miércoles, 5 de diciembre de 2012

En favor de Pedro Ortiz.

Hoy, en un gesto que no es usual en mí, pues trato de mostrar en éste mí, vuestro blog, diversos aspectos de la cultura hispánica y mis variadas opiniones sobre la situación actual de España, quiero hacer un pequeño inciso con el ánimo de vindicar a una persona que no por menos conocida no deja de ser un amigo que, supongo, en éstos momentos andará un poco tocado por cuanto su proyecto, el de la resurrección de su querida banda, en el seno de una de las más conservadoras Hermandades u Cofradías de la vieja Capital del Santo Reino se ha ido por el garete. Y se ha ido por lo que tantos y tantos proyectos no pasan del papel en la ciudad del Santo Rostro, porque simplemente nadie valora en lo que vale ninguna iniciativa que se salga de los ya viejos, manidos y rancios cánones por los cuales, todo lo que venga de fuera es bueno, sobre todo si viene de Sevilla, y lo de la tierra, lo de la castellana ciudad de Jaén es algo pasado de moda, muy a la usanza de antiguas tradiciones que se pierden en la noche de los tiempos y se desvanecen en las desidias y ojerizas de las actuales Juntas de Gobierno.

Pedro. 

Conocí a Pedro Ortiz, alias "Pepo" cómo se le conoce en el ámbito de la música cofrade de Jaén allá por los primeros años dos mil, en torno a una mesa en la que yo vendía artículos de índole Cofrade. Por entonces, la maltrecha situación de la banda en la que ejercía de Director Musical, precisaba de una inyección de moral que yo mismo les apliqué enviándoles, vía un conocido del mísmo ámbito, el de las hermandades y cofradías a Archidona. Esa banda en la que desarrollaba su labor la había conocido de manos de otro buen amigo, maestro de primaria hoy en día, allá por el año noventa y ocho del pasado siglo, cuando se ensayaba en el local que la Hermandad tenía en la muy jiennense calle Maestra y cuando la misma era la única de la Agrupación de Cofradías y de muchas leguas a la redonda que podía permitirse el lujo de tener, bajo el mismo guión, banda de cornetas y tambores y agrupación musical. Tal cual. Agrupación para el Señor de la Catedral, banda para el Paso de Misterio. Eran los buenos tiempos que precedían a la debacle.

Debacle consumada en la que, cómo digo, conocí a Pepo. En sus manos una institución que se caía a pedazos, con un estilo muy definido, muy al estilo Jaén que, sin embargo, ya hacía tiempo que había sucumbido ante los nuevos aires que llegaban desde el Oeste recalando bien en la Agrupación de la Alcantarilla, bien en la de los barrios nuevos, con certeza en el Valle y por supuesto  y aunque no compartiera estilo en los aledaños de San Bartolomé. Pepo tenía en sus manos y sé de buena mano que se empleaba a fondo junto con otro buen amigo, Jesús, alias "Peque" en aguantar la tempestad que venía, ora de las nuevas formaciones musico-cofrades, ora de la propia Junta de su Hermandad. Eran tiempos en que la muerte de su Agrupación, que ya se hubiera fusionado hacía seis o siete años con la banda de cornetas para intentar aguantar el envite estaba asegurada y sólo quedaba aguardar un golpe de gracia cómo el que ya hubiera recibido unos años antes la Agrupación de San Ildefonso.

Nuevos sones.

Pedro, en su intento de mantener viva la llama de una formación musical tan vieja que ni las campanas de la Catedral recuerdan el día que se fundó, no dudó en proponer a la Junta de la Hermandad en la que tenía puestas sus aspiraciones y dedicaciones, la formación de una nueva formación sin más pretensiones que participar, al principio delante de la Cruz de Guía y con el tiempo si, caía, detrás de uno de los pasos. Una formación sin demasiadas pretensiones, apenas una sección de percusión que, todo lo más, fuera complementada con algunas cornetas en Do que interpretaran las típicas marchas militares con las que nos hemos fogueado todos los que, en su día, accedimos a una Agrupación de Viento Metal y Percusión. Algo que se hiciera sin cargo a la caja cofrade ni que fuera más allá del material sobrante de la desaparecida formación músical a la que pretendía emular en sus inicios. Unos cuantos tambores, una tambora, algunas que otras cornetas raidas por el paso de los tiempos y la saliva.

La respuesta no pudo ser más chocante. Si, pero no. Curiosamente, la Hermandad, a pesar de su solera, a pesar de su carácter, ha dilatado su respuesta, negativa, durante cerca de tres meses mientras nuestro querido Pepo se deshacía remendando material, recopilando marchas, hacíendo planes, enfangándose en internet mientras la Hermandad le seguía diciendo, sí, pero no. Sí que puede ser que la Junta de Gobierno lo autorice, pero no te puedo asegurar nada aunque eso sí, tienes acceso, restringido, claro, a todo el material que puedas echar mano. La Hermandad, de la que yo personalmente, sin haber pertenecido nunca tenía un gran respeto y querencia, se ha meado, valga la expresión, en un proyecto a coste cero, con el único propósito de revertirle un patrimonio que era de los más antiguos y valorados en su tipo de Jaén y que estaba movilizando ya a gente que aportaba experiencia, ganas y sobre todo, mucha ilusión de lucir medalla en su procesión tras casi diez años de ausencia de los sones de la referida banda.

Mis condolencias.

No debo demorarme en darlas y no precisamente a mi buen amigo, al que me unen muchas más cosas que el impulso de romper baquetas sobre el parche de un tambor en un cortejo procesional de desagradecidos. La situación en Jaén con respecto al tema cofrade no deja de ser preocupante. De hecho lo he dicho más de una vez y hoy, con sus años, ves a la misma gente mareando la perdiz que encontrabas hace veinte años. Un hecho constatable que nos desvela que el relevo generacional está muy limitado en la Semana Santa jiennense cómo se constata en todos los hechos que lo avalan, desde la asistencia a cultos o actos hasta el número de gente de pocos años que se afilian a una hermandad. Pepo quería, en el fondo, dar la opción a crear una nueva cantera de gente en su Hermandad. Personalmente creo que hubiera surtido efecto, ahora que las formaciones musicales de corte cofrade están en franco retroceso, la hermandad, más corta de miras que de intenciones ha hecho el proyecto fracasar. Por mi parte Pepo ha triunfado, pues no tenemos banda pero si un gran cofrade volcado en su ámbito al que han hecho el peor feo que se puede hacer, el del Sí, pero No. Ánimo Pedro, valor, vista y al toro.

Si deseas comunicarte conmigo, agregar algo a éste artículo, exponer tu opinión en privado o sugerirme temas sobre los que hablar no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de churre_s_peinado@hotmail.com. Gracias.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante exposición de un tema poco conocido.

Saludos cordiales

Anónimo dijo...

Coincido con el comentario anterior. Lo has expuesto de un modo muy personal que resulta interesante.
Saludos!

Unknown dijo...

Javier, un tema que no por menos conocido tiene menos sinsabores...

Unknown dijo...

Waru Waru, cómo se tienen que hacer las cosas, claras y concisas.

Darle Caña a ésto: