lunes, 3 de septiembre de 2012

Altea. Iglesia de nuestra Señora del Consuelo.








En una bella bahía entre Calpe y Benidorm se alza la población de Altea. Ésta, una de las mas típucas del levante alicantino se yergue sobre una colina a cuyos pies se expande una carácteristica playa de contos rodados que contrasta fuertemente con las arenas de las playas de sus más conocidas vecinas. En el cúlmen del cerro alrededor del cual se circunda una población de calles empedradas y casas bajas y encaladas se alza la Iglesia del Consuelo o L´Esglèsia del Consol (en Valenciano). Dicho templo, de factura moderna es uno de los más reconocibles monumentos, fácilmente divisable desde cualquier lado de la playa desde L´alfàs del Pí hasta el final del término municipal alteano. En sí, las dos cúpulas de las que hace ostentación el templo se han convertido con el tiempo en plenos símbolos de la población que sus pobladores defienden con orgullo. Dos cúpulas carácteristicas de azulejo blanco y sobre todo, cómo el Mediterraneo, azul.











La Iglesia del Consuelo se encuentra enclavada en un bello lugar. Una plaza irregular cuajada de restaurantes, bares y tiendas de productos típicos que comparten lugar con miradores que muestran desde el faro de L´alfàs del Pí hasta el enorme, preponderante y familiar Peñón de Ifach, en la vecina localidad de Calpe. A la Iglesia se accede desde una escalinata que sube a una enorme puerta bajo un dintel con la imagen de Nuestra Señora del Consuelo, títular del templo. Frente a lo que pudiera parecer, merced a su simplicidad de líneas en la portada principal, el templo oculta en su interior un gran tesoro del neobarroco que hacen al mismo algo digno de visitar en tanto en cuanto contrasta su inmaculado y dorado interior con el sobrio exterior del cual, su principal característica, cómo ya he referido son las dos hermosas y llamativas cúpulas que se alzan sobre el templo y por ende de toda la población que, cómenzando cómo una aldea de pescadores ha terminado cómo un excelente centro turístico.










 


La Iglesía, a la que se accede por una serie de callejuelas empedradas muy en consonancia con su carácterístico trazado de tiempos árabes, tiene una factura moderna, de principios del siglo XX pero anclada en un pasado mucho más lejano y que remanece del lejano siglo XVII. En aquella época, según consta en la historia de la localidad, era una parroquia muchísimo más reducida hasta que se comenzó la edificación de la actual planta. Una planta de salón, con capillas laterales en las que se alzán distintos retablos con titulares diversos. El altar mayor se alza hacía el este con una columnata de color rosácea entre el cual se aprecia un icono de Cristo y sobre él la imagen de Nuestra Señora. Lo circunda un pasillo circular a dos alturas con bóveda de cañon y tres arcadas a cada lado en medio de las cuales se alzan columnas que soportan la la bóveda de media naranja que cubre el ara. A sus pies podemos contemplas imágenes a tamaño natural de los apóstoles.



















Tras muchas vicisitudes, de siglos, el templo fue culminado en mil novecientos diez. En esa fecha se retranquea la fachada y se afianzan paredes y columnas. Para entonces ya se habría construido la segunda cúpula, de menor tamaño que da cobertura a la capilla lateral. Tendríamos inicialmente una sóla cúpula que se complementaría acertadamente con la del referido sagrario o capilla. Dada la expansión modernista que sacudía el levante español en aquella época se incorporarían determinados elementos carácteristicos cómo las escamas de cerámica que dan un aire dinámico al tejado, figuras con forma de dragón o salamandra y caballetes en formas caprichosas, parecidas al pescado del que tanto subsistia en otras épocas la población. El resultado es una explosión barroca con tonos blancos y dorados que se extiende por doquier en un templo que enseñorea un caserío blanco que a su vez se vuelca suavemente sobre el mar Medíterraneo.




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14 comentarios:

Teresa dijo...

Tuve un apartamento en Calpe durante bastantes años y conozco bien la zona. Altea es un pueblo precioso y la iglesia una maravilla. Me ha encantado recordar con esta entrada tan completa.

Un beso.

Anónimo dijo...

Esa iglesia es una maravilla en su interior. Conozco Altea, he estado repetidas veces en algunos de su restaurantes a comer un arroz, pero no me había fijado en ella.

Las fotos son excelentes. Maestras.

Veo que sabes apreciar lo bueno y valioso de verdad.

Wittmann dijo...

Buenas Peinado.

Precioso monumento nos traes hoy. Me quedo con las cúpulas que coronan el exterior de la obra que, sin ser una enormidad, sin duda llaman la atención a golpe de vista. El interior tampoco parece tener desperdicio con ese aire del Barroco mediterráneo con su característico juego de blancos y dorados.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Debo decir que este post me ha encantado. El arte es lo mio, y eso incluye a la arquitectura (por supuesto). No conocía esta iglesia, pero sin duda su estructura (tanto externa como interna) me han enamorado.
Bss

Herep dijo...

En una de mis escapadas visité la iglesia que nos presentas hoy, CS. Muy bonita, si señor... aunque el barroco (o neobarroco) no es demasiado de mi agrado.
Me decanto más por el Románico, quizá debido a mi gusto minimalista y sencillo... pero las bóbedas y las columnas y la luz que inundaban la planta me gustaron mucho.

Excelente trabajo.

Un abrazo.

José Luis Valladares Fernández dijo...

Una Iglesia preciosa, en consonancia con el pueblo que la alberga. Por su aspecto monumental, nadie diría que se construyó ya en el siglo XX.

Un abrazo

Unknown dijo...

Teresa, es un lugar que tenía conocido de oídas y no pensé nunca que fuera un lugar tan llamativo, tranquilo y bello... Además con muchos más atractivos de los que normalemente parecería. Es un sitio que queda injustamente eclipsado por su mucho más popular vecino Benidorm.

Unknown dijo...

Tellagorri, una de mis pasiones ocultas, tanto que no la descubrí hasta hace unos meses, es la fotografía monumental. No sé, pero me gusta buscar ángulos desde los que transmitir toda la fuerza que determinadas construcciones o parajes a mis visitantes. En cierto modo es una buena forma de mostrar cómo soy en mi interior.

Unknown dijo...

Wittmann, si algo puede carácterizar el juego de luces que convergen en nuestro levante son esas cúpulas de la iglesia que muestro. Es un juego de azules y blancos que carácterizan perfectamente el azul y blanco del mar y del cielo. De hecho la iglesia es llamativa, tanto que cuando te fijas en ella no puedes dejar de mirarla. Máxime cuando la ves desde la lejanía, que se muestra cómo un buque surcando sobre un mar de olas blancas...

Unknown dijo...

Waru Waru, el caso es que hay multitud de preciosas iglesias a lo largo y ancho de la costa levantina que muestran similitudes con la de Altea. Aún así sus cúpulas son carácteristicas y muestran la riqueza del azulejo, una industria local que da lo mejor de sí mismo en bellas construcciones cómo la que muestro.

Unknown dijo...

Herep, para gustos colores, aunque estimo que sería un poco chocante encontrar una iglesia románica que se identifica con el recogimiento y la introspección en un lugar tan luminoso y extrovertido cómo las poblaciones en las que he estado.

Unknown dijo...

Jose Luis, cómo casi todo en la vida, el interior engaña en función de lo que se muestra por fuera. Es una iglesia que no enseña más que sus majestuosas cúpulas mientras en su interior alberga la exquisited de un templo llevado a cabo para mayor gloria de Dios y del pueblo que la alberga.

Doramas dijo...

Me gusta, estas cosas son las que nos hacen amar a España, nuestra cultura, cosa jodida para tanto hijo de la Logse.

Unknown dijo...

DORAMAS Sólo espero que mis desvelos sirvan para, cómo dices, abrir alguna que otra conciencia de lo que es nuestra gran Nación.

Darle Caña a ésto: