólo encuentro consuelo en que me llueva algún día para librarme de ir al campo, cosa que éste año los hados del Destino me han negado. La Nochebuena y la Navidad la solemos pasar con los más allegados, Noche Vieja la paso trabajando y del día de Reyes que, con bastante probabilidad pasaré ejerciendo el papel de recolector de olivos, sólo me interesa el delicioso Roscón que, previo regalo de la suegra (eso también es tradición), nos zampamos a dos carrillos mi legítima y yo. Así que el consumismo no cala en mí, sólo mi indignación por ver cómo una costumbre religiosa que se supone de mucho arraigo en España (la Navidad) se torna en la más sucia y pagana celebración capitalista orquestada por los grandes almacenes para, con la excusa de Santa Clos primero y de los Reyes segundo, metérnosla doblada.

Ilusión de que pase... Rápido.

Así que ya saben señores, niños y niñas, amiguitos y amiguitas, hagan sus textos para los Reyes, escribanles contándoles que se han portado muy bien y esperen que les traigan todo lo que en sus cartas se les lleve el paje Real. Cosa dudosa pues la situación económica no está para los dispendios de hace unos años en los que el nene te pedía la Luna y se la traías junto con Plutón si era menester. Ahora el consumismo anda de capa caida y, aunque las grandes superficies se afanen en vender la moto el bolsillo sigue resistiéndose a soltar. Yo por mi cuenta ni calcetines, ni vaso de leche ni galletas. Que pasen de largo esos desaprensivos que vienen a traernos obsequios que no hemos pedido en forma de colonias y corbatas. Por lo menos sino queda más remedio que recibirlos, que traigan tres o cuatro roscones. Más vale perder la noche por un empacho que levantarse por la mañana y ver que tus Reyes son un desacato.

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Por si acaso...

Llegan las postrimerías de éstas Navidades y con ellas el retorno a la rutina. Bien dice el refrán que "Hasta San Antón, Pascuas son" y tan sabio es el refranero español que, verdaderamente, la Navidad debería durar hasta el próximo dieciseís del corriente. Pero eso ya son demasiadas navidades y, al paso que vamos, pronto se acortará más, cuando sus Graciosas Majastades de Oriente hagan suspensión de pagos en favor de Santa Clos S.L. Así, unido al recorte de puentes y festividades, la Navidad quedará reducida a una semana, con suerte y no dará tiempo a coger depresión. De hecho, cuando seas consciente del plastón navideño, éste ya habrá pasado y podremos seguir en nuestro quehacer diario, el de esclavos o esclavistas, según toque. De momento, el dos mil doce ha entrado ya y nos encaminamos hacía el cambio de ciclo pronosticado por los Mayas, si bien yo creo que el cambio ya llegó con la negación de la crisis por parte de zETAparo y se ha consumado con la patética salida de tono de RuGalcalva de éste fin de semana.

Bragas Rojas.

Cómo ya hace tiempo que vamos de culo y cuesta abajo, a nadie debe de sorprender que, llegado el dos mil doce nos salude con las más variopintas catástrofes. La excisión del sucialismo apañó, la brutal subida de impuestos del govern de Rajay, la tocada de huevos de Almanidellah o cómo carallo se escriba mandando mensajitos a Occidente vía misil... Así no es de extrañar que todos los que, aún no siendo supersticiosos, pueden celebrar éstas entrañables y cargantes festividades, cumplan a rajatabla con la tradiciónes. En particular y que yo recuerde, las de ponerse ciegos con las uvas (¿A alguién le da tiempo a jamárselas todas a tiempo?), brindar con el anillo de oro enla copa de champán/cava/sidra/gaseosa (Algunos estarán cómo para someterlos a un esterilizado quirúrgico), besarse debajo del muérdago (Para el caso cualquier mala hierba vale) o la más conocida que es la de usar ropa interior de color rojo. La de la parienta es ideal y se vuelve doblemente suertible si la susodicha está "en esos días" en que las bragas andan doblemente carmesíes.

Yo, que no soy muy de supersticiones, sólo tengo la de empezar el año trabajando. Literalmente. Nada de ir a trabajar el día de Noche Vieja por la mañana o al día siguiente. Para mí, durante los últimos siete años, el tránsito de un año a otro se ha producido con la bandeja en la mano y pasando un frío del carajo en un bar en mitad de la nada serrana. Y no es baladí. Para un año que no lo hice, el dos mil nueve, dejé el blog, mi mujer perdió el bebé que esperaba, mi situación económica se vió seriamente dañada e incluso temí que en una de esas un rayo me partiera longitudinalmente en su nefasta caida desde el orto de los dioses. Por ello a mi me la trae al pairo que se cruce un gato negro, que una escalera me fuerce a repegarme a la pared bajo su trabada estructura o que en mi inutilidad manifiesta para asir con seguridad un espejo recien levantado éste pase a la lista de objetos inservibles tras su más que probable ruptura. A mi lo que de verdad me acojona y lo digo por propia experiencia es tomarme las uvas con la familia.

Cosas chungas, cosas raras...

Por lo demás no suelo ser mucho más supersticioso. Prudente si acaso, pero no supersticioso. No le temo a las maldiciones gitanas ni a bobadas similares y mis creencias metafísicas no atienden a la creencia en un sistema estructurado de Dogmas cómo nos pretende vender la Santa, Católica, Romana, Apostolica y tal y tal Iglesia. Los que me leen ya saben que sólo veo ese sistema cómo una muralla, cada vez más debilitada, ante la imparable ola islámica que en unas decadas nos sodomizará brutalmente. Creo que hay algo superior y que el Destino nos tiene marcadas las pautas en la vida. Por lo demás mis supersticiones se reducen a la ya comentada y no llegar más tarde de las ocho del trabajo. Esa creo que la compartimos todos porque la maldición es la misma, el largo y tenebroso calvario hasta las oficinas del Inem. No soy una persona que vea doblegada su voluntad por esas cosas y mucho menos que vea su vida condicionada por varibles tan poco fiables.

Aún así, el otro día mi mujer me regaló un péndulo de cuarzo. Lo compró en una tienda de artículos esotéricos y me lo obsequió sabiendo la querencia que yo tenía por un objeto de tales carácterísticas. Es una piedra ciertamente bella. Cristal de roca que presenta una limpieza y transparencia increíble y que me proporciona el placentero gusto de ver cómo doblega los haces de luz y cómo se mueve cuando se encuentra cerca de una corriente telúrica de esas que tan abundantes son por aquí. Ese, junto con el hecho de doblarla en la transición temporal del año que acaba al año que comienza, son mis únicos atisbos de contrarazocínio. Y muy gustosamente lo comparto con vosotros que me seguís en éste primer artículo del año. No espero que sea el mejor, pero siendo el primero es de justicia alborear esos gustos que os muestro y que deseo os sirvan de consuelo si el año no ha empezado con el tino que debiéra o, por el contrario, de contrapunto si el mismo ha empezado bueno, bueno, bueno.

Asi que...

Espero que éste año que recien acaba de avenirse sea un gran año. El pasado ha sido bueno y al menos espero que el presente sea igual. Peor no lo quiero, cómo supongo que nadie en su sano juicio aceptaría acogerlo. Mejor es factible, pero ante la duda mejor quedarse uno cómo está. No hay que comer ansias y las limitaciones de cada cual, sin dejar de lado el hecho de que debemos seguir adelante e intentar superarnos, iran marcando las pautas para aforntar los desafíos que, sin duda, se iran presentando conforme vayan corriéndo las calendas. Yo he cumplido un año más con el rito y, si bien la cosa no está cómo para tirar cohetes ( más bien para metérselos en la boca y prender la mecha, según casos), alguna alegría si que nos llevaremos y yo ya me he llevado la primera viendo que el blog se mantiene y que puedo seguir soltando mis paridas a mis devotos, con los que debería formar el club de las causas perdidas a fin de emborracharnos en la orgía dialectica de nuestras propias bitácoras. Sin supersticiones, feliz año.

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