Hora de llamar de nuevo a la puerta de la Red |
Pensar.
No creais cspeinadillos que me seguis, leeis, comentais o redundaís en la idea de que el cadalso sería mi mejor destino (que alguno hay) que no he pensado en vosotros y en el blog. Cuando la acción se hace cadencia y la cadencia se transforma en rutina, es dificil dejar de hacer algo en lo que, a pesar tuyo o con gusto, te encuentras tan aborregado que un día sin escribir es el más pesado de los suplicios. Han sido muchas las horas que he dedicado a pensar en cómo debía seguir el proceso de autocrecimiento de éste espacio pero el cuerpo no me daba para transformar pensamientos en obras. O en hechos que para el caso viene a ser lo mismo. Tenia un abotargamiento preocupante de seis meses escribiendo prácticamente sin parar y, pasando las veinticinco mil páginas vistas, que ya llegan a las veintiocho mil y pico, resolví que merecía pensar, sí, pero tambien parar y descansar y observar el Rubicón desde lejos antes de volverlo a cruzar.
Piensas muchas cosas que la verdad, no serían más que fútiles evanescencias oníricas de una noche de indigestión supina plagada de malas pesadillas sino fuera porque, a la zaga, lo expresas cada día a porretazo limpio en las desvencijadas teclas del tercer teclado que gasto en tres años. Cosas que te enervan e impulsan a la escritura sin prestar atención a otras cosas que se van acumulando hasta que el cuerpo y la mente se alzan en un enérgico Basta y te das con una pared de desazón que no te permite enhebrar más de dos palabras de manera contundente y te vas hundiendo en un pozo de desgana que, al menos por unos días, te hace pasar olimpicamente de todo y de todos. Te encierras en tí mismo y no permites a tus manos obrar los porreteos con los que asirte a las palabras a través de las cuales tus prédicas serán leidas por tus visitantes. Dicho en otras palabras mas entendibles, no he tenido ni pizca de ganas de escribir por mucho que pensara que tenía esa obligación para conmigo y para con mis visitantes.
Reflexionar.
Es lo que a uno se le presenta en esos momentos en los que, tras varios meses de gran actividad, mejores resultados y óptimas previsiones para el futuro, te encuentras cuando el agotamiento físico y mental, producido por las anteriormente citadas circunstancias comienzan a hacer mella de manera inequívoca e inevitable en el cuerpo y el alma de aquel que se dedica a desgranar palabra por palabra un hecho, evento o circunstancia ya sea de carácter social, político, económico o personal. La reflexión se hace patente y nos muestra lo que no se puede ver sino es con un poco de perspectiva, alejándonos en gran medida de esa actividad imbuida de rutina que es nuestro modus vivendi. Modus ya sea, cómo refiero, a nivel de escritor de blog o lo que es más corriente, de viajero de eso que es la vida y de la que ninguno nos podemos zafar. Reflexionamos así sobre que hacer. Puesto que la mirada atrás no es una opciçon válida, la reflexión se nos presenta en las encrucijadas de la vida donde múltiples opciones se presentan sin avisar.
Por eso yo, en éstos días en que me he visto superado por el trabajo y la inminente llegada de un nuevo ciclo anual me he permitido el lujo de descansar unos días, meterme en esa pequeña depresión que es nuestro interior, valorar consecuentemente lo que llevo hecho hasta ahora y retomar esa actividad sólo en el momento en que estuviera deseando volver a hacerlo. Sólo en el instante en que me considerara lo suficientemente bien preparado para reacometer el trabajo que requiere impulsar una bitácora y hacerlo con el convencimiento pleno de que es lo que deseo y tengo que hacer. Hoy parece ser que el momento de ha advenido, pues siento fuerzas renovadas para aporrear de nuevo juntando palabras, creando frases con las que forjar nuevos párrafos con los que arribar, de nuevo, al mundillo de la blogosfera y seguir buscando mi huequecito donde pueda sentirme orgulloso de lo que hago o escribo, pienso o rememoro o simplemente de la parida diaria que se me avenga a la mente.
Retornar.
Ahora, en los finales de tan portentoso año que me ha redescubierto los placeres de la escritura, del pensamiento y de la opinión, regado siempre con la fidelidad de buenos amigos, mejores lectores y completos e ilustrados comentaristas, toca revivir esos días de continuo trasegar de artículos y viajes de blog en blog con los que expandir y abrir mi mente de un lado a otro de mi cerebro. Convengo en afirmar que he echado de menos la rutinaria elevación de artículos a la red de redes y que, aún estando algo cansado por todo el trabajo (parece que lo tenga yo todo y que dure) que me aqueja, intentaré seguir fiel a los principios de lealtad que he conllevado éstos últimos seis meses. Largos meses en los que la rutina ha sido una constante y la creación un agravante, para conseguir finalmente sentir el placer de verme acompañado de muchos buenos ratos, temas y vivencias que pueda plasmar en éstos mis, vuestros post, abiertos a todos, llenos de todo y mejor entregados para todo aquel que desee hacerlo suyo. Hoy, he vuelto.
Reflexionar.
