miércoles, 27 de abril de 2011

Español y a mucha honra.

Trapo al viento que todo lo cubre...
Si hay algo que envidio de los Hijos de la Gran Bretaña es su capacidad para piratear, invadir, absorver y si les plantas cara, su sibilina capacidad para volver a los que antes eran parte de tu pueblo, contra tí. Mientras los españoles íbamos de buenazos por el mundo (el buenísmo no es cosa del zapaterismo), denominando buenísmo a que sólo cortábamos cabezas cuando la opción sometimiento religioso o al Rey de España no era factible, los ingleses llegaban, se plantaban con sus reales y si algún indígena se quejaba se eliminaba directamente y san se acabó.

España nunca tuvo ansias imperiales. Eso lo puede corroborar cualquier historiador que medianamente nos conozca. España tuvo la suerte de encontrarse un enorme continente lleno de civilizaciones inferiores en capacidad militar y lleno de recursos. Sólo eso. No perdimos el Nuevo Mundo en mano de los ingleses unas veces por casualidad, otras por suerte y la mayoría porque, a diferencia de los bretones, nuestras carencias en material de guerra lo supliamos con excepcionales estrategas y generales, Lezo, Velasco, Spinola y tal. Gente con un par de pelotas de cañón, sangre caliente y un aguante excepcional, pues de todos es sabido que España no cuida demasiado a sus héroes.

España se erigió en tutela de las Tierras Ultramarinas en tanto en cuando éstas tuvieran capacidad para autogestionarse. No que los criollos hijos de p... descendientes de españoles nos dieran la puñalada trapera en cuanto tuvieron la oportunidad durante la Independencia de las Colonias (de todos es sabido que del lado realista español lucharon la mayoría de los indígenas que preferian seguir siendo españoles a someterse a la oligarquía criolla que les iba a dar por el cacas cómo después ha quedado plenamente demostrado) sino que cuando los habitantes legales que no hubieramos exterminado fueran capaces de erigirse en naciones con rango de autonomía tuteladas por su majestad católica.

En eso se nos adelantaron los de la niebla. Establecieron la commonwealth y lo que debían haber sido naciones independientes lo fueron pero dejando el ego de los ingleses intacto pues la coronita y la reina seguían siendo las mismas aunque no tuvieran que cortar ni pinchar políticamente en los nuevos estados. En eso nos adelantaron con creces. Cuando nosotros nos inventamos el Estado Autonómico, Cuba hacia tiempo que había dejado de ser parte de España y la aplicación de las nuevas leyes descentralizadoras quedaban para casa, pues tuvimos tan poco ojo que, ni el Sáhara ni en Guinea. Y menos mal que lo hicimos con Ceuta y Melilla que sino ni esonos hubiera quedado.

España, ese gran país en el que somos felices dándonos por el culo unos a otros. Que se lo pregunten a los Catalanes con todos los demás. Lo perdimos todo y volvimos cantando. Eso que Cuba y Puerto Rico no pueden decir que fueron conquistados pues todo lo que hay en las islas era de factura española. Pero Dios es justo y algo retornará, retornará y lagente cómo yo, optimista y orgullosa de la rojigualda se alegrará.

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