Es lo que a uno se le presenta en esos momentos en los que, tras varios meses de gran actividad, mejores resultados y óptimas previsiones para el futuro, te encuentras cuando el agotamiento físico y mental, producido por las anteriormente citadas circunstancias comienzan a hacer mella de manera inequívoca e inevitable en el cuerpo y el alma de aquel que se dedica a desgranar palabra por palabra un hecho, evento o circunstancia ya sea de carácter social, político, económico o personal. La reflexión se hace patente y nos muestra lo que no se puede ver sino es con un poco de perspectiva, alejándonos en gran medida de esa actividad imbuida de rutina que es nuestro modus vivendi. Modus ya sea, cómo refiero, a nivel de escritor de blog o lo que es más corriente, de viajero de eso que es la vida y de la que ninguno nos podemos zafar. Reflexionamos así sobre que hacer. Puesto que la mirada atrás no es una opciçon válida, la reflexión se nos presenta en las encrucijadas de la vida donde múltiples opciones se presentan sin avisar.
Por eso yo, en éstos días en que me he visto superado por el trabajo y la inminente llegada de un nuevo ciclo anual me he permitido el lujo de descansar unos días, meterme en esa pequeña depresión que es nuestro interior, valorar consecuentemente lo que llevo hecho hasta ahora y retomar esa actividad sólo en el momento en que estuviera deseando volver a hacerlo. Sólo en el instante en que me considerara lo suficientemente bien preparado para reacometer el trabajo que requiere impulsar una bitácora y hacerlo con el convencimiento pleno de que es lo que deseo y tengo que hacer. Hoy parece ser que el momento de ha advenido, pues siento fuerzas renovadas para aporrear de nuevo juntando palabras, creando frases con las que forjar nuevos párrafos con los que arribar, de nuevo, al mundillo de la blogosfera y seguir buscando mi huequecito donde pueda sentirme orgulloso de lo que hago o escribo, pienso o rememoro o simplemente de la parida diaria que se me avenga a la mente.
Retornar.
Ahora, en los finales de tan portentoso año que me ha redescubierto los placeres de la escritura, del pensamiento y de la opinión, regado siempre con la fidelidad de buenos amigos, mejores lectores y completos e ilustrados comentaristas, toca revivir esos días de continuo trasegar de artículos y viajes de blog en blog con los que expandir y abrir mi mente de un lado a otro de mi cerebro. Convengo en afirmar que he echado de menos la rutinaria elevación de artículos a la red de redes y que, aún estando algo cansado por todo el trabajo (parece que lo tenga yo todo y que dure) que me aqueja, intentaré seguir fiel a los principios de lealtad que he conllevado éstos últimos seis meses. Largos meses en los que la rutina ha sido una constante y la creación un agravante, para conseguir finalmente sentir el placer de verme acompañado de muchos buenos ratos, temas y vivencias que pueda plasmar en éstos mis, vuestros post, abiertos a todos, llenos de todo y mejor entregados para todo aquel que desee hacerlo suyo. Hoy, he vuelto.
Si deseas comunicarte conmigo, agregar algo a éste artículo, exponer tu opinión en privado o sugerirme temas sobre los que hablar no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de churre_s_peinado@hotmail.com. Gracias.
10 comentarios:
¡¡Feliz Navidad CS!!
Que disfrutes de una estupenda velada, esta noche, junto a los tuyos.
Oye ¿y no te da lástima apalearlea?, luego si el año que viene te dan menos aceitunas vas y te quejas.
Bueno ahora en serio, que disfrutes de las fiestas y que no sólo estos días sino todo el año sean estupendos para ti y los tuyos.
Besos
Es obvio que necesitaba un receso.Me pregunto que tu fertilidad pra escribir.estos estupendos articulos lo recibiras de tu batallar con las humildes aceitunas.un saludo y Feliz Navidad.
Buenas C S.
Creo que la misma rutina y circunstancias son las que acompañan al sino de mi blog. Espero regresar pronto con alguna entrada, lo cual no impide que te siga leyendo, cosa que siempre es de agrado.
Un saludo.
Habra que tomar fuerzas. no se por que me da que 2012 va a ser mucho peor de lo que nos esperábamos; no sólo la cuestión económica (que de por si es complicada) sino porque muchos creo que están dispuestos a hundir a todos con tal de salvar sus míseras heciendas y poltronas.
Feliz año nuevo a todos.
Ya te he felicitado en tu blog Candela, pero valga la redundancia y por mi que no quede. Muy Feliz navidad para ti y para los tuyos.
María, el olivo no se queja, además el hecho de varearlas (sacudirlas con varas para que suelte las olivas) hace que las ramas viejas se caigan y renueven por otras nuevas. Por lo demás lo dicho, Felices fiestas y que el dos mil doce no sea demasiado peor que éste.
No Agustín, jajaja, gracias a Dios no bebo de las frustraciones de andar aporreando árboles para cuajarme los artículos. Casi diría que soys todos vosotros los que, con vuestros artículos o comentarios ayudais a que CSPeinado se enriquezca con los suyos propios.
Sinceramente, mis artículos son reales porque vosotros lo soys y seguis ahí, apoyando desde la lejanía.
Caballero Wittman, tengo a bien llevar a gala el tenerte cómo lector de primera. Por eso me alegro mucho cuando veo que te dejas caer con alguno de esos comentarios que tienen más de aprendizaje para mi que de mero comentario circunstancial. Sería desdichado decir que no eres ya parte del cspeinadismo por pleno derecho comentaril.
P.D. Animo y dale al blog que tienes artículos que verdaderamente hacen ver al cine bélico cómo algo nuevo desde otra perspectiva.
Yo no creo que sea peor Lobo, complicada si, pero no peor. Lo único que estaremos a un nivel más bajo por lo que nos ha hecho zETAparo y con el cuchillo en ristre por si tenemos que empezar a rebanar cuellos cómo opción última a la maléfica gestión politicástrica.
Ya veremos por donde salimos... o entramos.
Publicar un comentario